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domingo, 17 de noviembre de 2019

LUNES 18.11.2019 AD: "¡Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios!". (Lc 18, 35-43).

EVANGELIO DEL LUNES 18.11.2019 AD:

L 18. "¡Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios!". (Lc 18, 35-43).

 ¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a meditar, contemplar y encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (Lc 18, 35-43), que me brinda una oportunidad excelente para pedirle de nuevo a Dios: "¡¡¡Señor, que vea otra vez!!!"... 


¡Porque los ciegos que están peor no son los que no pueden percibir imágenes con los ojos, sino los que no podemos ver nítidamente con el alma! ¡Esa es la peor ceguera! ¡Y yo sé que la tengo! No sé si será completa o parcial, ... ¡Pero la tengo! Y por eso quiero sentarme al lado del ciego y gritar con él: "¡¡¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!!!"


Y cuando esté en su presencia le pediré con humildad:  "¡¡¡Señorque vea otra vez!!!". ¡Que vea de nuevo como cuando era un niño inocente incapaz de tener un mal pensamiento! ¡Ojalá que mi alma pudiera ser de nuevo la de un niño muy pequeño!...


¡Qué bonito es el Evangelio de Hoy, que lo mismo puede servirle al que está totalmente alejado de Dios, porque no puede verle, que a los que estamos junto a Él y no terminamos de ver claro el Camino! ¡¡¡Cómo me gustaría poder ver el mundo con los ojos de Dios!!! Seguro que así tendría más Amor, más misericordia... ¡incluso con los que más incomprensible me parece su actitud!... 


Pero os aviso de una cosa: ¡Lo que parece más espectacular no es lo más importante en este Evangelio! ¡Avisados estáis! ¡Pero vamos directamente al Evangelio de la mano del Señor! ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!


(1) "En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. (2) Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.» (3) Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» (4) Los que iban delante le regañaban para que se callara, (5) pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (6) Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. (7) Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» (8) Él dijo: «Señor, que vea otra vez.» (9) Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.» (10) En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. (11)Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

(1) "En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna.

Jesucristo está cerca de Jericó y allí hay un ciego pidiendo limosna...
Jesús, sale a buscar a los que le necesitan, y por eso puede llegar hasta  Bartimeo, que sigue haciendo su vida habitual,... ¡Una vida sin luz, y una vida sin LUX!

¡Y el Evangelio nos muestra como el Señor puede llegar a nosotros en el momento más cotidiano de nuestra realidad! Y no sólo al rezar en una iglesia, cualquier momento de nuestra rutina puede ser santificado y bendecido por el Señor...


Y yo, como nuestro amigo, me quedo al borde del camino sentado sin poder ver,... 


(2) Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: «Pasa Jesús Nazareno.» 

 Bartimeo, tiene una primera cualidad: ¡No deja que su problema le aísle del mundo! ¡No se encierra en sí mismo y le preocupa lo que pasa a su alrededor. Y gracias a que pregunta puede enterarse de que: ¡¡¡Pasa Jesús Nazareno!!!

En nuestra vida tendremos siempre problemas, y en ellos el maligno separador intentará alejarnos y aislarnos de todos, porque ¡cuánto más solos más indefensos estaremos ante los ataques del diablo! ¡Sigamos el ejemplo de Bartimeo y no nos aislemos jamás! Ni dejemos de interrogarnos por lo que sucede a nuestro alrededor, ni de buscar siempre la Verdad,...

Yo sigo a su lado, y también escucho que ¡¡¡Jesús el Nazareno está cerca!!! Y mi corazón se alegra porque hace mucho tiempo que puse en Él mi esperanza,... ¡¡¡En el Amigo que nunca nos falla!!!

(3) Entonces gritó: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» 

Y además de no aislarse Bartimeo tiene otra excelente cualidad: ¡jamás perdió la Fe! Y ve que la Esperanza está pasando frente a él y grita con todas sus fuerzas para vencer una distancia que es incapaz de ver: ¡¡¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!!!

