EVANGELIO DEL MIÉRCOLES 15.3.2023 AD:
X 15: "Será grande en el Reino de los Cielos" (Mt 5, 17-19)
¡Buenos días hermanos! Hoy la Iglesia nos invita a encontrarnos con Dios en el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo, (5, 17-19), y en ella el Maestro nos aclara que no viene a abolir la Ley sino a darle cumplimiento y plenitud...
Y, sin embargo, muchas cosas cambian, y otras caen en desuso... Porque una cosa es la Ley de Dios y otra las normas humanas que quisieron desarrollarla con toda la buena intención del mundo...
En Cristo se cumple plenamente la Ley; pero a la vez el Señor hace nuevas todas las cosas, porque Su sacrificio nos devuelve a la Comunión con Dios Padre, borrando nuestro pecado con Su sacrificio. Y a partir de entonces el Bautismo nos hará entrar en la vida de Gracia y los demás Sacramentos la darán plenitud...
¿No buscaba la Ley acercarnos a Dios? ¡Pues eso, precisamente, es lo que hace Jesucristo!...
Pero vamos ya al Evangelio de hoy, en esta hora de la brisa en la que Dios quiere pasear con nosotros y devolvernos unos minutos al Jardín del Edén y a esa Comunión que Él sueña que jamás se rompió por nuestro pecado, y que desea que sea lo más plena posible: ¡Ojalá valorásemos este anhelo de Dios y lo hiciéramos nuestro! Vamos paseando con el Señor a adentrarnos en el Evangelio: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!:
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: (2) - «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: (3) no he venido a abolir, sino a dar plenitud. (4) Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. (5) El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, (6) y se lo enseñe así a los hombres (7) será el menos importante en el reino de los cielos. (8) Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»
Y, sin embargo, muchas cosas cambian, y otras caen en desuso... Porque una cosa es la Ley de Dios y otra las normas humanas que quisieron desarrollarla con toda la buena intención del mundo...
En Cristo se cumple plenamente la Ley; pero a la vez el Señor hace nuevas todas las cosas, porque Su sacrificio nos devuelve a la Comunión con Dios Padre, borrando nuestro pecado con Su sacrificio. Y a partir de entonces el Bautismo nos hará entrar en la vida de Gracia y los demás Sacramentos la darán plenitud...
¿No buscaba la Ley acercarnos a Dios? ¡Pues eso, precisamente, es lo que hace Jesucristo!...
Pero vamos ya al Evangelio de hoy, en esta hora de la brisa en la que Dios quiere pasear con nosotros y devolvernos unos minutos al Jardín del Edén y a esa Comunión que Él sueña que jamás se rompió por nuestro pecado, y que desea que sea lo más plena posible: ¡Ojalá valorásemos este anhelo de Dios y lo hiciéramos nuestro! Vamos paseando con el Señor a adentrarnos en el Evangelio: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!:
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: (2) - «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: (3) no he venido a abolir, sino a dar plenitud. (4) Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. (5) El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, (6) y se lo enseñe así a los hombres (7) será el menos importante en el reino de los cielos. (8) Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»
(1)"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:"
Hoy el Evangelio nos trae enseñanzas de Jesucristo dedicadas a los que somos sus discípulos, y queremos aprovechar sus enseñanzas en esta vida, y compartir con Él la Vida Eterna.
Hoy el Maestro nos quiere dar en este mensaje, una enseñanza muy importante para entender a las Sagradas Escrituras como lo que son: ¡¡¡Una verdadera Unidad, una totalidad sin fisuras!!! (Y las disonancias que creamos encontrar será porque aún no hemos llegado a tener la sabiduría de Dios, y eso hace que haya matices que se nos escapen; o porque estemos tratando de interpretar algo que está muy claro y sólo hay que aceptarlo).
Pero vamos directamente al mensaje del Señor:
(2) "- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas:"
El Señor lo dice porque algunos pueden pensarlo. Y, aunque muchas tradiciones eran más normas sanitarias que religiosas, les daban el mismo valor... ¡Y no es así! ¡No es lo mismo romper un Mandamiento del Decálogo, que ir contra la norma que prohíbe comer sangre de animales, y comerse una morcilla de Burgos! (Qué está claro que no puede ser pecado, como decía en clave de humor el padre D. José Antonio Sayés).
Por eso Jesucristo va quitando toda la paja que le sobra a la Ley. Y así dirá que nada que coma el hombre puede hacerle impuro, (pero sí puede hacerle impuro lo que sale de su corazón)...
