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martes, 14 de abril de 2015

XIV. "Entrevista a Nicodemo" (Jn 3, 11-15):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! En este tiempo gozoso de Pascua nos llega la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan. (Jn 3, 11-15):
 
"En aquel tiempo, dijo (1) Jesús a Nicodemo: —«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu» (2) Nicodemo le preguntó: —«¿Cómo puede suceder eso?» (3) Le contestó Jesús: —«Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? (4) Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. (5) Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? (6) Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.(7) Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.»
 
Y en este tiempo de Pascua, ha hecho un esfuerzo la productora y hoy tenemos a uno de los protagonistas del Evangelio del día: ¡A San Nicodemo!
 
- ¡Buenos días hermano!

+ ¡La paz contigo!
 
- Sí. Mucho mejor. ¡La paz contigo! Y lo primero darte la enhorabuena por poder estar ya gozando de la PAX de Dios...
 
+ Pues ya lo ves... ¡Llegar es posible! Es más, va a ser lo único importante de vuestras vidas. ¡Y pobre de aquel que no lo consiga! ¡Vaya desperdicio de vida!
 
- ¿Cómo fue tu conversión a Jesucristo? ¿Qué opinas de aquellos hermanos de Sanedrín que lo vivieron como una traición a la Ley de Moisés?
 
+ ¡Traición no! ¡Sublimación! ¡Traición hubiera sido no seguir al Mesías y no aceptarlo teniéndolo en frente!
 
- Pero imagino que te fue difícil al principio...
 
+ Bueno yo ya estaba con Dios. ¡Dios era el centro de mi vida! Y yo confiaba en que un día llegaría el Mesías, es más tenía la íntima certeza de que lo vería... Y cuando escuché por primera vez al Señor, Su Autoridad, Su PAZ, Su ausencia de vanidad y de mundanidad y vi sus milagros supe que ya no tenía que esperar más... ¡El Mesías estaba frente a mí!
 
- Pero ¿desde entonces ya dejaste todo y seguiste a Jesucristo?
 
+ ¡No! ¡Ojalá lo hubiera hecho pero no fue así! Seguí mi vida cotidiana pero mis deseos de volver a encontrarme con Él crecían en mi interior... ¡Y cuando ya no pude más fui a verle en medio de la noche! Y este es el momento que San Juan explica entre ayer y hoy...
 
- ¿Y desde entonces ya fuiste cristiano?
 
+ ¡Jajaja! ¿cristiano? ¡Esa palabra aún no había nacido! Desde esa noche tuve la absoluta certeza de que Jesús era el Cristo.
 
- Pero ¿seguiste tu vida normal?
 
+ Sí y no. Hacía lo mismo más o menos, pero poniendo el corazón y el Espíritu por encima de las normas...
 
- ¿Y no te hubiera gustado dejarlo todo y seguir al Maestro?
 
+ Desde el Cielo, todos las  posibilidades jamás realizadas carecen de sentido. Aquí sólo se valora haber llegado a Dios a pesar de todos mis errores...
 
- ¿Errores? Antes de que se me olvide quiero darte las gracias porque fuiste valiente para rendir un último homenaje al cuerpo sin vida de Jesucristo. Y con ungüento de mirra cubriste las heridas que mis pecados ayudaron a causarle... ¡Yo le herí y tú ungiste sus heridas! ¡Muchas gracias!
 
+ ¡También yo fui culpable de sus heridas! ¡Y no fui capaz de defenderle!
 
- Al menos lo intentaste... ¿Qué podías hacer frente a un Sanedrín fanático?
 
+ ¡Yo pude escuchar cada uno de los azotes! (No tuve fuerza para mirar)... Yo vi al Señor destrozado y le vi partir con la cruz, debilitado y cuando su cuerpo era un baño de sangre... ¡Y no fui capaz de hacer nada!
 
- ¡No hubieras podido hacer nada! ¡Eran demasiados y demasiado poderosos!
 
+ ¡Siempre se puede hacer algo! ¡Siempre se puede hacer más! Al menos soy un ejemplo, de que cualquiera, a pesar de sus errores (aunque estos sean graves) puede llegar a Santo con la ayuda de Dios...
 
- ¡Y no es poco! ¡Quien pudiera...! - ¿Puedo pedirte un último favor? ¿ Me comentarías el Evangelio de hoy?
 
(Y sin más preámbulos comienza a hacerlo...)
 
(1) El Señor me habló aquí y me transmitió de nuevo la misma idea: ¡Había que nacer de nuevo para poder llegar a Dios! Sus palabras estaban llenas de Amor y de paz y tenía el don de hacer que el tiempo se detuviese y careciese de importancia. Sus palabras estaban llenas de Verdad y sabiduría, y eran como aquel viento que fijaba como modelo de todo aquel que nacería del Espíritu...
 
(2) ¡Yo quería nacer del Espíritu! ¡Pero no sabía cómo! (Todo parecía tan difícil en esa carne mortal...)
 
(3) Y Jesucristo, me recriminó, que yo, un gran maestro de la Ley a ojos humanos no lo comprendiese... ¡Pero no me recriminaba la falta de conocimientos, sino la falta de Amor! Y es que a la plenitud de la comprensión de la Ley sólo se llega desde el Amor y la oración...
 
(4) ¡Y Jesucristo verdaderamente hablaba de lo que sabia! Él, Dios y hombre verdadero ¡tenía verdadero conocimiento de ambas naturalezas!...
 
(5) ... y si no le creíamos en sus enseñanzas terrestres, ... ¿Cómo íbamos a poder asimilar las del Cielo? (Si ni siquiera comprendíamos que era la Caridad, ¿cómo podríamos entender lo que es la Trinidad?)...
 
(6) Y sólo Jesucristo había estado ya en el Cielo para poder conocerlo, ¡¡porque sólo Él había bajado de él Cielo!!
 
(7) Y esto no lo entendí entonces. ¿Cómo podría ser colocado el Rabí en un estandarte? Pero aquel día, cuando le vi en la cruz, me imaginé al estandarte de Moisés y supe que yo también había sido sanado del veneno de mi pecado,...
 
- ¡El último favor que te pido! ¿Rezarás por mí y por todos nosotros, para que un día podamos estar también junto a Dios?
 
+ ¡Siempre! ¡Vuestras batallas son nuestras batallas! Y créeme, si pudieraís ver un segundo el Amor de Dios ¡jamás volveríais a pecar!
 
- Espero poder darte un día en el Cielo el fuerte abrazo que hoy no te puedo dar,... ¡cuando nuestros cuerpos estén glorificados! ¡La PAX contigo!
 
+ Amén. ¡Sí. Créeme. Lo está!
 
Mi oración hoy porque todos podamos un día reunirnos con él en el Cielo. ¡¡San Nicodemo Ora Pro Nobis!!!

 Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere). 

 

A 11 días del Cursillo Mixto en Loeches (Madrid) del 23 al 26 de abril de 2015 AD.
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  A 30 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 15 al 17 de mayo de 2015 AD.

A 51 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (M) del 4 al 7 de junio de 2015 AD.

A 65 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid) del 18 al 21 de junio de 2015 AD   

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