D 13. "¡Para que podamos dar una respuesta!" (Jn 1,6-8. 19-28):
¡¡¡Buenos días hermanos!!! En este "Domingo Gaudete" (= Domingo de la Alegría, por el que entramos en la Tercera Semana de Adviento y en el que ya sentimos que muy pronto celebraremos el nacimiento del Señor) se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan, (1,6-8. 19-28); del evangelista más espiritual y cuyo Evangelio se escribió más tarde que los demás (año 90 y algo; mientras los otros tres se escribieron entre 15 y 25 años después de la muerte y Resurrección de Jesucristo...).
¡Son inmediatos al Señor! ¡¡¡Y hay 5646 copias de los Evangelios sólo del Siglo primero!!! Y aún hay quién se atreve a dudar de su veracidad a pesar del gran número de manuscritos y de las inmediatez con que se escribieron, .... (Pero nadie duda de que existió Buda, que vivió en el siglo V a. C., y los primeros escritos budistas son del siglo I a. C... ¡400 AÑOS DESPUÉS!! Ni dudan que existió Julio César, y de "la Guerra de las Galias" ¡SÓLO HAY 11 COPIAS Y ESCRITAS 900 AÑOS DESPUÉS! ... ¡Vaya con la imparcialidad de los historiadores!
Pero vamos a la Palabra de Dios, que fue gestada en el seno de la Santa Tradición de la Iglesia, a la LUX del Espíritu Santo, y en la que, Dios quiso contar con hombres para escribirla,... ¡Cómo para cada uno de los pasos de la salvación! Así que pidámosle hoy que esta LUX llegue hoy a nosotros en este encuentro: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!! :
" (1) Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: (2) éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. (3) No era él la luz, sino testigo de la luz. (4) Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» (5) Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» El dijo: «No lo soy.» «¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.» Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.» (6) Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» (7) Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando".
(1) Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
La Misión de San Juan Bautista, (y de cada uno de nosotros), no se fundamenta en nuestra santidad individual, ¡No! (Si así fuera ya me hubiera escondido a orar, hacer penitencia y a preparar mi Juicio Particular), si no en que el Bautista era "enviado por Dios".
Y siempre es Dios el que envía: capacita, sana, libera y perdona nuestros pecados y nos levanta para poder andar Su Camino.
(2) "... éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe."
Su misión es ser testigo de la Luz y hacer que la gente vaya hacia ella. ¡Él no es importante! Sólo cuenta la Verdad que conoce y señala dónde está.
Y qué bien me vino escuchar una homilía de Don Paco, recordándonos que nosotros no somos Dios, y que sólo podemos intentar hacer lo mejor posible el camino hacia el Señor. ¡Pero al final es Él el que cambia los corazones y hace nuevas todas las cosas! (Por eso podemos sembrar sin ver frutos, y puede que cuando crezcan ni siquiera los veamos, o que si los vemos crecer ni se deban a nosotros,... ¡Pero eso da igual! ¡¡¡Porque tanto las semillas como los frutos son sólo de Dios!!!
(3) "No era él la luz, sino testigo de la luz."
Ni San Juan Bautista, ni ningún santo tiene luz propia (ni siquiera La Madre). Los santos sólo se dejan llenar de la luz de Dios y así brillan reflejándola... ¡¡¡Y cómo brillan!!! (¡¡¡Y a más humildad, más Amor y más llenos de Dios, más brillo!!!)
(4) "Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» "
San Juan ha avanzado mucho en el camino de la ascética, y vive en la mayor pobreza y austeridad, en una vida de continuos sacrificios... ¡Y esta ascética le acerca mucho a Dios y eso se demuestra en su profunda humildad!
Y en seguida reconoce que él no es el Mesías, ni Elías, ni el profeta de los fariseos; pero...
(5) "Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» El dijo: «No lo soy.» «¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.» Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
¡¡¡En él Sí se cumple la profecía de Isaías!!! Él prepara la llegada del Mesías (que lleva ya años viviendo con ellos) y llama a la Conversión... (Como muy pronto lo hará el Señor: "Convertíos y creed en el Evangelio").
¡Esta es la misión de cualquier cristiano! ¡Allanad el camino al Señor!
Primero en nuestros corazones, desterrando todo pecado, imperfección, apego... ¡Para que deseé nacer en ellos y nosotros podamos aprovechar plenamente Su nacimiento!
Después en nuestras familias, trabajos, y en todos nuestros ambientes... ¡Y cuánto mejor hayamos hecho la primera, más se notará la segunda! ¡Qué el Señor nos ayudé a quitar nuestras malas hierbas, para poder quitar después las de nuestro alrededor, y que nos ayude a que crezca las pequeñas semillas que con esfuerzo vamos sembrando, y que nos las ahogue nuestro propio pecado! ¡¡¡Amén!!!
(6) "Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»"
El bautismo con agua de San Juan (que es sólo una llamada a la conversión) no es aún el Bautismo cristiano, que es morir al pecado, y nacer a Dios y entrar en Su Cuerpo Místico: ¡La Iglesia! Y ¡¡RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO EN NOSOTROS!!¡¡El mayor regalo que podemos dar a nuestros hijos!!! (¡Qué pena que muchos padres les nieguen lo único importante, mientras les llenan de regalos absurdos!... ¡Pero esta sociedad es así de triste! Uno estudia durante un año "La Guerra de las Galias" en latín, ¡¡¡y nunca se lee en clase o se traduce el Evangelio!!!
(7) "Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando".
Y todos los pasajes del Evangelio sucedieron como éste, en un tiempo y en un lugar concretos. Pero lo importante de la Palabra de Dios no es que fueron hechos verídicos (¡que lo fueron!), que sucedieron a personas reales (¡Qué lo son!), si no lo que la Palabra de Dios sigue actualizándose ahora, en cada una de las personas que la leen con Fe, porque la Palabra es por sí misma viva y eficaz, y nos transforma poco a poco y nos habla a cada uno, para llamarnos al único Camino que lleva al Padre: ¡¡¡Jesucristo!!!
+ Hoy le pido a nuestro Padre, en Su día, la capacidad de que entendamos Su voluntad a través de la Palabra, y nos dé la fortaleza para poder cumplirla y los dones de la alegría y de la perseverancia final para poder compartir Su Amor por los siglos de los siglos... ¡Amén!
Tras 348 días sigue el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 15, 11, que nos dice que la Sabiduría:
Ysi no queréis dar el consentimiento a las cookies de google, con que no entréis en el blog estaréis a salvo de las malvadas cookies... (Si cuando me jubile me hago informático ya intento crear un enlace para que me déis vuestro consentimiento personalizado (y otro por si me queréis invitar a comer)... pero, mientras tanto, espero que con este mensaje cumpla las leyes de la U.E., de España, de internet y de los amigos de mantón de Manila... dicho sea con todo respeto y un poco de cansancio por tanto mareo... ¡Gracias!).
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