Y un hebreo que oyera esto podría pensar que deja obsoletos a la Ley y a los profetas, por eso el Señor aclara, que eso justamente es lo que no ha venido a hacer... ¡Jesucristo, no viene a abolir la Ley y los profetas! Eso sería decir que no han sido ciertas sus enseñanzas. ¡No es así! ¡También son Palabra de Dios! El Señor sabe que en cada momento Dios fue revelándose poco a poco al hombre; dándole de comer el alimento que podía asimilar. ¡¡¡Y que con Él la Revelación llega a su plenitud!!! (Pero lo anterior no era falso, era lo más completo que el pueblo elegido pudo asimilar en cada momento).
(3) "... no he venido a abolir, sino a dar plenitud."
Jesús, no viene a abolir ninguna de estas materias, sino a darles plenitud... Y no sólo con su doctrina, sino ante todo con Su Vida... ¡Porque en Cristo, se cumple todo lo que anunciaron los profetas!
¡Y así en Jesucristo se consuma la historia de la salvación! ¡En Jesucristo el Amor de Dios llega a su plenitud! (Porque "nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos")...
(4) "En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley."
Y el Señor asegura que toda la Ley se cumplirá. ¡Más aún! Asegura que antes pasarán cielo y tierra que deje de cumplirse la más mínima parte de la Ley. (Pero de la Ley, no de los reglamentos que la desarrollaron según el buen entender humano).
Y es que la Ley es tan importante que Dios la grabó en nuestro interior. Y eso es algo tan grandioso, que a Kant, cuya vida fue más cristiana que su filosofía, le llevaba directamente a Dios; y decía: "Dos cosas hay que me llevan directamente a Dios: la Ley natural dentro de mí, y la de las estrellas por encima de mí. "
(5) "El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes,..."
Saltarse uno de los preceptos menos importantes de la Ley, también tendrá su castigo... (porque saltarse uno de los más importantes no nos hará ser el más pequeño del Reino de los Cielos, sino quedar excluidos de él)...
Y este pasaje del Evangelio muestra que San Juan Pablo II, en sus tiempos de obispo, tuvo una gran inspiración del Espíritu Santo, al resistirse a quitar la distinción entre pecados mortales y veniales. (Por que no es lo mismo saltarse unos que otros: ¡Los primeros impiden llegar a Dios, si uno muere con ellos! ¡Los segundos sólo (y no es poco) debilitan la vida de Gracia! ¡Hay que luchar contra ambos, pero teniendo claro que son muy diferentes! De hecho el Obispo Munilla insiste en que: "sólo consigue vencer los pecados mortales el que también lucha contra los veniales"... ¡Luego hay que esforzarse por incumplir incluso estos preceptos menos importantes!
(6) "... y se lo enseñe así a los hombres ..."
... y además de incumplirlo, quién enseñe ese mismo error a los demás será castigado y hará que uno sea el más pequeño en el Reino de los Cielos. (Pero aún sería peor cumplirlo bien, pero enseñarlo mal ¿verdad?)
Sin embargo, el problema de hoy es muy distinto: ¡Cuántos falsos maestros se dedican a sembrar directamente la semilla del mal! ¡Nunca como en este siglo se había tratado de manipular tanto las conciencias, forzándolas hasta creer en lo antinatural; ni se había insultado y atacado tanto a la Iglesia y a la Ley de Dios, intentando incluso en adoctrinar a los hijos contra su padres!
Al final Chesterton tenía razón: "Cuando le quitamos al hombre el elemento sobrenatural, no queda lo natural, ¡Queda lo antinatural!". Y si en el siglo XX este autor tuvo una visión absolutamente clarividente de la realidad; en el XXI ya podemos decir que tuvo el don de profecía,...
(7) "... será el menos importante en el reino de los cielos."
Y el castigo de ambos será que quien los cometa será el más pequeño en el Reino de los Cielos...
Luego en el Cielo habrá distintos niveles de Comunión con el Amor de Dios. (Es lógico que no tenga el mismo premio San Francisco Javier, que evangelizó y bautizó sin descanso hasta la India y Japón, que un arrepentido a última hora. Todos tendrán su denario: la Comunión Eterna con Dios, pero de diversa forma. ¡Y esto llama a esforzarnos y a combatir el pecado hasta el final!).
Sin embargo, aunque el cristianismo reconoce valora mucho el esfuerzo, no lo absolutiza como nuestra sociedad, y no establece una relación proporcional esfuerzo-mérito... Y puede haber acciones muy meritorias que le cuesten muy poco esfuerzo a quienes las hacen: Por ejemplo a una monja del Cotolengo, que se dedica a cuidar a pobres desahuciados con problemas mentales, les puede suponer poco esfuerzo lo que hace, porque está llena del Amor de Dios, y sin embargo ¡¡su mérito es inmenso!!!
(8) "Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.» "
Y el Señor sentencia con esta frase y nos muestra cual será el ideal al que tenemos todos que aspirar,...
