EVANGELIO DEL VIERNES 18.2.2022 AD:
V 18. "El camino de la Cruz" (Mc 8, 34- 9,1):
¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (8, 34- 9,1), al que queremos ir de la mano del Señor: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!
(1) "En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, (2) y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. (3) Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; (4) pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. (5) Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? (6) Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.» (7) Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»
(1) "En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos,"
Hay mensajes del Señor, que deberían ser para alejados, pero que nos dirige también a sus discípulos. ¿Por qué? ¡Porque nos conoce! Y sabe que el tema de la Cruz y de negarse a uno mismo no tiene mucho predicamento ni siquiera entre muchos de los que nos decimos y nos sentimos cristianos...
¡Así qué lo bueno de este mensaje es que es para todos! Ateos y creyentes, porque encierra una reflexión muy rica en su interior... (pero especialmente para los que queremos seguir al Maestro...).
(2) "...y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga."
Lo primero que hay que tener claro es: ¿De quién es la cruz? Pues parece que no la manda Dios (como muchos se empeñan)... ¡NO! ¡¡¡La Cruz es nuestra!!! Y ese "su" nos lo muestra muy claro... Ya dijo San Felipe Neri: "Muy a menudo, los hombres somos carpinteros de nuestras propias cruces..."
Y vista de quién es la Cruz. (Tema muy importante para no echar la culpa a Dios de los problemas que nosotros nos vamos creando con nuestros pecados), vamos a ver que tenemos que hacer los que queramos seguir al Señor:
1º ¡Negarnos a nosotros mismos!: Renunciando a: nuestro ego, soberbia, vanidad, a pensar que siempre tenemos razón y que somos perfectos, a pensar que nos hemos hecho a nosotros mismos y que somos los mejores,... (Y esto debe de ser muy importante porque es el requisito que el Maestro pone primero)...
San Agustín corrobora esta idea y muestra los efectos de la postura contraria: "Dos amores construyeron dos ciudades: El Amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios; y el Amor a Dios hasta el desprecio de sí mismo"...
2º. ¡Cargar con nuestra cruz y seguirle!: Y esto nos muestra que la Cruz es sólo una, aunque nos parezcan muchas. Por eso podemos llevarla con la ayuda de Dios. Y nos enseña a asumir los frutos de nuestras acciones y a no huir de nosotros mismos, y a aceptar nuestros límites y situaciones concretas de cada día... ¡Pero no para quedarnos hundidos en el dolor, sino para que el Señor nos sane y las venza por nosotros, hasta que nos ayude a llegar al Cielo! (A los que no se crean dioses, carguen con su cruz, y cumplan un último requisito:)
3º. ¡Seguir al Señor!: Lo que implica seguir sus pasos, imitar su vida, escuchar Su Palabra y aplicarla a nuestra vida. ¡No ir por libre, sino detrás del Señor! (O más bien dentro de Él para estar en el Camino).
(3) "Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá;..."
Todos vamos a perder la vida, más tarde o más temprano, y centrarnos en intentar conservarla y aislarnos de los demás no nos dará ni un segundo más de vida... ¡Pero nuestro egoísmo sí puede hacernos perder la Vida Eterna!
(4) "pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."
Y Jesús nos invita a hacer como Él y a que nuestra Vida sea un sacrificio de entrega y de Amor, por Cristo y el Evangelio. ¡Es la única forma de salvar nuestra vida! Salir de nosotros, coger NUESTRA Cruz y seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida Eterna... ¡A Él todo Honor y Gloria por los siglos de los siglos! ¡Amén!
Y se puede perder de una vez, ¡cómo los mártires! O hacerlo día a día, entregándose en cada recodo del sendero, y viviendo para mayor Gloria de Dios. ¡Y ese "perder" la vida por Jesús y el Evangelio es la mejor forma de salvarla! ¡Qué el Señor nos ayude a hacerlo de la forma en que mejor cumplamos Su voluntad, y nos regale la santidad y la perseverancia final! (¡Y nosotros dejemos que arraiguen en nosotros y los reguemos abundantemente!)
(5) "Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla?"
A veces se nos vende que podemos comprar la salud... ¡No es así! Ricos o pobres moriremos irremediablemente. Entonces no nos servirán de nada todas las riquezas que hayamos ganado en la vida. Eso me recuerda a un cuento de San Juan Damasceno:
Había un reino en que los reyes se elegían pero para gobernar sólo durante diez años. Tras ese periodo de poder, prestigio y opulencia eran desterrados a una isla desierta, en la que sufrían grandes penalidades y normalmente morían de hambre o enfermedades...
Pero a pesar de eso muchos ciudadanos querían ser reyes para poder salir de sus vidas rutinarias y disfrutar de grandes lujos y placeres (aunque sabían que terminarían condenados a graves tormentos)...
