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lunes, 27 de febrero de 2023

MARTES 28.2.2023 AD: "¡El día en que Dios nos enseñó a hablar con Él!" (Mt 6, 7-15):"

EVANGELIO DEL MARTES 28.2.2023 AD:

M 28. "¡El día en que Dios nos enseñó a hablar con Él!" (Mt 6, 7-15):"

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (6, 7-15), en el que, además del encuentro reparador de cada día, sucederá una cosa curiosa: Dios nos enseñará a hablar con Dios, y deja sentado que la oración vocal es imprescindible.

Recuerdo un día en el refrectorio con los benedictinos: comíamos en silencio mientras un monje leía, y me quedé con la frase: "llamad con la oración, y se os abrirá con la contemplación..."

Y si esos encuentros con los benedictinos compartiendo su vida, su comida y el rezo de la liturgia de las horas, me llenaron de "PAX", no puedo ni imaginar como será el encuentro con Dios... 

Aunque sí tenemos tres formas de estar lo más cerca posible de Dios en la tierra: la Eucaristía, la Confesión y la Palabra... ¡Vamos a esta última de la mano del Señor! ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. (2) No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. (3) Vosotros orad así: (4) "Padre nuestro que estás en el cielo, (5) santificado sea tu nombre, (6) venga a nosotros tu reino, (7) hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, (8) danos hoy nuestro pan de cada día, (9) perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, (10) no nos dejes caer en la tentación, (11) y líbranos del mal." (12) Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.»"


(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso."

El Señor nos dice que no es necesario usar muchas palabras para orar; quizás porque si hemos de argumentar mucho, es porque estamos más preocupados en tener razón que en buscar la verdad... ¡y Dios es la Verdad! ¿Cómo vamos a usar razones para llegar a la Verdad si estamos frente a ella?

Pero, en la parábola del amigo importuno, nos dice el Señor que pidamos hasta que se nos conceda... ¿Se contradicen ambos textos? ¡NO! pedir muchas veces lo mismo muestra nuestro deseo de que suceda y nos predispone a confiar más en Dios, crece nuestro deseo por tenerlo y valoramos más lo que nos costó más conseguir. Pero no hay que hacer largos discursos a Dios... ¡Son innecesarios!

(2) "No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis."

Dios conoce nuestras necesidades y las del mundo antes de pedírselas. Pero sí quiere que recemos e intercedamos unos por otros. ¡Porque, un mundo que no reza, le ha dado la espalda a Dios! ¡¡¡Por eso la oración no sólo es importante, sino vital!!!

Leí una frase en Facebook que me encantó, y merece la pena reflexionar sobre ella: 

"Cuando necesitas algo, Dios lo sabe...
Cuando pides, Dios escucha,...
Cuando crees, Dios obra."

(3) "Vosotros orad así:"

Y aquí nos va a enseñar, Dios, una forma de hacer oración agradable a Dios... Así qué, ¡mucha atención! Porque no hay una clase mejor sobre la oración:

(4) "Padre nuestro que estás en el cielo,..."

¡Esta línea es una revolución! ¡Llamar "Padre" a Dios! A ese cuyo nombre no se podía ni pronunciar, ¡de repente nos revela que quiere que le llámemos Padre! Esto es una ruptura tan radical con lo anterior, que la única explicación que se me ocurre: ¡Es que tiene que ser cierto y que Dios nos lo está revelando! ¡Pasar de no poder ni nombrarle a llamarle "Papá"! ¡Impresionante!

Y si meditamos la parábola del hijo pródigo entendemos que así es: ¡Dios es mi Padre! Y así uno afronta la vida de una forma mucho mejor: Dios no es policía, ni fiscal, ni juez, (por supuesto, no me meto con estas profesiones muy necesarias) ... ¡Dios es sobre todo Padre! ¡Y siempre podemos contar con Él!

Y si de un padre humano hemos de esperar amor... ¡Mucho más del Padre del Cielo que es el único que lleva al culmen la palabra Amor! Y esto resuelve la duda sobre como debemos acercarnos a Dios... ¡Cómo a nuestro Padre! (Va a ser que Dios no es un Dios lejano, ¡en absoluto!).


¿Por qué a veces se me olvida cuando todo es tan fácil como decir: "¡¡¡Padre, abrázame!!!"?


 (5) "... santificado sea tu nombre,..."

Debemos santificar y glorificar el Santísimo Nombre de Dios... ¡No porque eso le dé a Dios más santidad o Gloria! Sino porque nos ayuda a nosotros a participar cada vez más de ambas. ¡Nosotros somos siempre los beneficiados si oramos, alabamos a Dios o le damos gracias! 

