¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy es el día 10 de Cuaresma,... ¡Ha pasado ya un cuarto! Y hoy, como cada día, se nos presenta una nueva posibilidad de convertirnos para mejor poder así vivir la alegría y la Gloria de la Resurrección. Hoy San Mateo nos invita a no quedarnos sólo en cumplir la Ley y a querer avanzar hacia la santidad. Y si él es santo, ¡es que es posible! Hoy Mt 5, 20-26:
"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: (1)—«Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (2) Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. (3) Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego. (4) Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. (5) Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto».
(1) Jesucristo dice que quienes no sean mejores que los escribas y fariseos no entrarán en el Reino de los Cielos. Y eso no significa una condena en masa de estos dos colectivos, si no de su actitud de creerse con derechos ante Dios (de los fariseos) o de lucrarse con la religión (de los escribas)...
...Los fariseos no podían pedir perdón por sus pecados porque se creían perfectos. Y su soberbia les impedía acercarse a Dios. ...
... Los escribas tenían conocimiento de la Ley pero no actuaban para Mayor Gloria de Dios, sino propia...
... Y ambos no se caracterizaban precisamente por su Caridad con el prójimo.
(2) El pecado nace en el corazón, y desde allí comienza a pudrirnos. Por eso no sólo el que mate será procesado, también todo el que riña con su hermano... ¡y todos somos hermanos!
(3) Llamar renegado o imbécil supone que estamos juzgando y condenando a esa persona, a ese hermano. Y Jesucristo dice: "No juguéis y no seréis juzgados". Pero además, seguramente en la mayoría de los casos estaremos mintiendo, porque no conocemos toda su verdad y su vida, (esa sólo la conoce Dios, por eso el juicio debe ser sólo suyo)... ¿Cómo va a ser verdad que perdonamos a los que nos ofenden (como nos pide el Señor y decimos en el Padre Nuestro) Si condenamos?
(4) Es necesario reconciliarse con nuestro hermano antes de poner nuestra ofrenda en el altar (o al menos tratar de hacerlo por todos nuestros medios). ¿Por qué esa urgencia? Porque el rencor es una semilla que echa raíces en el corazón y éstas son tan duras que con poco tiempo que se dejen será casi imposible quitarlas (salvo para Dios)... ¡Así que mejor no meterlas en tierra! Pero si ya están allí, hay que arrancarlas cuanto antes. Y cuanta más razón creamos tener más necesario será arrancarlas inmediatamente. ...
... Una vez Sebastián Gayá, (sacerdote cofundador de Cursillos de Cristiandad) En una reunión en medio de un desacuerdo pidió públicamente perdón a una persona y le dió la razón. Varios hermanos se extrañaron porque sabían que era Sebastián quien estaba en lo cierto y le preguntaron porque lo había hecho, y el respondió: "porque con la razón se ganan las guerras, pero no se construye la paz"...
... Hay unos versos de Ruyard Kipling (este poema gustaba especialmente a San Juan Pablo II) que nos decían exactamente cual era la cantidad de odio adecuada para nuestra vida (por supuesto, ¡cero!). Así decían: "si no tienes más odio que el odio que te tengan."
(5) Se nos invita a solucionar prontamente las disputas y hacer justicia a quién nos la pide. Así evitaremos tener cuentas pendientes que terminarán exigiéndosenos tarde o temprano.
Reflexión: Este Evangelio nos recuerda que tras esta vida transitoria habrá para nosotros un Juicio, y además nos dice que los requisitos no son fáciles. Y ante esta idea no debemos perder la PAX. Habrá un Juicio Sí, pero de Misericordia y por quien más me quiere...
... Ni es verdad que no hay pecado, ni es verdad que nadie se salvará....
... San Juan Bosco ("Don Bosco") decía: "Hijo mío tienes una sola alma, es preciso que la salves"...
Así que mi oración hoy, llegados al primer cuarto de la Cuaresma, es porque el Señor nos muestre que hoy es buen día para cogernos con una de mano de Santa María y la otra del Señor y pedirles que no nos suelten hasta que lleguemos a la casa del Padre... ¡ Amén!
¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
Día 10 de Cuaresma.
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A 6 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 5 al 8 de marzo de 2015 AD.
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A 20 días Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 19 al 22 marzo de 2015 AD.
A 57 días del Cursillo Mixto en Loeches (Madrid) del 23 al 26 de abril de 2015 AD.
A 76 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 15 al 17 de mayo de 2015 AD.
A 97 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (M) del 4 al 7 de junio de 2015 AD.
A 111 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid) del 18 al 21 de junio de 2015 AD.
LECTURA BREVE Is 53, 11b-12
ResponderEliminarMi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.
Himno: DELANTE DE LA CRUZ LOS OJOS MÍOS
ResponderEliminarDelante de la cruz los ojos míos
quédenseme, Señor, así mirando,
y sin ellos quererlo estén llorando,
porque pecaron mucho y están fríos.
Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y sin ellos quererlo estén rezando,
porque pecaron mucho y son impíos.
Y así con la mirada en vos prendida,
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz asida,
quédeseme, Señor, el alma entera;
y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera.
Amén.