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domingo, 27 de marzo de 2022

LUNES 28.3.2022 AD: "¡¡¡Creyó en la Palabra de Jesús y se puso en camino!!!" (Jn 4, 43-54).

EVANGELIO DEL LUNES 28.3.2022 AD:

L 28. "¡¡¡Creyó en la Palabra de Jesús y se puso en camino!!!" (Jn 4, 43-54). 


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan (4, 43-54), en el que el Señor sana una enfermedad. Y esto no es lo más importante, sino que así se manifestó la Gloria de Dios y toda una familia creyó en el Señor y así se salvaron sus almas... ¡Eso fue lo importante de verdad!

Y, esto fue posible porque tuvieron Fe, Humildad y perseveraron en la oración. Porque la enfermedad no aleja ni acerca a Dios en sí misma, sino la actitud con la que la afrontamos. Desde luego es el momento en que se nos muestra más claramente nuestra debilidad y lo caduco de esta vida (que tendemos a valorarla como un absoluto, aunque la experiencia nos muestra, una y otra vez, que es limitada y temporal)...

En el Evangelio de hoy la enfermedad les lleva a confiar en Dios y a ir con Fe a Él; a perseverar en las pruebas, y a ponerse en camino y a la sanación: ¡pero no sólo del cuerpo! (que ya lo tenemos perdido hasta que sea glorificado en la Resurrección de los muertos) ¡sino también del alma!

Y buscando la salvación de nuestra alma y la de nuestros familiares y seres queridos, vamos al Evangelio de la mano del Señor, pidiéndole que nos muestre como hacerlo vida en nosotros, y con la certeza de que Él mismo lo irá haciendo así e irá actuando en nuestro interior. Si hacemos lo que este padre en el Evangelio de hoy, que me gustó tanto que la cojo como título hoy... ¡Ojalá nosotros hiciéramos lo mismo! ¡¡¡Qué creyéramos en la Palabra de Jesús y nos pusiéramos en camino!!!

Vamos al encuentro con la Palabra, "en la hora de la brisa", de la mano del Señor: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

(1) "EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado: «Un profeta no es estimado en su propia patria». (2) Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. (3) Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. (4) Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. (5) Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». (6) El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». (7) Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive». (8) El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. (9) Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea."

(1) "EN aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado: «Un profeta no es estimado en su propia patria»."

Jesús, que es galileo, vuelve a Su patria. Insiste a pesar de lo mal que fue recibido y aunque aún resuenan en la memoria de los Apóstoles Sus palabras diciendo que ningún profeta es bien recibido en Su tierra... ¡Pero el Maestro no abandona a los suyos y vuelve allí, aunque quisieron matarlo! (¡Eso sí es perdonar!).

¿Y nosotros? ¡Sí, nosotros! Que desde el Bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes. ¿Somos bien recibidos en nuestra tierra?

Si lo somos debemos dar las gracias a Dios por el ambiente tan santo en que estamos, o debemos preguntarnos si somos "cristianos secretos" y si damos nuestra alegría y consuelo o damos la Alegría del Evangelio. Lo primero no es malo, pero es limitado y temporal, y no salva almas. Lo segundo tiene Palabras de Vida Eterna y pude salvar Vidas. A veces hacer sólo un pequeño bien nos aleja de hacer lo mejor.

Por supuesto, esta reflexión es primero para mi... ¡Cuánto me queda por mejorar! ¿Cuántos no han llegado a Dios por mis respetos humanos? ¿Cuántas veces me predico yo y no a Cristo? ¿Cuántas veces mis pecados e imperfecciones alejaron y alejan a la gente de Dios? (Estemos como estemos y veamos lo que veamos, lo único importante es seguir aprovechando esta Cuaresma, y toda nuestra vida cristiana, para seguir creciendo, purificándonos e intentar llegar al encuentro con Dios los más limpios posibles y con muchos actos de misericordia).

Hoy quiero dar las gracias a Dios porque estar cerca de las 190.800 visitas, la mayoría de EEUU y España, pero también de países de Europa, Asia y América latina. ¡Incluso lo leen hermanos en países árabes a los que os mando un abrazo fuerte en el Señor!

Pero ese no es el número que busco al escribir este blog. Busco un número más pequeño para presentar al Señor, quizás un 1 o un 2... ¡Y ese será el más importante! Lo entenderemos leyendo la Carta del Apóstol Santiago5, 19-20"Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro le convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados".