Así pues pidamos que el Señor nos conceda el poder primero cumplirlos y luego saber transmitirlos correctamente a aquellos hermanos nuestros que no se han enterado aún de que Dios sueña con construir un Templo en su interior...
Porque sino lo cumplo no puedo tener grandeza ante Dios, ya que Le estoy ofendiendo ...
Y si lo cumplo y me lo guardo para mí, ¿voy a ser recompensado por atesorar una riqueza que no es mía, y disfrutar yo solo de ella? ...
Pero entonces ¿sólo pueden hablar de Dios los que ya son santos? ¡No! Jesucristo, cuenta con todos nosotros para llegar donde el sólo "no puede". Y no nos predicamos a nosotros mismos (gracias a Dios) sino a Jesucristo, Dios hecho Hombre, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, que sólo por Amor vino al mundo para santificar nuestra naturaleza caída con su vida, con su Pasión y Resurrección, y además enviará después Su Espíritu Santo...
¡Qué bonito sería hoy tener unos minutos para meditar la Palabra de Dios, de la Antigua a la Nueva Alianza! Tomar un rato, quizás media hora para reflexionar en las distintas etapas de la historia de la salvación, siempre a la LUX de Jesucristo, y dar gracias a Dios, porque por la Revelación podemos contemplar con total claridad lo que nuestros mayores tuvieron que vivir en sombras...
+ ¡Hoy quisiera invitaros a que orásemos porque todos nos esforcemos por cumplir y amar la Ley! ¡Pero mucho más! ¡Porque nos esforcemos por Amar de Verdad a Jesucristo, profunda e intensamente, y entonces la Ley se cumplirá sola!
Hoy el Evangelio nos trae enseñanzas de Jesucristo dedicadas a los que somos sus discípulos, y queremos aprovechar sus enseñanzas en esta vida, y compartir con Él la Vida Eterna.
Hoy el Maestro nos quiere dar en este mensaje, una enseñanza muy importante para entender a las Sagradas Escrituras como lo que son: ¡¡¡Una verdadera Unidad, una totalidad sin fisuras!!! (Y las disonancias que creamos encontrar será porque aún no hemos llegado a tener la sabiduría de Dios, y eso hace que haya matices que se nos escapen; o porque estemos tratando de interpretar algo que está muy claro y sólo hay que aceptarlo).
Pero vamos directamente al mensaje del Señor:
(2) "- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas:"
El Señor lo dice porque algunos pueden pensarlo. Y, aunque muchas tradiciones eran más normas sanitarias que religiosas, les daban el mismo valor... ¡Y no es así! ¡No es lo mismo romper un Mandamiento del Decálogo, que ir contra la norma que prohíbe comer sangre de animales, y comerse una morcilla de Burgos! (Qué está claro que no puede ser pecado, como decía en clave de humor el padre D. José Antonio Sayés).
Por eso Jesucristo va quitando toda la paja que le sobra a la Ley. Y así dirá que nada que coma el hombre puede hacerle impuro, (pero sí puede hacerle impuro lo que sale de su corazón)...
Y un hebreo que oyera esto podría pensar que deja obsoletos a la Ley y a los profetas, por eso el Señor aclara, que eso justamente es lo que no ha venido a hacer... ¡Jesucristo, no viene a abolir la Ley y los profetas! Eso sería decir que no han sido ciertas sus enseñanzas. ¡No es así! ¡También son Palabra de Dios! El Señor sabe que en cada momento Dios fue revelándose poco a poco al hombre; dándole de comer el alimento que podía asimilar. ¡¡¡Y que con Él la Revelación llega a su plenitud!!! (Pero lo anterior no era falso, era lo más completo que el pueblo elegido pudo asimilar en cada momento).
(3) "... no he venido a abolir, sino a dar plenitud."
Jesús, no viene a abolir ninguna de estas materias, sino a darles plenitud... Y no sólo con su doctrina, sino ante todo con Su Vida... ¡Porque en Cristo, se cumple todo lo que anunciaron los profetas!
¡Y así en Jesucristo se consuma la historia de la salvación! ¡En Jesucristo el Amor de Dios llega a su plenitud! (Porque "nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos")...
(4) "En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley."
Y el Señor asegura que toda la Ley se cumplirá. ¡Más aún! Asegura que antes pasarán cielo y tierra que deje de cumplirse la más mínima parte de la Ley. (Pero de la Ley, no de los reglamentos que la desarrollaron según el buen entender humano).
Y es que la Ley es tan importante que Dios la grabó en nuestro interior. Y eso es algo tan grandioso, que a Kant, cuya vida fue más cristiana que su filosofía, le llevaba directamente a Dios; y decía: "Dos cosas hay que me llevan directamente a Dios: la Ley natural dentro de mí, y la de las estrellas por encima de mí. "
(5) "El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes,..."
