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lunes, 9 de diciembre de 2019

LUNES 9.12.2019 AD: "Y el poder del Señor lo impulsaba a curar." (Lc 5, 17-26):

L 9. "Y el poder del Señor lo impulsaba a curar." (Lc 5, 17-26):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (Lc 5, 17-26), que nos ayuda a seguir caminando en este Adviento. 

Prestemos atención que seguro que el Señor quiere decirnos muchas cosas a través de este Evangelio de Adviento que la Iglesia nos propone. Ahora no vamos a leer, sino a hacer oración, a adentrarnos en la Grandeza de un Dios que se hizo Hombre para que pudiéramos encontrarlo, y vamos a Él acompañados de la mejor ayuda posible: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

"(1) Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. (2) Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones. (3) En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio delante de Jesús. (4) Él, viendo la fe de ellos, dijo: (5) «Hombre, tus pecados están perdonados». (6) Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino Dios?». (7) Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados son perdonados", o decir "Levántate y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados – dijo al paralítico–: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa». (8) Y al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. (9) El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y llenos de temor decían: «Hoy hemos visto maravillas»."

(1) "Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén."

Jesucristo, estaba enseñado la Buena Noticia, y por el numeroso público que tiene vemos que pasa por un momento de mucho éxito, y, además, habían acudido allí sólo para oírle "unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. "... ¡Y esa expectación nos habla de la inmensa fama que tenía el Señor!

Así que, estos fariseos hacen una cosa buena: dejan todo y recorren muchos kilómetros sólo por ver al Señor...

Exteriormente son buenas acciones, sólo lo que las motiva puede desmerecerlas. ¡Y eso sólo lo sabe Dios! Por eso es absurdo intentar ocultar algo a los ojos de los hombres, porque Dios lee los corazones y las almas. Y esto es bueno, porque así valora también las buenas intenciones y no sólo los frutos... ¡o íbamos listos! (Al menos yo)...

(2) "Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones."

Jesucristo, está siempre en contacto con Dios Padre, y obedece a lo que Él le pide que haga, que en esta ocasión es curar...

Y esta escena nos muestra la grandeza de Dios, y Su Infinita Bondad: Dios crea a la Persona con toda Su inmensa dignidad. Nosotros le desobedecemos y pecamos, (y eso nos hace daño a nosotros y el dolor y la muerte entran en el mundo)... ¿Y qué hace Dios? ¡Sólo desea curarnos! 

De hecho lo primero que Dios hace es precisamente eso: ¡¡¡sanarnos!!!

(3) "En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio delante de Jesús."

...¡Una imagen impactante! ¡Qué me da mucho en que pensar!

1º.- El paralítico tenía muy buenos amigos o familiares, que le querían mucho, y que hacen por él lo mejor que pueden hacer: ¡llevarle hasta Dios! (Por eso, si soy cristiano y alguien está lejos del Señor y no intento acercarle a Dios, la verdad es que no lo quiero, porque le estoy privando del único regalo importante que de verdad puedo hacerle).

2º.- La Fe de los camilleros es a prueba de bomba. Y superan todos los obstáculos que se les ponen en el camino. Y lo hacen porque aman mucho, y por Amor suben al tejado, mueven losas y descuelgan al enfermo... ¡Y Dios ve el Amor que ponen al hacerlo! Y pudiendo curarle antes de que se subieran al tejado, ¡siempre quiere contar con nosotros y lo hará cuando se lo lleven!

3º.- Y mucha gente necesita que se les lleve a Jesucristo en una camilla... ¡Y muchas veces he sido testigo de ello, cuando he conocido a personas que acababan de hacer un Cursillo de Cristiandad! Y te dicen que han vuelto a nacer, y se les ve con la Alegría del primer Amor brillándoles en los ojos, llenándoles el corazón, y manifestándolo con los labios... ¡Cada vez estoy más contento con el lugar de la mies en que me ha puesto el Señor, y Cursillo tras Cursillo se va alegrando más y más mi corazón! Y hago mías las palabras de la Santa Madre Teresa de Calcuta: "A veces pensamos que lo que hacemos es solo una gota de agua en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota".

