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miércoles, 4 de febrero de 2015

IV. Carpintero a tus milagros. ... (Mc 6, 1-6):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! El Evangelio de San Marcos sigue y llegamos al capítulo 6. Hoy Mc 6, 1-6:
 
"En aquel tiempo, (2)fue Jesús a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: (2)¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, (1)hermano de Santiago y José y Judas y Simón ? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí ? (2)Y desconfiaban de él. (3) Jesús les decía: No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus (1)parientes y en su casa. No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando."
 
(1) Si Jesús tenía 4 hermanos y varias hermanas ¿por qué le da a San Juan a la Virgen María como madre a los pies de la Cruz? ¡Si tenía 6 hermanos como mínimo! ¡¡¡Pues por qué no tenía ningún hermano!!! Éstos son los peligros de la libre interpretación de la Biblia prescindiendo de lo que dice la Tradición (que junto a la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios). La Tradición nos dice que Santa María fue siempre Virgen, y no porque se lo invente si no porque los testigos van contando lo que han visto y la Fe vista y vivida pasa de padres a hijos (y no da tiempo a más, porque el primer Evangelio se escribe de 15 a 25 años después de la muerte y resurrección del Señor). La palabra hermanos aquí quiere decir parientes próximos, pero que no son equiparables a nuestros lazos de sangre, porque aquí no tenemos tribus (sólo urbanas)... y uno solo con su razón no puede conocer estas cosas (para lo único que viene bien la libre interpretación es para justificar nuestra forma de vida y nuestros pecados. Y con esto no digo que entre los hermanos apartados no haya quienes viven en total santidad, y sigan plenamente la Ley Natural que Dios puso en sus corazones; pero sin la Tradición y sin algunos Sacramentos lo tienen bastante más difícil. ¡Dios quiera que algún día todos los cristianos formemos una sola Iglesia y a ella se unan nuestros hermanos mayores hebreos! Esto es imposible para los hombres pero no para Dios...)
 
(2) Los paisanos de Jesús creían conocerle. Le habían visto trabajar y sudar como ellos, comer en banquetes, conocían a su familia y su humildad... ¡Pero desconocían lo más importante de Él! ¡Qué Él era el Mesías! Lo peor era que lo que conocían les cerraba la posibilidad de abrirse a la verdad que estaban viendo: a sus milagros y enseñanza., ¡y no pudieron ver más allá de sus recuerdos y su limitada experiencia! ...
 
... Y eso sigue pasando hoy. Muchas personas, a las que hace mucho que no les caben sus trajes de primera comunión,  van paseando con ellos y no han aprendido nada nuevo en la Fe. Su oración (si la conservan) son las oraciones de niños; nunca han tenido un encuentro con el Señor, ni se han preocupado de conocer la verdad de la Fe. Y piensan que no es para ellos, (¡desde luego ese traje de primera comunión ya no lo es!). Por eso la Iglesia recomienda la formación, y  la más válida es la que se convierte en oración: hacer un catecumenado de adultos, orar con el Evangelio y con el Catecismo de la Iglesia Católica, hacer un Cursillo de Cristiandad,... ¡Sería una pena que lo que creemos saber de la Iglesia nos alejase de Dios! (Sobre todo porque muchas cosas o no son verdad, o son verdades a medias o directamente son mentiras)... ¡No creamos conocer a Jesucristo, como sus vecinos y que eso nos impida oírle!
 
(3) Jesucristo, se extraña de que de aquellos que más cabía esperar sean los que menos Fe tienen y no le aceptan... De aquí vendrá ese dicho: "nadie es profeta en su tierra"...
 
... Hubo una vez un sicario en un país sudamericano que fue contratado para matar a alguien. Esta persona estaba en un retiro del Camino  Neocatecumenal, y el asesino fue allí para ejecutar su triste trabajo. Pero escuchando a Kiko Argüello se convirtió y cambió de vida totalmente. ¿Qué pensarían sus amigos y parientes? Mirarían su pecado anterior para no tener que oír más.  Desgraciadamente así suele ser, sin embargo lo primero que habría que mirar es que si este asesino ha podido cambiar de vida yo también puedo. O al menos pensar ¿qué le habrá hecho a este hombre cambiar de vida y como ha podido hacerlo?
 
