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martes, 26 de mayo de 2015

26."¡Por premios que no quede!" (Mc 10, 28-31):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy la lectura del santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos. (Mc 10, 28-31):
 
"En aquel tiempo, (1) Pedro se puso a decirle a Jesús:–Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. (2) Jesús dijo: –Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, (3) con persecuciones–, (4) y en la edad futura, vida eterna. (5) Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros."
 
(1) Los Apóstoles, (como nosotros, ...o al menos como yo), dejan todo por seguir a Jesucristo... ¡Menos a sí mismos! (Así que le acompañan también con todas sus imperfecciones... ¡qué también van en el lote!). Y aquí San Pedro, por interés humano le recuerda al Señor que todos los Apóstoles lo han dejado todo por seguirle...

... Aunque no sólo se preocupa por él y habla en nombre de todos los Apóstoles... (Con lo que tendrá interés humano, pero no egoísmo)... Y quizá eso muestre también que la idea no fue suya, sino que algún/os Apóstol/es le preguntaron antes a él, y él sólo es el que viene a decir a Jesús si les va a tener cuenta haberlo dejado todo por Él...
 
(2) Y el Señor le contesta que el que abandone por Jesucristo o por predicar el Evangelio: "hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras"; recibirá en este mundo cien veces más de todo ello...

... Y atención que en la lista no está puesto "mujer o marido" y supuestamente San Pedro era un hombre casado (por el Evangelio lo que sabemos realmente es que tenía suegra, pero no sabemos si era viudo o estaba casado)...

... ¿Sería lógico que si el Maestro estaba hablando con un hombre casado omitiera justo decir "o mujer o marido"? (En mi opinión, que se puede compartir o no, San Pedro era viudo... Por eso cuando el Señor cura a la suegra de Pedro, acto seguido se pone a servir y no menciona nada de su mujer o hijos...) ...

... Pero lo importante es que se les dará más casas: (aquellas que les acogerán cuando lo necesiten); más hermanos y hermanas... ¡en Cristo Jesús!; más hijos... ¡espirituales!
 
(3) Pero no habrá sólo premios... ¡también persecuciones! (Así que, quizá humanamente ya no compense tanto... ¡Porque a nadie nos gusta que nos persigan!)...
 
(4) Pero, además habrá un premio aún más importante: "y en la edad futura, vida eterna"... ¡Esto sí compensa las persecuciones!
 
(5) Y la frase no es como suele decirse: "Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos"... ¡NO! Sino "Muchos primeros serán últimos, y  muchos últimos primeros"... O sea que no les pasará a todo el mundo, pero sí, muchos que hayan conocido el Evangelio en su juventud, (o al comienzo de la predicación del Señor) serán los últimos por su tibieza...)...

... Y es que como dice otro pasaje del Evangelio: "el que persevere HASTA EL FINAL se salvará..."
 
Mi oración hoy por que el Señor nos dé los dones de la conversión y la perseverancia finales y nos regale una vida para mayor Gloria suya...
 
¡ Feliz día hermanos! ¡ Besos y abrazos DE COLORES!

 Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).

 

A 11 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (M) del 4 al 7 de junio de 2015 AD.
A 25 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid) del 18 al 21 de junio de 2015 AD
 
 

2 comentarios:

  1. PRIMERA LECTURA

    De la primera carta a los Corintios 15, 20-34

    LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS

    Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que durmieron. Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo. Pero cada cual en su rango: Cristo como primicia; luego los de Cristo en su venida. Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad. Porque debe él reinar “hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies”. El último enemigo en ser destruido será la muerte. Porque “ha sometido todas las cosas bajo sus pies”. Mas cuando diga que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas. Cuando hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todo. De no ser así ¿a qué viene el bautizarse por los muertos? Si los muertos no resucitan en manera alguna ¿por qué bautizarse por ellos? Y nosotros mismos ¿por qué nos ponemos en peligro a todas horas? Cada día estoy a la muerte ¡sí hermanos! gloria mía en Cristo Jesús Señor nuestro, que cada día estoy en peligro de muerte. Si por motivos humanos luché en Éfeso contra las bestias ¿qué provecho saqué? Si los muertos no resucitan, “comamos y bebamos, que mañana moriremos”. No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» Despertaos, como conviene, y no pequéis; que hay entre vosotros quienes desconocen a Dios. Para vergüenza vuestra lo digo.

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  2. SEGUNDA LECTURA

    De los sermones de san Agustín, obispo (Sermón 171,1-3. 5: PL 38, 933-935)

    ESTAD SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR

    El Apóstol nos manda alegrarnos, pero en el Señor, no en el mundo. Pues, como afirma la Escritura: El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. Pues del mismo modo que un hombre no puede servir a dos señores, tampoco puede alegrarse en el mundo y en el Señor.Que el gozo en el Señor sea el triunfador, mientras se extingue el gozo en el mundo. El gozo en el Señor siempre debe ir creciendo, mientras que el gozo en el mundo ha de ir disminuyendo hasta que se acabe. No afirmamos esto como si no debiéramos alegrarnos mientras estamos en este mundo, sino en el sentido de que debemos alegrarnos en el Señor también cuando estamos en este mundo.Pero alguno puede decir: «Estoy en el mundo, por tanto, si me alegro, me alegro allí donde estoy.» ¿Pero es que por estar en el mundo no estás en el Señor? Escucha al apóstol Pablo cuando habla a los atenienses, según refieren los Hechos de los apóstoles, y afirma de Dios, Señor y creador nuestro: En él vivimos, nos movemos y existimos. El que está en todas partes, ¿en dónde no está? ¿Acaso no nos exhortaba precisamente a esto? El Señor está cerca; nada os preocupe.Gran cosa es ésta: el mismo que asciende sobre todos los cielos está cercano a quienes se encuentran en la tierra. ¿Quién es éste, lejano y próximo, sino aquel que por su benignidad se ha hecho próximo a nosotros?Aquel hombre que cayó en manos de unos bandidos, que fue abandonado medio muerto, que fue desatendido por el sacerdote y el levita y que fue recogido, curado y atendido por un samaritano que iba de paso, representa a todo el género humano. Así, pues, como el Justo e Inmortal estuviese lejos de nosotros, los pecadores y mortales, bajó hasta nosotros para hacerse cercano quien estaba lejos.No nos trata como merecen nuestros pecados, pues somos hijos. ¿Cómo lo probamos? El Hijo unigénito murió por nosotros para no ser el único hijo. No quiso ser único quien, único, murió por todos. El Hijo único de Dios ha hecho muchos hijos de Dios. Compró a sus hermanos con su sangre, quiso ser reprobado para acoger a los réprobos, vendido para redimirnos, deshonrado para honrarnos, muerto para vivificarnos.Por tanto, hermanos, estad alegres en el Señor, no en el mundo: es decir, alegraos en la verdad, no en la iniquidad; alegraos con la esperanza de la eternidad, no con las flores de la vanidad. Alegraos de tal forma que, sea cual sea la situación en la que os encontréis, tengáis presente que el Señor está cerca; nada os preocupe.

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