Saltarse uno de los preceptos menos importantes de la Ley, también tendrá su castigo... (porque saltarse uno de los más importantes no nos hará ser el más pequeño del Reino de los Cielos, sino quedar excluidos de él)...
Y este pasaje del Evangelio muestra que San Juan Pablo II, en sus tiempos de obispo, tuvo una gran inspiración del Espíritu Santo, al resistirse a quitar la distinción entre pecados mortales y veniales. (Por que no es lo mismo saltarse unos que otros: ¡Los primeros impiden llegar a Dios, si uno muere con ellos! ¡Los segundos sólo (y no es poco) debilitan la vida de Gracia! ¡Hay que luchar contra ambos, pero teniendo claro que son muy diferentes! De hecho el Obispo Munilla insiste en que: "sólo consigue vencer los pecados mortales el que también lucha contra los veniales"... ¡Luego hay que esforzarse por incumplir incluso estos preceptos menos importantes!
(6) "... y se lo enseñe así a los hombres ..."
... y además de incumplirlo, quién enseñe ese mismo error a los demás será castigado y hará que uno sea el más pequeño en el Reino de los Cielos. (Pero aún sería peor cumplirlo bien, pero enseñarlo mal ¿verdad?)
Sin embargo, el problema de hoy es muy distinto: ¡Cuántos falsos maestros se dedican a sembrar directamente la semilla del mal! ¡Nunca como en este siglo se había tratado de manipular tanto las conciencias, forzándolas hasta creer en lo antinatural; ni se había insultado y atacado tanto a la Iglesia y a la Ley de Dios, intentando incluso en adoctrinar a los hijos contra su padres!
Al final Chesterton tenía razón: "Cuando le quitamos al hombre el elemento sobrenatural, no queda lo natural, ¡Queda lo antinatural!". Y si en el siglo XX este autor tuvo una visión absolutamente clarividente de la realidad; en el XXI ya podemos decir que tuvo el don de profecía,...
(7) "... será el menos importante en el reino de los cielos."
Y el castigo de ambos será que quien los cometa será el más pequeño en el Reino de los Cielos...
Luego en el Cielo habrá distintos niveles de Comunión con el Amor de Dios. (Es lógico que no tenga el mismo premio San Francisco Javier, que evangelizó y bautizó sin descanso hasta la India y Japón, que un arrepentido a última hora. Todos tendrán su denario: la Comunión Eterna con Dios, pero de diversa forma. ¡Y esto llama a esforzarnos y a combatir el pecado hasta el final!).
Sin embargo, aunque el cristianismo reconoce valora mucho el esfuerzo, no lo absolutiza como nuestra sociedad, y no establece una relación proporcional esfuerzo-mérito... Y puede haber acciones muy meritorias que le cuesten muy poco esfuerzo a quienes las hacen: Por ejemplo a una monja del Cotolengo, que se dedica a cuidar a pobres desahuciados con problemas mentales, les puede suponer poco esfuerzo lo que hace, porque está llena del Amor de Dios, y sin embargo ¡¡su mérito es inmenso!!!
(8) "Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.» "
Y el Señor sentencia con esta frase y nos muestra cual será el ideal al que tenemos todos que aspirar,...
Así pues pidamos que el Señor nos conceda el poder primero cumplirlos y luego saber transmitirlos correctamente a aquellos hermanos nuestros que no se han enterado aún de que Dios sueña con construir un Templo en su interior...
Porque sino lo cumplo no puedo tener grandeza ante Dios, ya que Le estoy ofendiendo ...
Y si lo cumplo y me lo guardo para mí, ¿voy a ser recompensado por atesorar una riqueza que no es mía, y disfrutar yo solo de ella? ...
Pero entonces ¿sólo pueden hablar de Dios los que ya son santos? ¡No! Jesucristo, cuenta con todos nosotros para llegar donde el sólo "no puede". Y no nos predicamos a nosotros mismos (gracias a Dios) sino a Jesucristo, Dios hecho Hombre, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, que sólo por Amor vino al mundo para santificar nuestra naturaleza caída con su vida, con su Pasión y Resurrección, y además enviará después Su Espíritu Santo...
¡Qué bonito sería hoy tener unos minutos para meditar la Palabra de Dios, de la Antigua a la Nueva Alianza! Tomar un rato, quizás media hora para reflexionar en las distintas etapas de la historia de la salvación, siempre a la LUX de Jesucristo, y dar gracias a Dios, porque por la Revelación podemos contemplar con total claridad lo que nuestros mayores tuvieron que vivir en sombras...
+ ¡Hoy quisiera invitaros a que orásemos porque todos nos esforcemos por cumplir y amar la Ley! ¡Pero mucho más! ¡Porque nos esforcemos por Amar de Verdad a Jesucristo, profunda e intensamente, y entonces la Ley se cumplirá sola!