Y cada forma de acercarnos a Dios es mucho más un regalo que una obligación. ¡Bendito sea este Padre que tanto Amor nos tiene! ¿Cómo no intentar, al menos, corresponderle y frecuentarle, si somos nosotros siempre los más beneficiados al hacerlo?

(6) "... venga tu reino,..."


Si amamos a Dios debemos desear estar para siempre en Su Reino y que venga pronto (y comenzar a vivirlo aquí y ahora... ¡y pedirle fuerzas y luz para ayudarle a edificarlo!).

¡Este mundo esta lleno de belleza que nos transmite el inmenso Amor de su Creador! Pero, que no se nos olvide que estamos hechos para el Reino de los Cielos, y no para esclavizarnos por la belleza del mundo, del progreso o de las creaturas. Ya dijo San Gregorio Magno"Que no nos seduzca el halago de la prosperidad, porque es un caminante necio aquel que ve prados deliciosos y se olvida de allá donde quería ir".


Así indicamos que queremos estar cada vez más cerca del Reino de Dios; y que Él esté cada vez más cerca de nosotros. Y que,  queremos estar cada vez más preparados para poder llegar al Reino de Dios (aunque sólo Su Misericordia lo hará posible), y a la vez queremos que Su Reino de Amor esté cada vez más implantado en esta tierra. ¡SÍ, Señor, venga a nosotros Tu  Reino! (Y esto implica que también esperamos con anhelo Su Segunda venida en Gloria y Majestad, en ese día que todo parecerá terminar, pero que será el comienzo).

(7) "...hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,..."

Significa que queremos sumarnos a la voluntad de Dios, para los planes que tenga para Cielo y tierra (y conviene tener muy claro que la voluntad de Dios se hará en la tierra o en el Cielo, queramos o no).

Pero sí puedo (porque Dios así lo quiere) cerrar mi puerta a la voluntad de Dios, y no dejarle entrar en mi vida, y vivir toda la vida sin Él; y después toda la eternidad lejos de Su Amor... ¡Por eso decimos estas palabras! ¡Para decir que sí a Dios y un NO rotundo a los demonios! Además, seguir la voluntad de la Persona con más Amor del mundo es total garantía de que vamos por el mejor camino... 

Es muy bueno seguir la voluntad de Dios, que nos creó y nos conoce mejor que nosotros mismos. Y el pecado no es pecado porque ofenda a Dios, sino porque ¡lo que es malo para nosotros Dios lo convierte en pecado!. (Dios no es caprichoso, sino un Padre que es el que mejor nos conoce y nos previene de lo que nos daña).


Y, como nosotros estamos dentro de la tierra, si decimos esto es porque queremos que sea dueño de nuestra voluntad y dejarnos guiar por Él en nuestro día a día, y en todas las llamadas que nos haga para nuestra vocación o misión... ¡¡¡Qué así sea siempre!!!


(8) "... danos hoy el pan nuestro de cada día,..."

¿Cuál es el pan nuestro? ¿Qué pan nos da Dios más directamente? ¿Por qué pan y no carne o agua, mucho más necesaria?...  

Jesús no se refiere a que Dios nos dé la ración de comida diaria... ¡No! ¡¡¡El pan nuestro de cada día es la Eucaristía!!!  Cristo, sabe como se quedará junto a nosotros Sacramentado. (Por eso dijo a la muchedumbre, que terminará abandonándole, que quién no coma su carne no se salvará).


¡¡¡Aquí le pedimos que venga cada día a nosotros en el Sacramento de la Comunión!!!

Esto lo corroboran unos teólogos viendo la redundancia que hay entre "de cada día" y "hoy". Y explican que es una palabra mal traducida y debería decir: "nuestro pan del Cielo dánosle hoy"...

San Juan María Vianney, "el santo cura de Ars",  
señala lo esencial que es recibir al Señor"No ir a recibir la Comunión es como alguien muriendo de sed al lado de un manantial".

Pero para recibirla hay que estar en Gracia de Dios, y la Confesión es la forma de recibir primero el abrazo de Dios y limpiar nuestra alma antes de recibirle a Él...

Un sacerdote explicaba que un amigo suyo pastor luterano decía que si él creyera de verdad que Cristo se hacía presente en la consagración iría a recibirlo de rodillas y hasta por lo menos 15 minutos después no hablaría con nadie, y que mucha gente en Misa no parecía que lo creyera de verdad por sus actos...


