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miércoles, 17 de junio de 2015

XVII. "Dios paga mejor que los hombres... ¡busquemosle sólo a Él! (Mt 6, 1-6. 16-18):"

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo, el Señor nos viene a decir que: "no es lo mismo dar luz que ir a lucirse"... (Mt 6, 1-6. 16-18).
 
"En aquel tiempo, (1) dijo Jesús a sus discípulos: (2) «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. (3) Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú. en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. (4) Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. (5) Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
 
(1) De nuevo el mensaje de hoy lo da Jesucristo, para sus discípulos (pero no dejes de leerlo sino te tienes por tal, que "torres más altas han caído"...
 
(2) Y aquí el Señor nos invita primero a reflexionar para quién hacemos nuestras buenas obras, si para los hombres o para Dios. Y si vemos que hemos elegido la primera opción nos invita a cambiar, porque no tendremos recompensa de Dios Padre... Porque ¿Qué recompensa nos va a dar de una cosa que no hacemos por Él, sino por la vanidad humana del prestigio? ...

 ... Y es que si del corazón nacen todas las malas acciones; también el corazón es el árbitro que dice si a una misma acción le mueven deseos mundanos o de acercarse más a Dios... ¡Y Dios es el único capaz de leer los corazones! (Y a los que Él da ese don)...
 
(3) Y el primer ejemplo es la limosna, y Jesucristo, invita a que sea un acto que quede íntimamente entre Dios y nosotros. Y así estaremos seguros de que sólo lo hacemos para dar Gloria a Dios...

... En cambio, si lo hacemos para que todos se enteren, nuestra buena fama en la tierra será nuestro pago, puesto que era ese el pago que buscábamos...
 
(4) Y lo mismo cuando rezamos, ¿lo hacemos para lucirnos ante los hombres o ante Dios? Y de esa respuesta resultará la virtud que pueda tener nuestro acto ante Dios...

... Entonces, ¿Es mejor la oración que uno hace sólo en su habitación que la que hace en Comunidad? Pues, en mi opinión no tiene porque. Es más una oración en Comunidad bien hecha, y que no busca nada más que llegar a Dios y alabarle y  glorificarle, le da muchísima Gloria a Dios y supongo que le mueve mucho a que reparta Su Gracia entre los hombres... (para mí más que la individual). Y sin embargo ambas deben de ser muy importantes, porque incluso los monjes tienen horas de oración individual y de estudio...

... Además,  desgraciadamente los tiempos han cambiado, y si el Israel en tiempo de Jesucristo era una sociedad profundamente religiosa; la nuestra, hoy, ya no lo es tanto (y especialmente desde muchas ideologías que juegan a ser ingenieros sociales, en vez de preocuparse en gestionar convenientemente los recursos de los ciudadanos, se han ido ocupando de fomentar todo aquello que alejara a la gente de Dios)...

...Luego, hoy en día, una persona que reza el Rosario en el metro o el autobús, (por poner un ejemplo), me parece que da un buen testimonio en una sociedad en la que muchos miembros quieren encerrar a Dios dentro de las iglesias (mientras sigue buscando la forma de prohibirla  definitivamente) y otros pasan del todo, porque para ellos Dios es como el fútbol o los toros, puede haber gente que les guste pero la cosa no va con ellos... ¡Y sin embargo, Dios les ama y les esperará hasta el último momento de sus vidas!

... Pero aún hoy en día, en esta sociedad llena de ídolos que intentan suplir a Dios sin conseguirlo, el problema sería que sólo tuviéramos manifestaciones externas de Fe, y que nuestra vida de oración no existiera... ¡Y qué importante es la oración! Tanto que la Beata Madre Teresa de Calcuta, le aconsejo a un sacerdote que fue a verla lleno de problemas: "pues si quieres que se solucionen todos tus problemas haz una hora diaria de oración y no ofendas nunca a Dios." ... ¡Este Sí que parece un camino seguro!
 
