EVANGELIO DEL SÁBADO 11.2.2023 AD:
S 11. "¡¡¡Preludio eucarístico!!!" (Mc 8, 1-10):
¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy nuestra madre la Iglesia nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (8, 1-10), y aprovecho que es sábado, día de Santa María, para encomendárselo a La Madre, y proponeros "un juego muy serio" que creo que os ayudará a disfrutar más del Evangelio y hacerlo más vuestro...
El "juego" consiste en presentaros el texto sin divisiones, y que vosotros lo leáis un par de veces tras hacer silencio interior e invocar al Espíritu Santo, y que veáis en que partes lo dividiríais, y cuál es para vosotros la idea principal, y la pongáis como título,...
Y si os apetece podéis cortar y pegar el texto y compartirlo con vuestro título y vuestras divisiones, tanto en los comentarios que hay en el blog del Evangelio como en cada grupo de WhatsApp o mandármelos directamente... A mí me ayudará verlos y seguro que aprendo mucho con ello...
Así pues, va primero el texto sin divisiones... ¡Buen "juego"!
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discipulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres dias conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aqui, en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron: «Siete.»
Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discipulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Espero que lo hayáis hecho y os haya ayudado. Decía San Pablo: "No apaguéis el don de profecía". Que también es ver que nos quiere decir Dios y que nos quiere enseñar en este momento de nuestra vida, que nos invita a cambiar; en qué nos invita a profundizar, qué quiere de nosotros... ¡Y que podemos dar a otros!
Si hiciéramos este juego cada día iríamos fortaleciendo este don en nuestro interior, y la Palabra de Dios iría echando cada vez raíces más profundas en nosotros... (Y si no son sólo ocurrencias saldrán resultados acordes con la Santa Tradición de nuestra madre la Iglesia...).
Y ahora me toca a mí. Y con la conciencia del regalo que es poder acercarme a la Palabra de Dios que quiere hablarme, me descalzo para encontrarme con Dios en este remanso de PAX que es cada día entrar en oración con el Evangelio y contemplar cada escena, con el corazón agradecido... ¡¡¡Porque todo es regalo!!!
Y, como para cada empresa importante, y en especial si sabemos que es muy superior a nuestra capacidad, pidamos siempre al Señor que nos acompañe: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!
(1) "Uno de aquellos días, (2) como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discipulos y les dijo: (3) «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres dias conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.» (4) Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aqui, en despoblado, para que se queden satisfechos?» (5) Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos contestaron: «Siete.» (6) Mandó que la gente se sentara en el suelo, (7) tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discipulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. (8) Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. (9) La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. (10) Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
(1) "Uno de aquellos días, "
¡Que dichoso es el Evangelista de poder decir estas palabras! ¡¡¡Porque implica que ha pasado varios días con el Señor! ¡Varios días conviviendo con Dios! ¡¡¡Tiene que ser un inmenso regalo!!!
Pensándolo mejor, eso podemos hacerlo hoy... ¡También hoy podemos dedicar unos días al Señor! Yendo a un Cursillo de Cristiandad, de Ejercicios Espirituales, o a convivir unos días en un monasterio con hospedería en que permitan orar con los monjes... (Como los monjes benedictinos del Valle de los Caídos en Madrid).
¿Por qué no convertimos un fin de semana largo o unas vacaciones rutinarias en "Uno de aquellos días..." que recordaremos con Alegría y PAX durante meses y años. ¡¡¡Y nos harán beber de un agua pura y fresca que nos darán fuerzas de lo alto, para cuando el camino se nos transforme en desierto!!!
(2) como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discipulos y les dijo:
El Señor es un Dios cercano y atento que ve los detalles y ve que hay muchos allí que no tienen que comer...
No es el Dios de los deístas, que creó el universo y se desentendió de todo, porque se cansó de su juguete... ¡Ni muchísimo menos! Y que triste es, que haya personas que prefieran creer esto, para no tener que dar cuenta a Dios de sus actos, aunque así se cierren las puertas de la salvación...
(3) «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres dias conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Lo primero que hace es asumir que el problema de otros es suyo... ¡Para Dios nuestros problemas son Suyos! ¡¡¡Esta es la primera clave del Amor, que nada que sucede a su alrededor le es ajeno!!! ¡¡¡Ojalá que algún día pudiéramos tener un Amor así!!!
Y luego decide contar con nosotros. Y es una constante en toda la historia de la Salvación, y así siempre quiso contar con sus amigos para ir extendiendo el Reino de los Cielos: Abraham, Moisés, etc... ¡En este Evangelio con los Apóstoles! ¡¡¡Y ahora con nosotros!!!
(4) Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aqui, en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Y nosotros nos dedicamos, como tantas veces en la oración, a contarle al Señor lo que no tenemos, los obstáculos, los espinos... ¡Pero si tuviéramos más Fe nuestros anhelos serían soluciones!
(5) Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos contestaron: «Siete.»