De verdad, que los que no lo hayáis hecho aún, especialmente a los que más lejos estéis (o creáis estarlo) de Dios, os recomiendo que lo hagáis sin tardanza. Porque muchos pensaron: "Eso no es para mí" y gracias a Dios terminaron diciendo que era lo mejor que les había pasado en la vida...

(4) "Él, viendo la fe de ellos, dijo:"

Jesucristo ve la Fe que ellos tenían. ¿Pero quienes son ellos? ¡Pues desde luego los camilleros todoterreno, capaces de vencer cualquier obstáculo! 

Y puede que quizá en ese ellos esté incluido también el paralítico, que pudo estar dándoles la tabarra durante mucho tiempo hasta que consiguió que le llevaran...

Sea como fuere lo verdaderamente importante es que consiguieron que el propio Dios se fijara en su inmensa Fe, y por eso les hizo el milagro... ¿Y yo? ¿Rezo con la misma Fe? ¿Y nosotros, rezamos con una Fe tan grande que mueva el corazón de Dios? ¿Tenemos una Fe tan grande capaz de vencer obstáculos o nos quedamos parados mirándolos y diciendo: "qué lástima, sino hubiera tanta gente dentro podríamos incluso pasar adentro a mi amigo para que el Señor le curara"?

Pues sí, el Señor ve la Fe que tiene cada persona, y viendo la Fe de estos hombres dirá:

(5) «Hombre, tus pecados están perdonados». 

¡Y necesitamos oírlo! ¡Necesitamos oír que nos dicen que nuestros pecados están perdonados para volver a comenzar y sentir el abrazo de Dios! Y eso el Señor lo sabía, y por eso se lo dice, y por eso instituye el Sacramento de la Penitencia, para que oigamos a través de uno de sus ministros como el mismo Jesucristo nos absuelve de todos nuestros pecados...

Por eso el confesionario es uno de los lugares más santos de la Iglesia... ¡porqué en él está Jesucristo perdonando nuestros pecados en cada confesión! ¡Cómo importante es el altar donde el Señor viene en la transubstanciación, y el ambón donde se lee la Palabra de Dios! ¡Y por supuesto el Sagrario donde está Su presencia real! (Cuidemos, veneremos y respetemos especialmente estos lugares y démosles un trato especial, mayor aún que el trato especial que merece cualquier parte de la Iglesia).

Cada vez veo el Sacramento de la Reconciliación como el mayor de los regalos que tenemos,... ¡y pensar que hubo un tiempo que me agobiaba! Y es que ya lo decía San Felipe Neri: "El diablo te quita la vergüenza para pecar y te la devuelve para confesarte". ¡Pero acudir a él siempre me llena de PAX y me renueva por dentro! 

¡Y qué bonito es oír decir: "¡Tus pecados están perdonados, vete en paz!"... Y fue bonito oírlo para el paralítico del Evangelio, y también lo es siempre para mí. ¡Y a los dos nos lo dice siempre Jesucristo en persona! (¿Hay algo más importante que hacer hoy que ponerse en paz con Dios? ¡Yo, desde luego, no lo creo!).

(6) "Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino Dios?»."

Y se nota que estos escribas y fariseos se sabían muy bien la teoría, y dan muy bien con la solución, pero no tienen Fe para creerla... ¡¡¡Sólo Dios puede perdonar pecados!!! (Ni psicólogos, ni magos, ni limpiadores de auras). Por eso si mi conciencia me remuerde, ninguno de los anteriores va a remediarlo... ¡Un sacerdote sí!

¡Y eso es lo malo! Quedarnos aparentemente cerca de Dios, pensar que le conocemos, y luego fallar en lo principal... ¡Cómo los profesionales de la religión del siglo primero! (Y en esto me siento reflejado, porque muchas veces siento que fallo en lo principal. Pero la solución siempre es la misma... ¡estar mucho más cerca de Dios!).

Y ¡Sí! ¡Jesucristo es Dios, y por eso puede perdonar pecados! Y por eso lo dice y lo hace... ¡Y por eso fue condenado a muerte! ¡¡¡Por decir que es Dios!!! Y no sólo lo dirá en el momento de su muerte, sino que lo dice, lo da a entender y actúa como tal durante todo el Evangelio... ¡Y por eso venció a la muerte y hoy está vivo! ¡Y por eso no es lo mismo creer en Él, y tenerlo como centro y cimiento de mi vida, que no hacerlo y vivir una vida sin Dios, preludio de una eternidad sin Dios!