(5) Y lo mismo el ayuno, tan necesario que el mismo Jesucristo dijo: "hay demonios que no salen sino es con ayuno y oración"... (Y esta frase y Su propia Vida nos muestran la importancia que el Señor le daba al ayuno)...

... Y el ayuno también podemos hacerlo para Dios o para los hombres y el prestigio ante ellos,... (¡Dios nos libre!) ...

... ¡Pero incluso sin decírselo a nadie hay un gran peligro en la vida espiritual que es sentir orgullo y soberbia por los progresos espirituales conseguidos! (Y la soberbia parece el peor de los pecados)...

... Por eso una buena forma de afrontar el ayuno es rezar antes al Señor y pedirle que nos ayude a hacerlo y nos sostenga, y así el mérito será sólo suyo al concedernos ese regalo... ¡Porque al final quien nos sostiene y persevera es siempre el Señor!
 
Hoy os invito a orar para que el Señor purifique nuestras intenciones en nuestro ayuno, oración y limosna, y sean sólo buscando la mayor Gloria de Dios y nuestra salvación y la de nuestros hermanos... Y que a la vez recordemos que una vela no se pone debajo de la cama,... ¡Y porque pueda llegar la luz de Dios a los hombres!
 
¡ Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!

 Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
 
 A 1 día del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid)  y del Cursillo de hombres en Mallorca  del 18 al 21 de junio de 2015 AD ... Y también os pido oración por los Cursillos en Italia, Brasil y la Convivencia de Jóvenes...   
 

2 comentarios:

  1. SEGUNDA LECTURA

    Del tratado de san Cipriano, obispo y mártir, sobre el Padrenuestro

    (Caps. 13-15: CSEL 3, 275-278)

    VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD

    Prosigue la oración que comentamos: Venga a nosotros tu reino. Pedimos que se haga presente en nosotros el reino de Dios, del mismo modo que suplicamos que su nombre sea santificado en nosotros. Porque no hay un solo momento en que Dios deje de reinar, ni puede empezar lo que siempre ha sido y nunca dejará de ser. Pedimos a Dios que venga a nosotros nuestro reino que tenemos prometido, el que Cristo nos ganó con su sangre y su pasión, para que nosotros, que antes servimos al mundo, tengamos después parte en el reino de Cristo, como él nos ha prometido, con aquellas palabras: Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.También podemos entender, hermanos muy amados, este reino de Dios, cuya venida deseamos cada día, en el sentido de la misma persona de Cristo, cuyo próximo advenimiento es también objeto de nuestros deseos. Él es la resurrección, ya que en él resucitaremos, y por esto podemos identificar el reino de Dios con su persona, ya que en él hemos de reinar. Con razón, pues, pedimos el reino de Dios, esto es, el reino celestial, porque existe también un reino terrestre. Pero el que ya ha renunciado al mundo está por encima de los honores y del reino de este mundo.Pedimos a continuación: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, no en el sentido de que Dios haga lo que quiera, sino de que nosotros seamos capaces de hacer lo que Dios quiere. ¿Quién, en efecto, puede impedir que Dios haga lo que quiere? Pero a nosotros sí que el diablo puede impedirnos nuestra total sumisión a Dios en sentimientos y acciones; por esto pedimos que se haga en nosotros la voluntad de Dios, y para ello necesitamos de la voluntad de Dios, es decir, de su protección y ayuda, ya que nadie puede confiar en sus propias fuerzas, sino que la seguridad nos viene de la benignidad y misericordia divinas. Además, el Señor, dando pruebas de la debilidad humana, que él había asumido, dice: Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mi ese cáliz, Y, para dar ejemplo a sus discípulos de que hay que anteponer la voluntad de Dios a la propia, añade: Pero, no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.La voluntad de Dios es la que Cristo cumplió y enseñó. La humildad en la conducta, la firmeza en la fe, el respeto en las palabras, la rectitud en las acciones, la misericordia en las obras, la moderación en las costumbres; el no hacer agravio a los demás y tolerar los que nos hacen a nosotros, el conservar la paz con nuestros hermanos; el amar al Señor de todo corazón, amarlo en cuanto Padre, temerlo en cuanto Dios; el no anteponer nada a Cristo, ya que él nada antepuso a nosotros; el mantenernos inseparablemente unidos a su amor, el estar junto a su cruz con fortaleza y confianza; y, cuando está en juego su nombre y su honor, el mostrará en nuestras palabras la constancia de la fe que profesamos, en los tormentos, la confianza con que luchamos y, en la muerte, la paciencia que nos obtiene la corona. Esto es querer ser coherederos de Cristo, esto es cumplir el precepto de Dios y la voluntad del Padre.