Mi oración hoy es por todos los que estamos en camino de conversión para que el Señor nos siga sosteniendo y perseverando; y por todos aquellos que aún no lo han empezado pero que la idea está en sus corazones como semillas de vida eterna. ¿Qué preferimos pensar cómo es posible que un carpintero haga milagros o dejar que Él haga milagros en nosotros? ¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
 

3 comentarios:

  1. PRIMERA LECTURA

    De la carta a los Romanos 14, 1-23

    NINGUNO DE NOSOTROS VIVE PARA SÍ

    Acoged bien al que es débil en la fe, sin discutir opiniones. Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras. El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, tampoco juzgue al que come, pues Dios le ha acogido. ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso es el Señor para sostenerlo. Este da preferencia a un día sobre todo; aquél los considera todos iguales. ¡Aténgase cada cual a su conciencia! El que se preocupa por los días, lo hace por el Señor; el que come, lo hace por el Señor, pues da gracias a Dios: y el que no come, lo hace por el Señor, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos. Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos. Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios, pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios.  Así pues, cada uno de vosotros dará cuenta de sí mismo a Dios. Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros: juzgad más bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. - Bien sé, y estoy persuadido de ello en el Señor Jesús, que nada hay de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése si lo hay -. Ahora bien, si por un alimento tu hermano se entristece, tú no procedes ya según la caridad. ¡Que por tu comida no destruyas a aquel por quien murió Cristo! Por tanto, no expongáis a la maledicencia vuestro privilegio. Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. Toda vez que quien así sirve a Cristo, se hace grato a Dios y aprobado por los hombres. Procuremos, por tanto, lo que fomente la paz y la mutua edificación. No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo. Lo bueno es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad. La fe que tú tienes, guárdala para ti delante de Dios. ¡Dichoso aquel que no se juzga culpable a sí mismo al decidirse! Pero el que come dudando, se condena, porque no obra conforme a la fe; pues todo lo que no procede de la buena fe es pecado.

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  2. SEGUNDA LECTURA

    De los capítulos de Diadoco de Foticé, obispo, sobre la perfección espiritual(Capítulos 6. 26. 27. 30: PG 65, 1109. 1175-1176)

    EL DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS SE ADQUIERE POR EL GUSTO ESPIRITUAL

    El auténtico conocimiento consiste en discernir sin error el bien del mal; cuando esto se logra, entonces el camino de la justicia, que conduce al alma hacia Dios, sol de justicia, introduce a aquella misma alma en la luz infinita del conocimiento, de modo que, en adelante, va ya segura en pos de la caridad.Conviene que, aun en medio de nuestras luchas, conservemos siempre la paz del espíritu, para que la mente pueda discernir los pensamientos que la asaltan, guardando en la despensa de su memoria los que son buenos y provienen de Dios, y arrojando de este almacén natural los que son malos y proceden del demonio. El mar, cuando está en calma, permite a los pescadores ver hasta el fondo del mismo y descubrir dónde se hallan los peces; en cambio, cuando está agitado, se enturbia e impide aquella visibilidad, volviendo inútiles todos los recursos de que se valen los pescadores.Sólo el Espíritu Santo puede purificar nuestra mente; si no entra él, como el más fuerte del evangelio, para vencer al ladrón, nunca le podremos arrebatar a éste su presa. Conviene, pues, que en toda ocasión el Espíritu Santo se halle a gusto en nuestra alma pacificada, y así tendremos siempre encendida en nosotros la luz del conocimiento; si ella brilla siempre en nuestro interior, no sólo se pondrán al descubierto las influencias nefastas y tenebrosas del demonio, sino que también se debilitarán en gran manera, al ser sorprendidas por aquella luz santa y gloriosa.Por esto, dice el Apóstol: No apaguéis el Espíritu, esto es, no entristezcáis al Espíritu Santo con vuestras malas obras y pensamientos, no sea que deje de ayudaros con su luz. No es que nosotros podamos extinguir lo que hay de eterno y vivificante en el Espíritu Santo, pero sí que al contristarlo, es decir, al ocasionar este alejamiento entre él y nosotros, queda nuestra mente privada de su luz y envuelta en tinieblas.La sensibilidad del espíritu consiste en un gusto acertado, que nos da el verdadero discernimiento. Del mismo modo que, por el sentido corporal del gusto, cuando disfrutamos de buena salud, apetecemos lo agradable, discerniendo sin error lo bueno de lo malo, así también nuestro espíritu, desde el momento en que comienza a gozar de plena salud y a prescindir de inútiles preocupaciones, se hace capaz de experimentar la abundancia de la consolación divina y de retener en su mente el recuerdo de su sabor, por obra de la caridad, para distinguir y quedarse con lo mejor, según lo que dice el Apóstol: Y ésta es mi oración: Que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.

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  3. HIMNO

    Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
    tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
    tan sólo tú eres digno de toda bendición
    ,y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención. 

    Loado seas por toda criatura, mi Señor,
    y en especial loado por el hermano sol,
    que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor
    y lleva por los cielos noticia de su autor. 

    Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
    y las estrellas claras, que tu poder creó,
    tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
    y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

     Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
    que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
    Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
    y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor! 

    Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
    la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
    las hierbas y los frutos y flores de color,
    y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor! 

    Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
    los males corporales y la tribulación:
    ¡felices los que sufren en paz con el dolor,
    porque les llega el tiempo de la consolación! 

    Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
    Ningún viviente escapa de su persecución;
    ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!

    ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
     ¡No probarán la muerte de la condenación!
    Servidle con ternura y humilde corazón.
    Agradeced sus dones, cantad su creación.

    Las criaturas todas, load a mi Señor. 

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