(7) "Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados son perdonados", o decir "Levántate y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados – dijo al paralítico–: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa»."

Y esto es como decirles no sólo lo digo, actúo y hago Milagros con el Poder de Dios... ¡¡¡Porque yo soy Dios!!! Y si vosotros dejarais de lado vuestros prejuicios también lo veríais... ¡Pero no lo veis, porque no queréis ver! ¡Porque no queréis conocer la Verdad, no sea que os haga salir de vuestra zona de confort! (y es que para ellos Dios era un ídolo que podían manejar, y ver Su Poder, y oír la llamada a la conversión que les hacía el Señor les daba auténtico pavor).

En sus corazones no se cumple el "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios..." ¡Y ellos no pueden verle teniéndolo delante!

Y deja por un momento a los que sabe que no le aceptarán para atender al que acaba de perdonar los pecados. Y le dice: ..."A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa». "

Y le ofrece así la Salvación del alma, y a la vez la curación del cuerpo... ¡Sólo tiene que aceptarlas!

(8) "Y al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios."

Su Fe es grande y no replica nada a Jesús. No le dice: "¿Cómo voy a levantarme si soy un paralítico?". Sólo confía, tiene Fe y se levanta de golpe. Y se marcha a su casa, andando, y con la camilla en la mano... ¡Pero esto no es lo más importante! ¡Lo más importante es que se marcha sin pecados y dando Gloria a Dios! ¡Y haberse encontrado con Jesucristo, que le ha llevado hasta Dios, será para él mucho más importante que haber recuperado la movilidad! Y se marcha a casa muy alegre y "dando gloria a Dios"...

¡Qué no se nos olvide la oración de acción de gracias y de alabanza a Dios! (Porque si caminamos y continuamos en pie, en la vida y en la fe, es sólo gracias a Él)...

(9) "El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y llenos de temor decían: «Hoy hemos visto maravillas»."

Todos son conscientes de haber visto Milagros. Y eso les lleva al asombro, y también dan Gloria a Dios, porque se alegran de haber visto en sus hermanos los Milagros del Señor (lo mismo que pasa cuando uno va a ayudar en un Cursillo de Cristiandad, que termina dando Gloria a Dios por los Milagros que ve en la vida de sus hermanos)...

Pero también les llena de temor... ¡Del santo temor de Dios! (Qué no es que Dios me de miedo, sino tener temor a perderle, temor a que un día no esté en mi vida. De ese temor hablan los versos de Santa Teresa de Jesús:

"Quédate Señor conmigo,
siempre y sin jamás partirte
y cuando decidas irte
llévame Señor contigo.
Pues el pensar que te irás
me causa un terrible duelo
de si yo sin Ti me quedo
de si Tú sin mí te vas..."

...Los versos siguen, así que os animo a leerlos y a rezar con ellos...

Reflexión: Hay paralíticos del cuerpo y paralíticos del alma. Los primeros los conocemos y sabemos distinguirlos. Los segundos podemos serlo y no saberlo. Son los que no pueden ir a Dios porque tienen quebraba su voluntad, y las piernas de su espíritu no pueden sostenerles, y hacerles caminar. A veces incluso quisieran hacerlo, pero se sienten derrotados antes de comenzar y ni siquiera lo intentarán...

Nos apenan y nos condolemos por los paralíticos del cuerpo; y, sin embargo, estamos acostumbrados a que haya muchos más del alma, que no nos dan tanta pena, y que sin embargo tienen un futuro mucho peor que los primeros,...

+ Hoy os invito a orar por todos los paralíticos de cuerpo, y sobre todo de alma. Y porque el Señor nos libere y permita que recuperemos la completa libertad de movimientos en todos los miembros y órganos del cuerpo... ¡Porque a veces quisiera que pudiera moverse todo mi corazón tibio y endurecido!... ¡Y porque el Señor siga hacienda Milagros a nuestro alrededor y no nos terminemos de acostumbrar nunca a ellos!

Y, en este noveno día de Adviento, seguimos con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 1, 5:

"La fuente de la sabiduría, ¿a quién fue manifestada?;
sus sutilezas, ¿quién las conoce?"

¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid sus semillas!!! ¡No os la quedéis sólo para vosotros!!!




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