Qué el Señor, que pone la semilla y hace crecer los frutos bendiga este blog y a sus lectores, y esta humilde reflexión, y a los que la comparten y difunden, para que el Evangelio nos ayude a salvar nuestras almas de la muerte y a cubrir muchos pecados... ¡¡¡Amén!!! (Así son las cosas del Señor: el que parece que ayuda es siempre el más ayudado. Y, lo más importante es el Evangelio y no la reflexión).

(2) "Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta."

Esta vez los galileos Sí creen en Jesús. No por Fe, sino por ver los milagros que el Señor hizo en Jerusalén en la fiesta. (Imagino que se refiere a la Pascua, que era la mayor de las fiestas y una de las tres celebraciones anuales por las que cada judío debía ir al Templo de Jerusalén)...

¡No han tenido otro remedio que creer en Él! ¡Al ver sus milagros! Y sus dudas se esfumaron. Y tiene mérito, porque los fariseos vieron los mismos milagros y pensaron que era obra del demonio.

Al Jesús de los milagros y signos poderosos es fácil acogerle. Al carpintero amigo de pescadores, publicanos y pecadores, ya no tanto. Y al que muere en la cruz, es muy difícil acogerle. ¡Pues mucho cuidado que no nos pase a nosotros! ¡Y nunca sabemos de que forma se nos presentará el Señor! (Como mendigo, como otro hermano, o en nuestra vida en forma de Cruz).

(3) "Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino."

Vuelve al lugar de su primer milagro: cuando convirtió el agua en vino en una boda, cuando Santa María le avisó: "No tienen vino"; y aunque Jesús repuso que su hora aún no había llegado, La Madre insiste y dice a los criados: "haced lo que Él os diga". Y Jesús transformó el agua en vino, generosamente, y no para salir del paso y sobró en abundancia y de calidad insuperable.

El vino es símbolo de la alegría. Ya el día de la boda les iba a faltar la Alegría. Y Jesús, señala la importancia del matrimonio haciendo Su primer milagro en una boda y santifica esa institución de Derecho Natural basada en la unión permanente y estable entre un hombre y una mujer. (Jesús dirá que no es estable, sino definitiva hasta la muerte de uno de los cónyuges).

Y la Virgen nos habla a todos y nos llama a la misión y nos recuerda que los que viven sin Dios: "no tienen vino" y nos dice la forma de vivir la misión: "haced lo que Él os diga". ¡La verdadera devoción a María, lleva SIEMPRE a Jesucristo!

¿Qué pensaría el Señor paseando por esas calles? ¿Recordó el milagro? ¿Pensó en otro matrimonio mayor del que Él es protagonista?: ¡¡¡Del matrimonio de Dios con Su Iglesia!!! Qué el Señor nos ayude a perseverar en este Santo Matrimonio, y a ser fieles cada uno en la vocación a la que Él nos llama y a cumplir nuestros deberes de estado hasta el final. (Será más fácil cuanto más unidos al Señor estemos)... 

(4) "Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose."

El funcionario real desaparece y se presenta al Señor  un padre desesperado por la enfermedad de su hijo. Y ve a Jesús como su única salvación. (Es menos humilde y tiene menos Fe que el centurión y sí le pide que vaya a su casa, porque necesita ver que lo hace).

(5) Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». 

Jesús no se niega pero prueba su fe y se hace de rogar. Y le hace un reproche que va para toda Galilea: ¡Qué sólo creyeron al verle hacer milagros en Jerusalén! Pero, cuando estuvo con ellos no tuvieron Fe en Él.

¡Qué fuertes son los prejuicios que nublan la vista y no nos dejan ver a Dios estando delante! Y lo mismo pasa con nuestros pecados,  ídolos, egoísmos, autosuficiencias... ¡Nos pueden estar separando de Dios, aunque Él esté frente a nosotros cada día!

(6) El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño». 

El funcionario se inquieta mas no desespera, ni se da por vencido e insiste. No se excusa (y al no excusarse reconoce su culpa y sabe que sólo cree por Sus milagros), y humilde le pide de nuevo, que le salve porque está muy grave y puede morir...

Es la oración que persevera sin ver frutos. La de Santa Mónica, que perseveró hasta que San Agustín tuvo 33 años, y que entre lágrimas fue capaz de seguir teniendo Fe y confiando en Dios, y transformó un pecador desgraciado en un Santo de Dios.

El inmenso problema de nuestra sociedad no es que haya muchos pecadores, que siempre los ha habido y los habrá, sino que los padres de hoy prefieren aceptar los pecados de sus hijos que rezar con Fe a Dios por su conversión. ¡Y eso está llevando a toda la sociedad y a muchas almas al borde del abismo!

(7) "Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive»."

