EVANGELIO DEL VIERNES 17.6.2022 AD:
V 17. "Atesorad tesoros en el cielo..." (Mt 6, 19-23):
¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo, (6, 19-23) nos recuerda (como la abuela del Papa Francisco), que nunca vio un entierro con un camión de mudanzas detrás, por lo que servir al ídolo dinero no tiene futuro...
También nos muestra que en lo que amemos y deseemos quedará nuestro corazón. Si es algo elevado, seremos encumbrados por nuestro Amor; pero si es algo bajo, mundano, un ídolo cualquiera, y le damos el corazón, seremos esclavos de él, y nos atará a lo caduco... ¡En esta tierra la mayor belleza es caduca! El cine puede idolatrarla, los cirujanos plásticos retocarla... ¡Pero en este mundo la belleza caduca!
Y esto lo vio muy claro San Francisco de Borja, hombre poderoso en la corte del Rey-Emperador Carlos I de España y V de Alemania, cuando escoltó el cadáver de la Reina a su sepultura definitiva, y al ver la corrupción que sufrió rápidamente la inmensa belleza de la Reina Isabel, dijo la famosa frase: "¡Jamás volver a servir a señor que se me pueda morir!"... Y cuando enviudó abandonó su riqueza y honores y se alistó a la Compañía de Jesús... y ya vivió "Para Mayor Gloria de Dios"...
Pero quizá convendría reconducir esta reflexión y comenzar con la Buena Noticia de hoy: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. (2) Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. (3) Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. (4) La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. (5) Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban."
Así son los tesoros terrenos: ¡Perecederos y condenados a sucumbir! Entonces, ¿por qué ponemos el corazón en lo que va a desaparecer?
Y, aunque no desaparecieran... ¡nosotros sí tenemos fecha de caducidad! Así que los dejaremos en la tierra para que otros los disfruten... ¡Y no siempre les hará bien! Recuerdo la frase que le dijeron a un amigo, y me impactó: "Yo nací pobre y me voy a morir rico. Pero mis hijos han nacido ricos y se van a morir pobres"... ¡Descorazonadora! ¿Verdad? (Se ve que ese hombre era consciente de que el dinero que les iba a dejar tenía más de maldición que de bendición)...
El dinero nos da una falsa seguridad, que Jesucristo nos quita de un plumazo en esta línea y en la siguiente,...
(2) "Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roan, ni ladrones que abran boquetes y roben."
Jesús, nos ofrece otra posibilidad: ¡Atesorar tesoros en el Cielo! Donde todo es Eterno y está a salvo para siempre... Entonces ¿por qué no invertimos más en el Cielo?
Escuché en Radio María, el programa: "Estación último destino" dónde una diva y un anciano sencillo iban juntos ante Dios tras su "muerte" y cuenta los instantes previos a su encuentro con el Creador. Y unos versos me tocaron, porque reflejaban bien la importancia de los tesoros acumulados en la tierra y en el Cielo:
Escuché en Radio María, el programa: "Estación último destino" dónde una diva y un anciano sencillo iban juntos ante Dios tras su "muerte" y cuenta los instantes previos a su encuentro con el Creador. Y unos versos me tocaron, porque reflejaban bien la importancia de los tesoros acumulados en la tierra y en el Cielo:
"Lo que guardé no lo tengo.
Lo que tuve lo perdí...
¡Sólo tengo lo que dí! "...
Y si invertimos en planes de jubilación, en seguros de vida, dentales y médicos, (que no digo que estén mal... ni que estén bien)... ¿Por qué no invertir también en la Vida Eterna? ¿Por qué no invertir en los que nada tienen y que no nos lo van a poder devolver, para que nos lo pague Dios? (¡Esto sí lo recomiendo! Porque dice el Señor que "cuando lo hicisteis con uno de éstos, conmigo lo hicisteis").
También en este asunto digo como San Pablo: "Sé de quién me he fiado". Y si San Pablo fue capaz de entregar su vida por esta verdad... ¡Cómo no voy a entregar por la Verdad algo tan frío como el dinero!
(3) "Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón".
Lo que tuve lo perdí...
¡Sólo tengo lo que dí! "...
Y si invertimos en planes de jubilación, en seguros de vida, dentales y médicos, (que no digo que estén mal... ni que estén bien)... ¿Por qué no invertir también en la Vida Eterna? ¿Por qué no invertir en los que nada tienen y que no nos lo van a poder devolver, para que nos lo pague Dios? (¡Esto sí lo recomiendo! Porque dice el Señor que "cuando lo hicisteis con uno de éstos, conmigo lo hicisteis").