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  2. PRIMERA LECTURA

    Del libro de los Jueces 6, 1-6. 11-24a

    VOCACIÓN DE GEDEÓN

    En aquellos días, los hijos de Israel hicieron lo que desagradaba al Señor, y el Señor los entregó durante siete años en manos de Madián, y la mano de Madián pesó sobre Israel. Para escapar de Madián, los israelitas utilizaron las hendiduras de las montañas, las cuevas y las cumbres escarpadas. Cuando sembraba Israel, venía Madián con Amalec y los hijos del oriente, subían contra Israel y acampaban en sus tierras hasta la entrada de Gaza. No dejaban víveres en Israel, ni ovejas ni bueyes ni asnos, porque subían numerosos como langostas, con sus ganados y sus tiendas. Ellos y sus camellos eran innumerables e invadían el país para saquearlo. Así Madián redujo a Israel a una gran miseria y los israelitasclamaron al Señor.Vino el ángel del Señor y se sentó bajo el terebinto de Ofrá, que pertenecía a Joás de Abiezer. Su hijo Gedeón estaba trillando el trigo en el lagar para ocultárselo a Madián, cuando el ángel del Señor se le apareció y le dijo:«El Señor está contigo, valiente guerrero.»Gedeón contestó:«Perdón, señor mío. Si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ocurre todo esto? ¿Dónde están todos esos prodigios que nos cuentan nuestros padres cuando dicen: "Acaso no nos sacó el Señor de Egipto"? Pero ahora el Señor nos ha abandonado, nos ha entregado en manos de Madián.»Entonces el Señor se volvió hacia él y le dijo:«Ve con esa fuerza que tienes, y salvarás a Israel del poder de Madián. ¿No soy yo acaso el que te envía?»Le respondió Gedeón:«Perdón, señor mío, ¿cómo voy a salvar yo a Israel? Mi clan es el más pobre de Manasés y yo el último en la casa de mi padre.»El Señor le respondió:«Yo estaré contigo y derrotarás a Madián como si fuera un solo hombre.»Gedeón le dijo:«Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú el que me hablas. No te marches de aquí, por favor, hasta que yo vuelva. Te traeré mi ofrenda y la pondré delante de ti.»Él respondió:«Me quedaré hasta que vuelvas.»Gedeón se fue, preparó un cabrito y, con una medida de harina, hizo unas tortas ázimas; puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla y los llevó bajo el terebinto. Cuando se acercaba, le dijo el ángel del Señor:«Toma la carne y las tortas ázimas, ponlas sobre esa roca y vierte el caldo.»Gedeón lo hizo así. Entonces el ángel del Señor extendió la punta del bastón que tenía en su mano y tocó la carne y las tortas ázimas. Salió fuego de la roca, consumió la carne y las tortas, y el ángel del Señor desapareció de su vista. Entonces Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor y exclamó:«¡Ah, mi señor, el Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!»El Señor le respondió:«La paz sea contigo. No temas, no morirás.»Gedeón levantó en aquel lugar un altar al Señor y lo llamó «el Señor es la paz».

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