Jesús le concede la salvación de su hijo y perdona en él a toda Galilea. Perdona de la mejor manera, educando antes para que puedan aprender y se arrepientan de haber rechazado al Hijo de Dios, a Dios Encarnado...

Y le comunica que su hijo ya está curado,... ¡Pero son sólo palabras! ¿creerá en ellas este pobre padre?

Y es necesario tener Fe para poder dar el primer paso. Y este Evangelio lo muestra y el funcionario debe volver a casa con Fe, sin saber si será o no curado. ¡Así es la Fe! Es necesario dar el primer paso, y responder a la llamada que Dios nos hace, para poder llegar a Él... 

Por eso lo mejor es comenzar a andar hacia Dios. El ateo puede comenzar con una oración condicionada: "Dios mío, si existes que yo también te vea". Y el que se ve puesto a prueba, por ejemplo porque ve que sus hijos están perdidos: "Sé Señor que Tu Amor es mayor que nuestro pecado, y te entrego a mis hijos, para que  hagas en ellos lo que yo no pude hacer, y para que con un milagro los devuelvas al estado de Gracia que sueñas para nosotros". ¡Y podremos incluso morir sin ver frutos, pero si perseveramos hasta el final, Dios es fiel y sabrá como hacer posible lo que vemos como imposible! ¡¡¡Ojalá que este siglo XXI pueda ver un ejército de "Santa Mónicas"!!! ¡¡¡Padres y madres capaces de cambiar el mundo con su oración y su Fe!!! ¡¡¡Amén!!!).Y recordemos que San José, murió sin ver la vida pública de Jesús... ¡Qué él, que es un gran ejemplo de confianza en Dios, nos ayude a tener Fe hasta el final y nos asista en la hora de nuestra muerte! ¡¡¡Amén!!!

(8) El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. 

Y vemos como ha ido creciendo su Fe. Primero fue tan fuerte para creer en Jesús e ir a pedírselo (Es la Fe del que comienza a hacer oración y ya tiene suficiente Fe para dirigirse a Él). ¡Pero su Fe va creciendo según habla con el Señor! ¡Y llega a ser tan grande que cuando Jesús le dice que su hijo ya está curado, lo cree y se pone en camino! ¡¡¡Su fe creció en el trato con el Señor!!!

Y podemos sacar de aquí una enseñanza: ¡Nuestra Fe irá creciendo según tratemos con el Señor! Cuanta más oración, Sacramentos, limosna y ayuno... ¡mayor será nuestra Fe! (Y si no la regamos se secará, enfermará y morirá. ¡Dios no lo permita! Y ya que sabemos como hacerla crecer,... ¡hagámoslo!).

(9) Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Sus criados le informan que su hijo sanó. Y él, conseguido lo que quería, duda (o  quiere asegurarse): "¿Fue  Jesús  quien lo curó?". (Eso pasa: la gente reza pidiendo un milagro, y si se le concede piensa: "Se ha curado, pero seguro que un milagro no ha sido")... 

Pero cuando pregunta la hora de la curación sus dudas se disipan. Y entonces la mayor curación viene a él y a su familia, y al creer en Jesús sus nombres pasan a estar escritos en El Libro de la Vida. Y es que las curaciones físicas son sólo signos de otras más importantes y profundas: ¡las del alma!

¡Cuánto tiempo dedicamos a nuestros cuerpos mortales que se pudrirán antes de la resurrección de la carne! ¡Cómo si valiesen las dietas y las horas de gimnasio para la vida eterna! ¡Y que poco tiempo invertimos en nuestra alma inmortal, en lavarla y hacerla crecer en Gracia y en conocimiento de Dios! ¿No sería bueno dedicarnos a cuidar nuestra alma al menos el mismo tiempo que a nuestro cuerpo?

+ Oremos porque deseemos vehementemente que nuestros nombres y los de los nuestros estén escritos en El Libro de la Vida y actuemos en consecuencia hasta el final de nuestra vida para que así sea. Y porque escuchemos con Amor las enseñanzas de Santa María para poder ayudar a otros hermanos: "No tienen vino"; "Haced lo que Él os diga"...

+ Por un hombre aparentemente alejado de Dios y que puede que no tenga demasiadas oraciones en su entorno, que ahora mismo agoniza... ¡Por favor rezad por él y por todos los que están como él! Porque puedan tener la LUX del arrepentimiento para alcanzar la Gracia... ¡¡¡Amén!!!

Tras 776 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que empieza a hablar del temor de Dios. Hoy 32, 18:

"El hombre juicioso no desprecia los avisos;
el orgulloso y petulante no conoce el temor."


¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!


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