También en este asunto digo como San Pablo: "Sé de quién me he fiado". Y si San Pablo fue capaz de entregar su vida por esta verdad... ¡Cómo no voy a entregar por la Verdad algo tan frío como el dinero!
(3) "Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón".
Si tenemos el tesoro en las mundanidades de la tierra el corazón se quedará prisionero en la tierra, incapaz de llegar a Dios...
Pero si nuestro tesoro está en el Cielo... ¡Nuestro corazón ya está con Dios! Y sólo habrá que esperar a cruzar el umbral que es la muerte para que el alma llegue a Dios, y al final de los tiempos el resto del cuerpo, que será glorificado...
Pero si nuestro tesoro está en el Cielo... ¡Nuestro corazón ya está con Dios! Y sólo habrá que esperar a cruzar el umbral que es la muerte para que el alma llegue a Dios, y al final de los tiempos el resto del cuerpo, que será glorificado...
Un día pensaba en mi llegada al Cielo... (Después de mucho Purgatorio... ¡Qué de eso sólo Dios y vuestras oraciones pueden librarme!). Me imaginaba que lo primero que me gustaría hacer es dar las gracias a todos los santos que me han ayudado en el camino, desde la tierra y desde el Cielo; y a ellos preguntarles por todos los que he querido en la tierra, por todos los que hice daño, (y espero ver allí a todos); y luego ir juntos a ver a la Madre y al Señor, y tener una eternidad para ir conociendo más y más el Misterio de Dios, desde el Amor y ya por fin dentro del único Amor que no nos fallará... ¡Y sabiendo que ya no debo temer caerme!
Imaginando esta escena me dan más ganas de mirar al Cielo y a Dios, y no a sus creaturas, y terminar como San Agustín: "Yo era prisionero de tus creaturas, de lo creado"... (¡Y aquí secundo cada una de sus palabras porque yo mismo lo he experimentado!). Y sigue el santo: "Señor, Tú me curaste, sanando mi ceguera con tu resplandor..."
Y es que, al que es prisionero de las creaturas y de las seducciones terrenas le puede pasar como al que intenta dejar de fumar. Lo intenta por sí mismo, fracasa y lo deja, y además, por si esto fuera poco, intenta auto-convencerse de que fumar no es malo y de que le gusta fumar y le viene muy bien, y que encima los que dicen que fumar es malo y da cáncer son unos mentirosos... (Y en los casos más soberbios odiarán las autoridades sanitarias, y las atacarán públicamente, e incluso querrían prohibirlas para no sentirse interpelado nunca más)...
Por eso es importante recordar que nadie tiene porque tener éxito al primer intento, pero que el que persevere lo conseguirá. Y cuanto más se espacien las caídas y menos frecuentes sean, menos fuerza tendrá el vicio y el mal en nosotros... Y si no frecuentamos ni estimulamos las cosas que nos llevan a pecar, si nos alejamos de ellas, más difícilmente seremos tentados...
Imaginando esta escena me dan más ganas de mirar al Cielo y a Dios, y no a sus creaturas, y terminar como San Agustín: "Yo era prisionero de tus creaturas, de lo creado"... (¡Y aquí secundo cada una de sus palabras porque yo mismo lo he experimentado!). Y sigue el santo: "Señor, Tú me curaste, sanando mi ceguera con tu resplandor..."
Y es que, al que es prisionero de las creaturas y de las seducciones terrenas le puede pasar como al que intenta dejar de fumar. Lo intenta por sí mismo, fracasa y lo deja, y además, por si esto fuera poco, intenta auto-convencerse de que fumar no es malo y de que le gusta fumar y le viene muy bien, y que encima los que dicen que fumar es malo y da cáncer son unos mentirosos... (Y en los casos más soberbios odiarán las autoridades sanitarias, y las atacarán públicamente, e incluso querrían prohibirlas para no sentirse interpelado nunca más)...
Por eso es importante recordar que nadie tiene porque tener éxito al primer intento, pero que el que persevere lo conseguirá. Y cuanto más se espacien las caídas y menos frecuentes sean, menos fuerza tendrá el vicio y el mal en nosotros... Y si no frecuentamos ni estimulamos las cosas que nos llevan a pecar, si nos alejamos de ellas, más difícilmente seremos tentados...
