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jueves, 18 de marzo de 2021

JUEVES 18.3.2021 AD: "... y no me recibisteis..." (Jn 5,31-47):

 J 18. "... y no me recibisteis..." (Jn 5,31-47): 


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan (5,31-47), que nos previene sobre un peligro que nos puede suceder: leer la Sagrada Escritura sin que nos acerque más a Dios... ¡Sería una auténtica pena ir a la casa de un amigo para no querer verle ni saber de él!

Vamos a nuestro paseo de hoy con la firme convicción de que lo más importante es que nos acerque a Dios y encontrarnos con Él, para descansar en Su Palabra... ¡¡¡Y qué lo más importante es estar con Él!!!

Pidamos al Señor que lo haga posible y nos dé Su Gracia: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!: 

(1) EN aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: (2) «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí. (3) Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. (4) No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. (5) Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. (6) Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. (7) Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. (8) Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis. (9) Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. (10) Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis. (11) ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? (12) No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».

(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:"

Hoy el Señor habla a los judíos, que en el Evangelio son los que son del pueblo elegido y no acogen al Salvador. (Porque igual de judíos que ellos fue una gran parte de los primeros cristianos, pero a ellos el Evangelio les llama "santos", o "la asamblea de los santos").

Hoy en día la Salvación es patrimonio de toda la humanidad, y todos somos invitados a aceptar a Cristo. ¡Hoy todos somos el pueblo elegido! Y este mensaje, justamente, se dirige a todos los que siendo del pueblo elegido no quieren acoger la salvación: ¡Este mensaje es para todos! ¡También para ti, te creas o no cristiano, si estás dispuesto a escuchar con buena voluntad y a no dejar nunca de buscar la Verdad!

 (2) " - «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí."

Jesús reconoce que el testimonio que dé un hombre sobre sí mismo no es válido. (De hecho este es el problema de esta sociedad, que muchos se creen dioses sin serlo. Aunque su testimonio se ve más en sus actos y su forma de vida que en sus palabras ). 

Luego pone por testigo, además, a otro que da también testimonio de que Jesucristo es el Mesías,... ¡veamos quién es esa persona cuyo testimonio es verdadero!

(3) "Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad."

¡Esa persona que da Fe de Jesucristo es San Juan Bautista! ¡Él señaló a Jesús como el Mesías esperado! A quién él no es digno de desatar sus sandalias y ponerse en su lugar... (Ya vimos la figura del "goel" en Israel, que era el encargado de socorrer a una familia en situación de necesidad, y San Juan Bautista sabe que no le corresponde ocupar el puesto (eso significa desatar sus sandalias) de nuestro goel, que le corresponde sólo a Jesús;... ¡Sólo Jesucristo es nuestro Salvador!)

Pero ¿por qué Jesucristo, siendo Dios cita al Bautista para apoyarse en su testimonio? Pues porque muchos judíos creían que era santo; y, paradójicamente, creyendo sinceramente en la santidad del Bautista, no creían en lo que él decía: ¡¡¡Que Jesús era el Salvador esperado!!!

(4) "No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. "

El Señor reafirma la reflexión anterior: que Su divinidad no depende del testimonio de otro. Pero sin necesitarla, es tan humilde de usarlo si así consigue que alguien crea, se convierta y se salve. ¡Dios no tiene ningún problema en abajarse hasta nosotros para que podamos llegar a Él! (Por eso si nos endiosamos y nos ensoberbecemos, hacemos inviable Su SalvaciónÉl se hace Hombre para ponerse a nuestro nivel, y nosotros nos empeñamos en creernos dioses sin serlo... ¡Y así no podemos coincidir, ni encontrarnos donde Él quiere encontrarnos: en nuestra propia vida!)

(5) "Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz." 

El testimonio de San Juan Bautista fue grande e intenso. En su vida ardió y brilló la ascética y la santidad. Pero, Jesús nos muestra que la mayor santidad humana sólo es un instante a los ojos de Dios...

Y está bien que nos deleitemos con la vida de los santos y de Nuestra Señora, pero sin olvidar que sus vidas terrenas fueron sólo un instante de luz a los ojos de Dios... ¡Eso sí, el instante se hizo eterno cuando se incorporaron a la LUX Eterna de Dios y desde entonces brillan para siempre con la LUX de Dios! Y sus ejemplos son buenos porque nos ayudan a llegar a Dios... (o si no estaremos haciendo como los que aceptaban a San Juan Bautista como profeta y no a Jesucristo,... ¡y estaremos fallando en lo más importante!)

(6) "Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado." 

Y esto es como decirles: ¿No os dais cuenta de que el Bautista no hacía mis milagros? ¿No os dais cuenta de que todos esos signos, que nadie jamás ha hecho y nadie jamás hará, indican que yo soy el Mesías que esperáis? Y encima mis obras y el testimonio del Bautista coinciden. Entonces, ¿por qué no creéis?

(7) "Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí."

Cristo no sólo habla en nombre de Dios, ¡Eso lo hicieron ya antes otros profetas! Jesús es testimonio vivo de Dios con cada acto de su vida... 

¡¡¡Porque Jesucristo es Dios!!! Y Dios Padre, en las teofanías, da testimonio de ello: en el Bautismo del Señor, en Su  Transfiguración...

(8) "Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis."