¡Dios se empeña en contar con nosotros siempre! Y no es que Él necesite lo que tenemos... ¡Pero a pesar de todo quiere contar con ello! (¿Qué necesidad tiene Él de que yo escriba este blog? ¡Ninguna! Pero quiere contar conmigo, igual que cuenta con cada uno de vosotros. ¡Y el Señor puede suplir de sobra todas nuestras carencias y capacitar nuestras incapacidades! Y puede transformar en un camino de Gracia agradable a Él, nuestros éxitos y "fracasos"... ¡Porque lo que más cuenta es el Amor que ponemos al hacerlo! ¡Mucho más que el éxito, que a veces es un ídolo vacío!).
¿Qué hacemos con nuestros sietes panes? ¿Se los damos al Señor para que haga milagros con ellos o nos los quedamos, y nos quedamos encerrados en nuestro ego?
Los Apóstoles no dudan y le dan al Maestro todo lo que tienen. ¡Qué ellos intercedan siempre por nosotros para que podamos seguir sus pasos e imitar su generosidad y entrega! (Que no por tener imperfecciones humanas, deja de ser agradable a Dios).
(6) Mandó que la gente se sentara en el suelo,
¡El Señor sigue cuidando todos los detalles! Podía haberles dado la comida deprisa, para que se la comieran por el camino, y haberles despedido... ¡Pero quiere comer con ellos! ¡Y sigue queriendo comer con nosotros! Y quiere que cuando comamos juntos lo hagamos con tranquilidad, descansando en Él, sin prisas... ¡Y así deberíamos hacerlo siempre!
Pero además de para comer tranquilos, lo hace para que todos puedan ver lo que va a hacer, ¡Porque será un gesto esencial! ¡Una prefiguración de la Última Cena, que señala ya lo importante que será el banquete eucarístico para la vida de la Iglesia! ¡¡¡Dar alimento al que está a punto de desfallecer!!! (Eso es muchas veces para mí la Eucaristía...)
(7) tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discipulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente.
¡Lo que se hace en cada Eucaristía! Jesucristo, mediante la transubstanciación, se nos da en el Pan de Vida y en el Vino, y se da a toda la asamblea hambrienta de Dios a través de las manos de un sacerdote, de uno de sus Apóstoles de hoy...
¿Nos damos cuenta de que nuestra alma se muere de hambre, y que ese hambre sólo puede calmarla la Santa Comunión? Quién sí se dio cuenta fue San Juan María Vianney, "el santo cura de Ars", que dijo: "No ir a recibir la Comunión, es como alguién muriendo de sed al lado de un manantial"...
Sería un gravísimo error: alimentar y mimar el cuerpo, cultivar nuestra mente... ¡Y olvidarnos por completo de nuestra alma! ¡¡¡Un grave error y una catástrofe!!! (Por supuesto, es un Pan que sólo puede comerse si no tenemos pecados graves sin confesar... ¡Porque si no sería sumar otro grandísimo pecado!).
(8) Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también.
En este separar los panes de los peces, y ponerlos en frases distintas, seguramente trata de distinguir el alimento del alma, del alimento del cuerpo... ¡Y nos muestra que ambos son necesarios y que Dios desea que no nos falte ninguno de ellos!
(9) La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil.
Un milagro acaba de suceder antes los ojos de la multitud: ¡¡¡4.000 personas han comido hasta saciarse con sólo siete panes y unos peces!!! Pero, ese milagro sólo está al servicio de demostrarnos lo importante que es la Eucaristía para nosotros (igual que la curación física del ciego no es lo más importante,... ¡sino mostrarnos que necesitamos poder ver con ojos llenos de Fe! ¡Y que necesitamos ser sanados de esa ceguera que nos impide ver a Dios!).
Y también nos muestra que Dios no se conforma con darnos migajas... ¡¡¡Nos quiere dar abundantemente para que quedemos saciados!!! Así que, no nos cansemos de pedirle con Fe y con Amor, una y otra vez...
(10) Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
¡Y una vez saciados en el alma y en el cuerpo, Jesús debe continuar su misión para poder llegar a muchas más personas! Por eso les despide...
¡Pero no es este despedirlos abandonarlos a su suerte! ¡Ni mucho menos! Es confiar en que ellos, que ya le conocen, le ayudarán a llenar de LUX un mundo en sombras... ¡Sabe que sus vidas ya no serán las mismas, y que sus hogares y pueblos ya no serán tan oscuros, porque llevan dentro la LUX de Dios! ¡¡¡Bendito sea siempre!!!
+ Hoy le pido al Señor que encienda con fuerza la llama del Amor en nuestros corazones, y que nuestras almas ardan en el Amor de Dios, hasta ser capaz de reflejarlo y de hacer que el mundo dejé de estar en tinieblas y en sombras de muerte. Y se lo pido a Nuestra Señora en su día... ¡¡¡Santa María, Ora Pro Nobis!!!
+ Por todos los cursillos de cristiandad que se están celebrando en todo el mundo, especialmente por el Cursillo de hombres de Madrid.