Así fue década tras década, hasta que llegó un rey sabio que no se preocupó por fiestas y placeres. En vez de esto se dedicó a construirse un palacio en la isla en que sería desterrado, y llevó allí ganados, tierra fértil, construyó aljibes y embalses... Y así fue el más sabio de todos y tuvo una buena vida durante su reinado... ¡¡¡pero muchísimo mejor aún al terminarlo!!!
La moraleja de este cuento es que esta vida es el tiempo de nuestro reinado, y podemos elegir entre vivir como si no hubiera un mañana y disfrutar de placeres y comodidades, siendo esclavos de ídolos y sensualidades; o empezar a construirnos un palacio en el Cielo, cumpliendo las bienaventuranzas y los mandamientos, con una vida de oración, Sacramentos y amistad con Dios... ¿Qué elegimos?
(6) "Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»"
¡Avergonzarnos de Dios trae consecuencias dramáticas! Y si rechazamos a Dios, ya sea por vergüenza o por adorar a otros ídolos, Él también nos rechazará,...
San Felipe Neri, tenía muy claro que era el diablo el que nos tentaba con nuestra la vergüenza, y avisaba: "El demonio te quita la vergüenza para pecar y te la devuelve para confesarte". ¡Cuántas cosas hacemos que deberían avergonzarnos! Pero nos avergüenza la que más nos ayudaría a llegar a Dios. ¡Cómo para no creer en el demonio!
(7) "Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»"
¿Dónde está la Corte? ¡¡¡Dónde está el Rey!!! ¡¡¡Y Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores,...!!! Y los que lo vieron resucitado varias veces y después ascender al Padre vieron, sin duda, llegar el Reino de Dios en toda su potencia... ¡¡¡Benditos sus ojos porque vieron a Dios!!!
+ Oremos porque nuestros ojos puedan ver un día a Dios, y para ello que el Señor nos ayude a negarnos a nosotros mismos, a cargar con nuestra Cruz y a seguirle... ¡hasta el Reino de los Cielos!
+ Por los Cursillos de Cristiandad que se están celebrando este fin de semana en todo el mundo, y por todos los que se están preparando, especialmente por el de Madrid, por todos los hermanos que están compartiéndolos y disfrutándolos (o que lo harán) para que den siempre mucha Gloria a Dios con sus vidas y sigan al Señor hasta el final. Porque "el que persevere hasta el final se salvará"... ¡¡¡Amén!!!
(1) "En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, (2) y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. (3) Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; (4) pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. (5) Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? (6) Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.» (7) Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»
(1) "En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos,"
Hay mensajes del Señor, que deberían ser para alejados, pero que nos dirige también a sus discípulos. ¿Por qué? ¡Porque nos conoce! Y sabe que el tema de la Cruz y de negarse a uno mismo no tiene mucho predicamento ni siquiera entre muchos de los que nos decimos y nos sentimos cristianos...
¡Así qué lo bueno de este mensaje es que es para todos! Ateos y creyentes, porque encierra una reflexión muy rica en su interior... (pero especialmente para los que queremos seguir al Maestro...).
(2) "...y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga."
Lo primero que hay que tener claro es: ¿De quién es la cruz? Pues parece que no la manda Dios (como muchos se empeñan)... ¡NO! ¡¡¡La Cruz es nuestra!!! Y ese "su" nos lo muestra muy claro... Ya dijo San Felipe Neri: "Muy a menudo, los hombres somos carpinteros de nuestras propias cruces..."
Y vista de quién es la Cruz. (Tema muy importante para no echar la culpa a Dios de los problemas que nosotros nos vamos creando con nuestros pecados), vamos a ver que tenemos que hacer los que queramos seguir al Señor:
1º ¡Negarnos a nosotros mismos!: Renunciando a: nuestro ego, soberbia, vanidad, a pensar que siempre tenemos razón y que somos perfectos, a pensar que nos hemos hecho a nosotros mismos y que somos los mejores,... (Y esto debe de ser muy importante porque es el requisito que el Maestro pone primero)...
San Agustín corrobora esta idea y muestra los efectos de la postura contraria: "Dos amores construyeron dos ciudades: El Amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios; y el Amor a Dios hasta el desprecio de sí mismo"...
2º. ¡Cargar con nuestra cruz y seguirle!: Y esto nos muestra que la Cruz es sólo una, aunque nos parezcan muchas. Por eso podemos llevarla con la ayuda de Dios. Y nos enseña a asumir los frutos de nuestras acciones y a no huir de nosotros mismos, y a aceptar nuestros límites y situaciones concretas de cada día... ¡Pero no para quedarnos hundidos en el dolor, sino para que el Señor nos sane y las venza por nosotros, hasta que nos ayude a llegar al Cielo! (A los que no se crean dioses, carguen con su cruz, y cumplan un último requisito:)
3º. ¡Seguir al Señor!: Lo que implica seguir sus pasos, imitar su vida, escuchar Su Palabra y aplicarla a nuestra vida. ¡No ir por libre, sino detrás del Señor! (O más bien dentro de Él para estar en el Camino).