¿Valoramos de verdad el Pan de la Eucaristía? ¿Sabemos que Dios entra en nosotros y que el mismo Cristo dijo:  "Esto es mi cuerpo"? ¿Sabemos que nunca más vamos a estar más cerca de Dios en la tierra que al comerlo? ... ¡Ojalá lo sepamos y no lo olvidemos y deseemos recibir siempre el Pan Nuestro de cada día!


Y al pastor luterano, con cariño fraterno, habría que preguntarle que ya que ellos (como nosotros) sí creen en la presencia real de Jesús cuando está reunida la asamblea, (el mismo Jesús  dijo: "Donde estén dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo"), si él actúa como dijo que lo haría si creyera en la transubstanciación... ¡Porque en medio de la Asamblea de Fieles también está Jesucristo! ... (¡Dios quiera y haga posible que todos los cristianos podamos estar juntos en una Iglesia! Para eso hay que volver a las fuentes, a los santos de los primeros siglos, y avanzar cada uno en santidad y obediencia a Dios).


(9) "...perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,..."

Si no perdonamos ¿Cómo vamos a pedir que nos perdone Dios? A veces hay que pedir a Dios fuerzas para poder hacerlo; pero hay que perdonar. ¿Cómo no vamos a perdonar 100 si Él nos perdonó 10.000? (¡y aún más!).

Para pedir perdón a Dios debemos acercarnos a Él con humildad y arrepentimiento confiado, pues el Amor de Dios es siempre mayor que nuestros pecados... (Recordemos que Judas Iscariote  también se arrepintió y eso sólo le llevó a la muerte, porque no confió en la Misericordia de Dios... ¡No caigamos en su error! )

Pero antes de pedir perdón tenemos que perdonar a los demás, que también pecan... (nuestros pecados nos parecen más lógicos, pero cualquier pecado mortal nos aleja de Dios, y todos son malos. También los veniales son dañinos, y aunque no llevan a la muerte eterna, sí debilitan y enferman nuestra vida de Gracia, y nos impiden empezar a volar, que diría San Juan de la Cruz).

(10) "... no nos dejes caer en la tentación,..."

No pedimos no tener tentaciones, sino no caer en ellas. (Y no deberíamos ser tan tontos de  fabricárnoslas). Sobre la tentación dijo San Bernardo, que: "Las batallas se libran mejor lejos del castillo". (¡Así que lo mejor es alejarnos lo más posible de todo lo que nos ponga en peligro de caer en pecado!).

Y ante la prueba de la tentación las virtudes crecerán (si no caemos). Y en ese momento de máxima debilidad y que más nos asomamos al precipicio, es cuando Dios más nos Ama, y nos pide tener fortaleza. Ya dijo San Francisco de Asís"Cuánto más tentado, sábete más amado"...

(11) "...y líbranos del mal." 

Y le pedimos que nos libre del mal, del maligno, del demonio, del separador... Que es el que intentará separarnos del Camino que nos lleve a Dios. Y se lo pedimos a quien tiene fuerzas para hacerlo, ¡al único Todopoderoso! (El demonio sólo es más poderoso que nosotros si nos aparta de Dios).

¡¡¡Sí, Señor, líbranos del demonio ahora y por siempre!!! ¡¡Amén!!


Maligno se pone con mayúsculas porque es un ser personal, un ángel que prefirió seguir a su soberbia y no a Dios y se convirtió en demonio (no porque Dios le creara malo, sino porque él se alejó voluntariamente de la fuente de todo bien). 


(12) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.»"

Vuelve a señalar la necesidad de perdonar. Y la reiteración nos muestra que es muy importante para Dios, y también que Él sabe que nos cuesta mucho perdonar. ¡Y si no perdonamos Dios no nos perdonará! ¿Y qué ofensa podemos haber recibido que merezca la pena alejarnos para siempre de Dios?

+ Oremos por el perdón, la reconciliación y la paz entre todas las personas, en las familias, en la política, en la sociedad, entre naciones... ¡Perdón, Amor, Justicia y PAX para todos!

+ Porque seamos conscientes de la fuerza de la oración y porque siempre recemos con Fe el Padre Nuestro. Decía San Juan de la Cruz, que "tanto se obtine cuanto se espera". (Y lo decía para que pidiéramos con mucha Fe, cosas muy grandes)... ¡Qué así sea!

Tras 1116 días sigue el Libro del Sirácida o Eclesiástico, hablando de los patriarcas (Aarón). Hoy 45, 8: 

"Lo revistió de honor colmado
y le adornó con espléndido ornamento:
los calzones, la túnica y el efod."

¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!


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