Dios nunca permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas, y cuanto más débiles nos veamos es porque estamos a punto de vencer... ¡Pero sobre todo lo principal es tener clara una cosa: no lo tenemos que hacer con nuestras solas fuerzas, sino que es Dios el que lo hace posible y nos da la Gracia para poder hacerlo! ¡¡¡Bendito sea siempre!!!
(Y siempre es bueno acudir a un sacerdote o a quien haya recorrido el camino antes que nosotros y nos podrá ayudar y aconsejar. Eso, y una vida de oración y Sacramentos, permitirá que el Señor, con sus acciones, nos vaya transformando... Habrá combates, y a veces serán recios, pero es que la alternativa es la derrota final... ¡Y no es tan grave perder batallas si ganamos la guerra! Batallas todos hemos perdido. Decía Sebastián Gayá: "Somos soldados derrotados de un ejército vencedor". Porque todos hemos sido vencidos alguna vez por el pecado, y todos, unidos a Cristo ya hemos vencido).
(4) "La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras."
(Y siempre es bueno acudir a un sacerdote o a quien haya recorrido el camino antes que nosotros y nos podrá ayudar y aconsejar. Eso, y una vida de oración y Sacramentos, permitirá que el Señor, con sus acciones, nos vaya transformando... Habrá combates, y a veces serán recios, pero es que la alternativa es la derrota final... ¡Y no es tan grave perder batallas si ganamos la guerra! Batallas todos hemos perdido. Decía Sebastián Gayá: "Somos soldados derrotados de un ejército vencedor". Porque todos hemos sido vencidos alguna vez por el pecado, y todos, unidos a Cristo ya hemos vencido).
(4) "La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras."
A mí, estas palabras me dicen lo importante que son las miradas y en donde ponemos nuestros ojos...
Por una mirada el Rey David vio nadar a la mujer de Urías, el hitita. Pudo mirar a otro lado después, tras la primera mirada accidental, pero prefirió recrearse y en ese momento comenzó el pecado mortal. La mirada le llevó al deseo. El deseo al adulterio. El adulterio a causar la muerte de Urías... ¡Sí! Es verdad, "la lámpara del cuerpo es el ojo"... Y por suerte para David, su ceguera espiritual fue sólo temporal ¡y terminó poniendo los ojos en Dios!
Por una mirada el Rey David vio nadar a la mujer de Urías, el hitita. Pudo mirar a otro lado después, tras la primera mirada accidental, pero prefirió recrearse y en ese momento comenzó el pecado mortal. La mirada le llevó al deseo. El deseo al adulterio. El adulterio a causar la muerte de Urías... ¡Sí! Es verdad, "la lámpara del cuerpo es el ojo"... Y por suerte para David, su ceguera espiritual fue sólo temporal ¡y terminó poniendo los ojos en Dios!
(5) "Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»."
El ojo sirve para que llegue luz al cuerpo... ¡Pero también el alma tiene ojos! Que podemos abrir y captar con ellos toda la LUX que podamos... ¡y llenarnos de ella...!
Aquí, el Señor se pone en el caso de los que deciden cerrar los ojos del alma, y dice: "¡cuánta será la oscuridad!" Y eso dicho por Cristo, Dios y Hombre verdadero, principio y fin, da mucha pena, porque si a Él le parece que será una oscuridad inmensa, es que así va a ser...
Aquí, el Señor se pone en el caso de los que deciden cerrar los ojos del alma, y dice: "¡cuánta será la oscuridad!" Y eso dicho por Cristo, Dios y Hombre verdadero, principio y fin, da mucha pena, porque si a Él le parece que será una oscuridad inmensa, es que así va a ser...
¡Aprovechemos ya para abrir nuestra Vida a la LUX y alejarnos de esa oscuridad de la que el mismo Señor exclamó: "¡Cuánta será la oscuridad!"!
+ Oremos hoy por todos los ancianos y su soledad, y por los que intentan aprovecharse de ellos, los que los maltratan o no les cuidan lo suficiente y por los que su objetivo es matarlos con una "muerte digna"... ¡Porque Dios ponga Alegría y PAX en sus corazones y porque ofrezcan su día a día por este mundo tan necesitado de oración y sacrificios!
Tras 856 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla sobre la confianza en Dios. Hoy 34, 19:
"El Altísimo no se complace en las ofrendad de los que practican la injusticia, no por la multitud de los sacrificios perdona los pecados."
Tras 856 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla sobre la confianza en Dios. Hoy 34, 19:
"El Altísimo no se complace en las ofrendad de los que practican la injusticia,
no por la multitud de los sacrificios perdona los pecados."
¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!!!
¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!!!
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!
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