(3) "Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá;..."
Todos vamos a perder la vida, más tarde o más temprano, y centrarnos en intentar conservarla y aislarnos de los demás no nos dará ni un segundo más de vida... ¡Pero nuestro egoísmo sí puede hacernos perder la Vida Eterna!
(4) "pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."
Y Jesús nos invita a hacer como Él y a que nuestra Vida sea un sacrificio de entrega y de Amor, por Cristo y el Evangelio. ¡Es la única forma de salvar nuestra vida! Salir de nosotros, coger NUESTRA Cruz y seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida Eterna... ¡A Él todo Honor y Gloria por los siglos de los siglos! ¡Amén!
Y se puede perder de una vez, ¡cómo los mártires! O hacerlo día a día, entregándose en cada recodo del sendero, y viviendo para mayor Gloria de Dios. ¡Y ese "perder" la vida por Jesús y el Evangelio es la mejor forma de salvarla! ¡Qué el Señor nos ayude a hacerlo de la forma en que mejor cumplamos Su voluntad, y nos regale la santidad y la perseverancia final! (¡Y nosotros dejemos que arraiguen en nosotros y los reguemos abundantemente!)
(5) "Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla?"
A veces se nos vende que podemos comprar la salud... ¡No es así! Ricos o pobres moriremos irremediablemente. Entonces no nos servirán de nada todas las riquezas que hayamos ganado en la vida. Eso me recuerda a un cuento de San Juan Damasceno:
Había un reino en que los reyes se elegían pero para gobernar sólo durante diez años. Tras ese periodo de poder, prestigio y opulencia eran desterrados a una isla desierta, en la que sufrían grandes penalidades y normalmente morían de hambre o enfermedades...
Pero a pesar de eso muchos ciudadanos querían ser reyes para poder salir de sus vidas rutinarias y disfrutar de grandes lujos y placeres (aunque sabían que terminarían condenados a graves tormentos)...
Así fue década tras década, hasta que llegó un rey sabio que no se preocupó por fiestas y placeres. En vez de esto se dedicó a construirse un palacio en la isla en que sería desterrado, y llevó allí ganados, tierra fértil, construyó aljibes y embalses... Y así fue el más sabio de todos y tuvo una buena vida durante su reinado... ¡¡¡pero muchísimo mejor aún al terminarlo!!!
La moraleja de este cuento es que esta vida es el tiempo de nuestro reinado, y podemos elegir entre vivir como si no hubiera un mañana y disfrutar de placeres y comodidades, siendo esclavos de ídolos y sensualidades; o empezar a construirnos un palacio en el Cielo, cumpliendo las bienaventuranzas y los mandamientos, con una vida de oración, Sacramentos y amistad con Dios... ¿Qué elegimos?
(6) "Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»"
¡Avergonzarnos de Dios trae consecuencias dramáticas! Y si rechazamos a Dios, ya sea por vergüenza o por adorar a otros ídolos, Él también nos rechazará,...
San Felipe Neri, tenía muy claro que era el diablo el que nos tentaba con nuestra la vergüenza, y avisaba: "El demonio te quita la vergüenza para pecar y te la devuelve para confesarte". ¡Cuántas cosas hacemos que deberían avergonzarnos! Pero nos avergüenza la que más nos ayudaría a llegar a Dios. ¡Cómo para no creer en el demonio!
(7) "Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»"
¿Dónde está la Corte? ¡¡¡Dónde está el Rey!!! ¡¡¡Y Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores,...!!! Y los que lo vieron resucitado varias veces y después ascender al Padre vieron, sin duda, llegar el Reino de Dios en toda su potencia... ¡¡¡Benditos sus ojos porque vieron a Dios!!!
+ Oremos porque nuestros ojos puedan ver un día a Dios, y para ello que el Señor nos ayude a negarnos a nosotros mismos, a cargar con nuestra Cruz y a seguirle... ¡hasta el Reino de los Cielos!
+ Por los Cursillos de Cristiandad que se están celebrando este fin de semana en todo el mundo, y por todos los que se están preparando, especialmente por el de Madrid, por todos los hermanos que están compartiéndolos y disfrutándolos (o que lo harán) para que den siempre mucha Gloria a Dios con sus vidas y sigan al Señor hasta el final. Porque "el que persevere hasta el final se salvará"... ¡¡¡Amén!!!