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lunes, 2 de marzo de 2015

2. "Perdón y compasión. Y no juicio o condena..." (Lc 6, 36-38:)

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy lectura del santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas. Hoy Lc 6, 36-38:
 
"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:– (1) «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; (2) no juzguéis, y no seréis juzgados; (3) no condenéis, y no seréis condenados; (4) perdonad, y seréis perdonados; (5) dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
 
(1) Compasión, es una palabra que procede del latín y significa "padecer con" (Cum + pathos). Es sufrir con los que sufren, (no sólo dolor físico). Y la forma de hacerlo es como Dios lo hace. Dios es el ejemplo de hasta que punto debemos ser compasivos nosotros. ¿Y cómo es Dios compasivo? Pues ve nuestro sufrimiento y desciende hasta él, nos coge en sus hombros y nos saca del agujero profundo (en el que muchas veces nosotros mismos nos hemos metido, palada tras palada, hemos ido tirando la tierra fuera, y de repente cuando nos damos cuenta de que no podemos salir de este, si acudimos a Jesucristo, Él se tira con nosotros al agujero y nos rescata... Hay un video en youtube que se llama: "Why Jesus?" y lo enseña muy bien...).
 
Por supuesto, el que más claro ve esto es el rescatado. Ese no necesita más demostración empírica ni teoría que vaya más allá de su propia experiencia...

(2) El que juzga ya no está siendo compasivo, y con eso se arriesga a ser juzgado por Dios... Porque ya ha dejado de perdonar a los que le ofenden, y por tanto no puede acudir al perdón de Dios,... (que nos pide justamente esto, perdonar para ser perdonados,...)

El que juzga se sitúa en una posición de superioridad respecto al juzgado (cosa que ninguno tenemos sobre otro hermano)...

(3) Pero hay una cosa peor que juzgar a otro: ¡condenarle! Y es que muchas veces todos condenamos sin juzgar: son los prejuicios.

Cuando no soportamos a una persona nada más verla. Creemos que podemos saber lo que piensa o siente. A veces se le encuadra en un determinado grupo para demonizarle y ya está: ¡condenado!

(4) Y frente a juzgar y condenar, se nos ofrece una alternativa mejor y más difícil: ¡Perdonar!
Es más, a veces parece imposible y sin embargo, es el único camino.... Porque ¿cuáles son las alternativas a perdonar? ¿El odio? ¿Mantener vivo el rencor? ¿Fomentar el desprecio? ¡Todas sin estériles y dañan al que las vive!

Una vez leí una frase que me encantó: "El rencor es el veneno que uno se bebe por odio a otra persona"... (¡Y así es! El que se envenena lentamente es el que odia...)

(5) ...Y aquí hace una invitación a ser generosos para recibir generosidad... y todo lo generosos que seamos es todo lo que recibiremos,...

Mi oración hoy porque Dios nos regale el don de poder perdonar siempre, de ablandar nuestro corazón para que podamos compadecernos con el que sufre y fuerza para aceptarlo y no juzgar ni condenar a los demás,... Y para que cuando nos equivoquemos, (que va en nuestra naturaleza), acudamos al único que nos puede perdonar, en el Sacramento del perdón, que es dónde Jesucristo nos abraza de nuevo....

¡¡Feliz día hermanos!! ¡Besos y abrazos DE COLORES!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).


 
Día 13 de Cuaresma.
 
 
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A 3 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 5 al 8 de marzo de 2015 AD.
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A 17 días Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 19 al 22 marzo de 2015 AD.
A 54 días del Cursillo Mixto en Loeches (Madrid) del 23 al 26 de abril de 2015 AD.
A 73 días del Cursillo Mixto en Villalba (Madrid) del 15 al 17 de mayo de 2015 AD.
A 94 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (M) del 4 al 7 de junio de 2015 AD.
A 108 días del Cursillo Mixto en Collado Villalba (Madrid) del 18 al 21 de junio de 2015 AD. 
 
 

2 comentarios:

  1. PRIMERA LECTURA

    Dan 9, 4b-10

    Lectura del libro del profeta Daniel

    Señor, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y eres leal con los que te aman y cumplen tus mandamientos. Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos, los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, padres y terratenientes. Tú, Señor, tienes razón, a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los habitantes de Jerusalén, a judíos e israelitas, cercanos y lejanos, en todos los países por donde los dispersaste por los delitos que cometieron contra ti. Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti. Pero, aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona. No obedecimos al Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por sus siervos, los profetas.

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  2. SEGUNDA LECTURA

    De las catequesis de san Juan Crisóstomo, obispo (Catequesis 3, 24-27: SC 50,165-167) MOISÉS Y CRISTO

    Los judíos pudieron contemplar milagros. Tú los verás también, y más grandes todavía, más fulgurantes que cuando los judíos salieron de Egipto. No viste al Faraón ahogado con sus ejércitos, pero has visto al demonio sumergido con los suyos. Los judíos traspasaron el mar; tú has traspasado la muerte. Ellos se liberaron de los egipcios; tú te has visto libre del maligno. Ellos escaparon de la esclavitud en un país extranjero; tú has huido de la esclavitud del pecado, mucho más penosa todavía.¿Quieres conocer de otra manera cómo has sido honrado con mayores favores? Los judíos no pudieron, entonces, mirar de frente el rostro glorificado de Moisés, siendo así que no era más que un hombre al servicio del mismo Señor que ellos; tú, en cambio, has visto el rostro de Cristo en su gloria. Y Pablo afirma: Nosotros todos, que llevamos la cara descubierta, reflejamos la gloria del Señor.Ellos tenían entonces a Cristo que los seguía; con mucha más razón, nos sigue él ahora. Porque, entonces, el Señor los acompañaba en atención a Moisés; a nosotros, en cambio, no nos acompaña solamente en atención a Moisés, sino también por nuestra propia docilidad. Para los judíos, después de Egipto, estaba el desierto; para ti, después del éxodo de esta vida, está el cielo. Ellos tenían, en la persona de Moisés, un guía y un jefe excelente; nosotros tenemos otro Moisés, Dios mismo, que nos guía y nos gobierna.¿Cuál era, en efecto, la característica de Moisés? Moisés —dice la Escritura— era el hombre más sufrido del mundo. Pues bien, esta cualidad puede muy bien atribuírsele a nuestro Moisés, ya que se encuentra asistido por el dulcísimo Espíritu que le es íntimamente consubstancial. Moisés levantó, en aquel tiempo, sus manos hacia el cielo e hizo descender el pan de los ángeles, el maná; nuestro Moisés levanta hacia el cielo sus manos y nos consigue un alimento eterno. Aquél golpeó la roca e hizo correr un manantial; éste toca la mesa, golpea la mesa espiritual y hace que broten las aguas del Espíritu. Por esta razón, la mesa se halla situada en medio, como una fuente, con el fin de que los rebaños puedan, desde cualquier parte, afluir a ella y abrevarse con sus corrientes salvadoras.Puesto que tenemos a nuestra disposición una fuente semejante, un manantial de vida como éste, y puesto que la mesa rebosa de bienes innumerables y nos inunda de espirituales favores, acerquémonos con un corazón sincero y una conciencia pura, a fin de recibir gracia y piedad que nos socorran en el momento oportuno. Por la gracia y la misericordia del Hijo único de Dios, nuestro Señor y salvador Jesucristo, por quien sean dados al Padre, con el Espíritu Santo, gloria, honor y poder, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

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