Aquí el Maestro es muy claro: ¡No puede ver ni oír a Dios, ni acoger Su Palabra, quien no cree en Jesucristo! (Es tan clara y tan rotunda esta idea que mejor no añadir nada y basta con volverlo a leer).

 ¡Qué el Señor haga posible que una de estas duras palabras no nos sean dichas jamás a ninguno de nosotros, ni ninguno de los nuestros! ¡Eso sí sería un rotundo fracaso!

(9) "Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros."

Estos versículos me recuerdan la frase: "Al diablo no le importa que reces, que vayas a Misa, ni que leas La Biblia; si no lo aplicas a tu vida"... ¿A qué es muy acertada? ¡Pues eso mismo le pasó a nuestros protagonistas y Jesús se lo avisa para que puedan cambiar! 

El estudio de La Biblia debe hacerse abierto a la oración con Dios, para que Él pueda hablarnos y nosotros acoger Su Palabra. Pero, muchos la leen para agredir a otros (cosa por desgracia frecuente entre distintas confesiones cristianas), y otros para justificar sus propias miserias y apetencias y convertirlas en santas; y ver si pueden conocer a Dios, pero sin cambiar nada.

La prueba del algodón es si el Amor de Dios está en nosotros. Porque podemos dar un billete de 10 euros y que en nuestro corazón no haya Amor, sino lo contrario... (por eso insisto en pedir al Señor un corazón de carne, en vez del de piedra, para que no me tenga que decir un día, cuando cruce la puerta de la muerte, estas  palabras).

(10) "Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis."

¡Así es! Hay algo que nos hace rehuir enfrentarnos con Dios, y hacer cosas como leer La Biblia, ir a un Cursillo de Cristiandad o a unos ejercicios espirituales... ¿Por qué? Porque el tentador sabe que si comenzamos ese camino es posible que jamás lo abandonemos. Y, sin embargo, la misma persona termina luego leyendo libros de un gurú, de un filósofo, político o periodista, o acudiendo a cualquier  ídolo... 

Y esto lo explica muy bien Chesterton: "Cuando uno deja de creer en Dios no es que no crea en nada, es que, inmediatamente empieza a creer en cualquier cosa"

Y así se cumplen, también hoy, las palabras del Señor: "si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis."

(11) "¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios?"

Aquí el Señor nos invita a purificarnos,... ¡¡¡pero buscando a Dios!!! Y hay que tener cuidado, porque podemos admirar mucho a cualquier santo (como los seguidores del Bautista) y que, eso no nos acerque más a Jesucristo... Así que admiremos al Bautista, pero sobre todo miremos a quién señala: ¡A Jesucristo! ¡Sólo Dios es la meta definitiva!

Y sobre esto me gustó mucho una homilía de Jordi, que nos invitaba a tener mucho cuidado con no compararnos en nuestros actos con ningún hermano, (ni ateo, ni creyente), porque pudiera parecer (a nuestro punto de vista parcial) que estamos haciendo mucho comparado con la media... Pero que, ¡con quién tenemos que compararnos es con los santos! ¡¡¡Y sobre todo con Jesucristo!!! (Y es que, entonces nos daremos cuenta de que aunque creemos que hacemos mucho, realmente no hacemos casi nada).

(12) "No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?»."

Y lo mismo que decía el punto (11) sobre los santos, se lo dice el Señor a nuestros hermanos hebreos sobre Moisés y los profetas, que se dedicaron sólo a anunciar a Jesucristo y ellos no han querido escucharles de verdad, y ver sus palabras y a sus enseñanzas sobre el futuro Mesías, y por eso no han llegado a Él...

Y ese es el peligro de quedarnos encajonados en nuestros esquemas y en nuestra propia idea de Dios, en vez de hablar y escuchar a Dios con apertura de corazón y estar abiertos a que cambie nuestra vida de arriba a abajo. (Avisó Thomas Merton, del peligro de quedarnos encerrados en la falsa seguridad de una oración vocal, o de unos actos piadosos, pero realmente, tras esa rutina, no queremos encontrarnos con Dios, ni saber que quiere de nosotros. ¡Qué el Señor nos ayude a salir de nuestra zona de confort, para lanzarnos al abismo salvador de una oración sincera, directamente conectada con la Voluntad de Dios! ¡Y esto, sin duda, nos complicará la vida, y también nos dará como regalo la mayor felicidad que podamos tener y de regalo la Vida Eterna!)

Reflexión: Qué buen día sería hoy para hacer la prueba de la Caridad: ¿Hay Amor en lo que hago? Y para que, en oración sincera, pedir al Señor que purifique nuestras acciones e intenciones, (especialmente en las que vemos el corazón más duro y más frío), y pedirle a Dios que nos muestre los ídolos que aún tenemos que desterrar de nuestro corazón antes de llegar a Él,... ¡Una dura tarea, pero para eso estamos en Cuaresma, así que Siempre Adelante, Para Mayor Gloria de Dios!

Hoy os invito a que oremos por ésto y por todos los que no han llegado aún a Jesucristo, y siguen a personas o falsos ídolos. Que el Señor les dé PAX y LUX, y Fortaleza para poder llegar a Él y seguir el camino hasta el final...

Tras 441 días sigue el Libro del Sirácida (o Eclesiástico). Hoy 19, 5

"El que se goza en lo malo será condenado."


¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!



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