¡¡¡Buenos días hermanos!!! 11 días de Cuaresma hoy el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (Mt 5, 43-48).
"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:– (1) «Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. (2) Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. (3) Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, (4) que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. (5) Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? (6)¿No hacen lo mismo también los publicanos? (5) Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? (6) ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, (7) sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto."
(1) El mundo tiene su propia filosofía construida a base de miedos, intereses, pecados, autojustificaciones, deseos de eternidad o miedo a la muerte mal canalizados,...
... Esta filosofía no ayuda a llegar a Dios y además es un obstáculo para hacerlo, porque se ven como "normales" cosas "comunes" u "ordinarias". Un sacerdote en la juventud del Obispo Munilla les decía un ejemplo que se entiende muy bien: "No es normal que un joven fume porros, y sin embargo es frecuente. Y sí es normal ir a Misa diaria y sin embargo no es lo habitual". (Y es que normal es cumplir con la Norma, y esta es la Ley de Dios)...
... Luego que el mundo nos haga ver como normales cosas que no lo son nos puede despistar mucho.
(2) D. Pablo Domínguez (+QEPD ) decía que al Señor se le entendía todo. Y ponía este párrafo como ejemplo: y que cuando decía "amad a vuestros enemigos" ¡quería decir exactamente eso! ...
... Yo, cuando he leído el Evangelio al despertarme me ha dejado preocupado ¿Cómo voy a comentar esta parte yo, que es justo la intención que tengo hace 3 semanas y no avanzo nada en ella? ...
... Pues el Señor me ha dado la respuesta en la homilía de D. Roberto esta mañana, que recordaba que la santidad no era un camino voluntarista, y que si lo intentábamos hacer por nuestras fuerzas fracasábamos seguro. Sólo era posible desde Dios poder hacerlo...
... Lo mismo que me pasó al principio de mi conversión (que intentaba vencer yo solo a mís pecados) me sigue pasando más de tres años después...
... Así que intentaré hacerlo desde Dios, y antes de enfrentarme a alguien hostil, trataré de subir antes hasta Dios y de percibir como Él le ama y pedirle que me conceda ese don y las fuerzas de cumplirlas...
... Al menos no me cuesta nada rezar por ellos. Y alguna vez que en oración vi que el Señor me pedía rezar por quién menos me hubiera gustado hacerlo, lo hice y fue una auténtica ducha de Gracia, y sentí la PAX bajando despacio y llenándome poco a poco. Y después de ese día no me privo de rezar por cualquiera que a ojos humanos y del mundo sólo merecería desprecio...
(3) La tarea es difícil, ¡pero la recompensa es inmensa! ¡Ser hijos de Dios! ...
... Y aquí señalar de nuevo que Dios es Padre; y que Jesucristo usa la palabra "vuestro" y no "nuestro"; porque nosotros somos creados, somos hijos adoptivos que aún no participamos de la Divinidad de Dios. Y Él fue Engendrado y es Dios como el Padre: "Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado no creado. De la misma naturaleza del Padre porque en todo fue hecho..." (Como nos enseña El Credo).
(4) ¡Dios ama a todos! Y en el Evangelio no está anunciado que nos hagamos cristianos porque Dios nos quita los problemas... (Lo que sí nos ayuda a llevarlos y nos promete la vida eterna). ...
... A veces pensamos que los talentos de los que habla la parábola son sólo cosas buenas, pero también lo son las malas (vengan o no de Dios). Un cáncer, que el marido o tu mujer te abandonen, la muerte de un ser querido,... con la ayuda de Dios puede ser el talento que nos ayude a llegar a la vida eterna. Y, sin embargo, belleza, salud, inteligencia, pueden ser auténticas desgracias si nos llevan a condenarnos...
... Aquí tenemos que pedir como San Agustín: "Señor dame lo que me pides y pídeme lo que quieras"
(5) Amar y saludar a las personas que queremos no tiene nada de extraordinario y ser cristiano es nadar más adentro...
(6) ...si no lo hacemos seremos como publicanos y gentiles, y sólo seguiremos la filosofía del mundo.
(7) La perfección es la meta. Una meta imposible en esta vida salvo para Dios y para alcanzarla desde Dios (si Él quiere dar ese don)...
... El problema de creernos perfectos es que es una autopista directa a la soberbia...
... Una vez el Papa mandó a Pascal a que fuera a vivir con los jansenistas y les diera su opinión sobre ellos. El informe fue: "son espirituales como ángeles, pobres como mendigos, ... ¡y soberbios como demonios!
Mi oración hoy es libre, queda en blanco y va dirigida a tí que lees este comentario... Cierra los ojos, respira hondo y pídele algo a Dios desde el corazón, ... ¡Por favor hazlo! ¿Lo has hecho? ¡Pues esa es hoy mi oración! ¡Muchas gracias por hacerla posible! A Santa Maria Madre de Dios y Madre nuestra se la entrego...
¡ Feliz día hermanos! ¡ Besos y abrazos DE COLORES! ......
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
Día 11 de Cuaresma.
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A 5 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 5 al 8 de marzo de 2015 AD.
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A 19 días Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 19 al 22 marzo de 2015 AD.
A 56 días del Cursillo Mixto en Loeches (Madrid) del 23 al 26 de abril de 2015 AD.
A 75 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 15 al 17 de mayo de 2015 AD.
A 96 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (M) del 4 al 7 de junio de 2015 AD.
A 110 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid) del 18 al 21 de junio de 2015 AD.
Himno: LOS HOMBROS TRAIGO CARGADOS.
ResponderEliminarLos hombros traigo cargados
de graves culpas, mi Dios;
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.
Yo soy quien ha de llorar,
por ser acto de flaqueza;
que no hay en naturaleza
más flaqueza que el pecar.
Y, pues andamos trocados,
que yo peco y lloráis vos,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.
Vos sois quien cargar se puede
estas mis culpas mortales,
que la menor destas tales
a cualquier peso excede;
y, pues que son tan pesados
aquestos yerros, mi Dios,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.
Al Padre, al Hijo, al Amor,
alegres cantad, criaturas,
y resuene en las alturas
toda gloria y todo honor.
Amén.
LECTURA BREVE Is 1, 16-18
ResponderEliminar«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos -dice el Señor-. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana.»
Himno: ¿QUÉ TENGO YO QUE MI AMISTAD PROCURAS?
ResponderEliminar¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!»
y ¡cuántas, hermosura soberana:
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Amén.
SEGUNDA LECTURA
ResponderEliminarDe la Constitución pastoral Gáudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo (Núms.9-10)
LOS INTERROGANTES MAS PROFUNDOS DEL HOMBRE
El mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado y que pueden aplastarlo o salvarlo. Por ello se interroga a sí mismo.
En realidad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano.
Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. A fuer de creatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior.
Atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no es raro que haga lo que no quiere y deje de hacer lo que querría llevar a cabo. Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad.
Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo práctico, no quieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado, o bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Muchos piensan hallar su descanso en una interpretación de la realidad, propuesta de múltiples maneras.
Otros esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus deseos.
Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un sentido exacto, alaban la audacia de quienes piensan que la existencia carece de toda significación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo.
Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal?
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo, a fin de que pueda responder a su máxima vocación, y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que haya de encontrar la salvación.
Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se hallan en su Señor y Maestro.
Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre.