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lunes, 27 de julio de 2015

27. "De pequeñas semillas que dan la Vida" (Mt 13,31-35):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (Mt 13,31-35):

"En aquel tiempo, (1) Jesús propuso esta otra parábola a la gente: (2) «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
(3) Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.»
(4) Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. (5)Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.»
".


(1) Me gusta el verbo que utilizan: "propuso", porque refleja la esencia de un Dios que propone y no impone... Que propone y que respeta nuestra libertad hasta las últimas consecuencias, y que ya decidamos ser asesinos o dar nuestra vida por los demás va a respetar nuestra decision,... Nos seguirá invitando a ir hacia a Él, a cambiar de vida para no pasar toda la eternidad lejos de Él, en compañía de nuestros demonios,... ¡Pero no romperá nuestra voluntad! Simplemente propone.... ¡Y sigue amándonos elijamos lo que elijamos!

... Y el Evangelio comienza proponiéndonos una parábola....

(2) ...El Señor comienza a enseñar, y nos transmite una imagen, para que desde esa imagen nosotros vayamos intentando acercarnos paso a paso a la Sabiduría de Dios,... (Porque sólo Dios es la fuente de toda sabiduría y lo demás es conocimiento humano y poco más...)

Y la imagen de hoy es un grano de mostaza, que si lo ponemos en nuestro dedo es apenas un punto,... ¡Muchísimo más pequeño incluso que una semilla de uva!

Y la imagen sigue con cada uno de nosotros sembrando en nuestra huerta ese grano de mostaza,... (Y es importante que la huerta sea la nuestra, y que cada uno mismo sea el que siembre,... Porque la Palabra de Dios puede transmitirse, pero una vez escuchada es el receptor el que debe decidir si sembrarla o no en su huerta,... ¡Nadie puede hacerlo por él! Precisamente porque la Fe se propone, y no se impone,...).

Y he aquí que sucede un pequeño milagro, que esa pequeña semilla que nosotros mismos plantamos en nuestro huerto, se convierte en un arbusto grande, capaz de acoger vida en su interior,... ¡O sea, que esa pequeña semilla fue puesta en nuestra tierra por nosotros, fue creciendo y cogiendo espacio e importancia en nuestro huerto! Al principio cualquier lechuga era mucho mayor, pero pronto comenzó a crecer, y siguió creciendo, y llegó a ser el centro del huerto,... (y es que si plantamos la semilla de la Palabra, no cultivamos a la vez zarzas que la ahoguen, no la arrancamos y la cuidamos un poquito, al final será tan importante que será lo primero que veamos en nuestro huerto cada día)... ¡Y la recompense será que tendremos Vida! (¡Vida con mayúsculas! ¡Vida Eterna!...)

...Y así, esa semilla pequeña que pusimos se hará el centro del huerto por Gracia de Dios,...

...Y si miro hacia atrás me sorprendo, como Dios llegó a mi vida "por casualidad" y como poco a poco se fue haciendo un hueco cada vez más importante, hasta ocupar todo el centro del huerto y dándole Vida y Color,... Y es que ya decía San Francisco de Sales, algo así como que el Amor de Dios emerge siempre desde dentro del interior del alma diciendo: "O Rey o nada",... (Es decir, que siempre propone, pero que si le aceptamos no se va a conformar con quedarse escondido en un rincón.... ¡O Rey o nada!)...

(3) ...Y cuando aún no se han apagado los ecos de la primera parábola, el Señor dice otra que incide sobre la misma idea,...

...Ahora la idea es la levadura, que es capaz de hacer que todo fermente y dé consistencia y dé volumen lo que fue casi plano,... ¿Y es que porque vivir una vida en minúsculas y plana; si podemos vivirla con mayúsculas y en tres dimensiones? ¿Por qué vivir una vida en blanco y negro, si podemos vivir una Vida DE COLORES?

(4) E incide de nuevo en que el Señor les expuso todo en parábolas,... ¡Ese método que nos lleva de la imagen a unas ideas muy superiores que nunca podremos llegar a comprender del todo! Y que siempre nos puede acompañar, e irse enriqueciendo según nosotros vayamos creciendo en la Fe y en Sabiduría,...

(5) "Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.» ".

Y es que solamente en Jesucristo se cumple este oráculo, y solo Él pudo explicarnos cosas a las que nunca habríamos podido llegar por medio del conocimiento humano: como la misma esencia de la Divinidad y la Santísima Trinidad de tres personas en Un Solo Dios,... Y es que, "nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quién se lo quiera enseñar"....

Mi oración hoy es por todos aquellos que están pensando si aceptar la Palabra de Dios, cogerla entre sus dedos y sembrarla en su huerto,... ¡Porque hoy sea el día para hacerlo y hagan eso que sólo ellos pueden hacer! Y porque los que ya lo hicimos sigando regándola, no la arranquemos, ni sembremos zarzas que puedan dañar a tan salvífico arbusto....

¡Feliz día del Señor hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).
 
 Del 2 al 28. 08.2015 AD - EL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD DE MADRID EN MISIÓN EN SAN JOSÉ DE SISA, MOYOBAMBA (PERÚ)

Cursillo de Hombres nº53 del 6 al 9 de agosto en la Ciudad de Juayua Diócesis de Sonsónate
El Salvador.


Del 12 al 15. 08.2015 AD - Cursillo nº 722 de mujeres de la Diócesis de Zamora (México).

DIÓCESIS DE ALCALÁ DE HENARES (MADRID, ESPAÑA):

Del 9 al 12 de octubre de 2015 AD - Cursillo nº 67 Mixto.
Del 4 al 7 de diciembre de 2015 AD - Cursillo nº 68 Mixto.
 





1 comentario:

  1. SEGUNDA LECTURA De los sermones de san Cesáreo de Arlés, obispo(Sermón 25,1: CCL 103,111-112)LA MISERICORDIA DIVINA Y LA MISERICORDIA HUMANADichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dulce es el nombre de misericordia; hermanos muy amados; y, si el nombre es tan dulce, ¿cuánto más no lo será la cosa misma? Todos los hombres la desean, mas, por desgracia, no todos obran de manera que se hagan dignos de ella; todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los que quieren practicarla. Oh hombre, ¿con qué cara te atreves a pedir, si tú te resistes a dar? Quien desee alcanzar misericordia en el cielo debe él practicarla en este mundo. Y, por esto, hermanos muy amados, ya que todos deseamos la misericordia, actuemos de manera que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que nos libre después en el futuro. Hay en el cielo una misericordia, a la cual se llega a través de la misericordia terrena. Dice, en efecto, la Escritura: Señor, tu misericordia llega al cielo. Existe, pues, una misericordia terrena y humana, otra celestial y divina. ¿Cuál es la misericordia humana? La que consiste en atender a las miserias de los pobres. ¿Cuál es la misericordia divina? Sin duda, la que consiste en el perdón de los pecados. Todo lo que da la misericordia humana en este tiempo de peregrinación se lo devuelve después la misericordia divina en la patria definitiva. Dios en este mundo, padece frío y hambre en la persona de todos los pobres, como dijo él mismo: Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. El mismo Dios que se digna dar en el cielo quiere recibir en la tierra. ¿Cómo somos nosotros, que, cuando Dios nos da, queremos recibir y, cuando nos pide, no le queremos dar? Porque, cuando un pobre pasa hambre, es Cristo quien pasa necesidad, como dijo él mismo: Tuve hambre, y no me disteis de comer. No apartes, pues, tu mirada de la miseria de los pobres, si quieres esperar confiado el perdón de los pecados. Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, él es quien se digna padecer hambre y sed en la persona de todos los pobres; y lo que reciba aquí en la tierra lo devolverá luego en el cielo. Os pregunto, hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la iglesia? Ciertamente la misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena, y recibiréis la misericordia celestial. El pobre te pide a ti, y tú le pides a Dios; aquél un bocado, tú la vida eterna. Da al indigente, y merecerás recibir de Cristo, ya que él ha dicho: Dad, y se os dará. No comprendo cómo te atreves a esperar recibir, si tú te niegas a dar. Por esto, cuando vengáis a la iglesia, dad a los pobres la limosna que podáis, según vuestras posibilidades.

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