Palabras llenas de humildad, que reconocen que Jesús es el Mesías, y que reconocen Su inmenso Poder (también para curarle)... ¡Y por eso le pide compasión! 


Y yo, a su lado, hago mías sus palabras,... ¡pero no grito! ¡Callo! ¡Sólo mi corazón quiere gritar! Y sigo sentado a su lado,... ¡sobre el polvo del camino! Si me levantara al menos podría ver mejor. Si gritara quizás el Maestro se fijase en mí... ¡¡¡Pero callo!!! Y ahí comienzo a morir,... ¡No he tenido bastante con que en mi pasado mi cuerpo violentase mi alma, que ahora es mi razón y mis condicionamientos sociales los que atan a mi corazón!... ¡¡¡Y callo!!! ¡¡¡Un ciego calla, mientras otro grita!!!

(4) Los que iban delante le regañaban para que se callara, 


Y los adelantados nos muestran una tentación que podemos tener cuando hemos llegado a Dios: ¡quererle para nosotros solos! O caer en el grave pecado de mirar con excesivo rigor y poca paciencia al que quiere acercarse a Dios. En vez de acogerle, explicarle, arroparle y llevarle hasta Jesucristo, ¡¡¡Qué es el único que les puede salvar!!! (¡Que el Señor nos ayude a no mandar callar jamás al ciego que grita en el camino! ¡Y a no tener jamás rigor con el necesitado, ni con el hermano).

Yo sigo sentado y callado. Quisiera defender a Bartimeo, pero no encuentro las palabras adecuadas,... ¡¡¡Y de nuevo callo!!! Y la gangrena se va extendiendo en mí... 


Y lo mismo que el silencio sana y es el lugar adecuado para el encuentro con Dios,... ¡¡¡Cuánto daño nos hace callar ante la injusticia!!!

(5) pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 

Y nos muestra que su Fe es capaz de vencer a los prejuicios, a las apariencias, a la dictadura de lo políticamente correcto, ...¡y sigue gritando! ¡Y se agarra con fuerza a su más firme esperanza!

Y mi corazón se alegra al verle gritar... ¡¡¡Su Fe enciende mi Fe!!! ¡¡¡Y ya no quiero callar!!! Y por fin un grito a media voz sale de mi boca: "¡¡¡Misericordia, Señor, Misericordia!!! (Algunos me miran mal, y parece que piensan: "¡Lo que nos faltaba, otro, como sino hubiera bastante con uno! ¡Cómo se nota que ellos no llevan andando tanto rato!").

(6) Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.

Dios siempre nos escucha y ve la disposición de nuestro corazón, y nuestra indigencia y necesidad, y lo grande que esta es, lo débiles que estamos, la Fe con que pedimos, lo justa que es nuestra petición... ¡Y ese era el momento de que Bartimeo fuese recibido por el Salvador y fue llamado a Su presencia! ...

Nos vendría muy bien recordar siempre que un día seremos llamados a la presencia del Señor; y vivir pensando en ese encuentro...

Bartimeo es llevado ante el Señor, y yo me cuelo detrás como puedo... ¡No quiero dejar al ciego que me ha enseñado la LUX de la Fe! Y consigo quedarme justo detrás de él... ¡¡¡justo delante del Señor del Universo!!!

(7) Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» 

¿Y si me hiciera a mí, Dios, esta pregunta, sabría que decirle o me quedaría mudo? ¿Serían suficientemente santos todos mis deseos ome avergonzaría porque mi corazón está lleno de vanidades y miserias? ¿Tendría tanto Amor para que mi petición fuera agradable a Dios?

Yo me quedo inmóvil y un escalofrío recorre todo mi ser,... ¡¡¡Dios está frente a nosotros y nos ha hablado!!! ¡¡¡Bendito sea siempre!!!

(8) Él dijo: «Señor, que vea otra vez.» 


O sea que algún día vio y después perdió la vista... ¡Y quiere recuperarla!

¡Sería un buen momento para pedir al Señor recuperar la época de nuestra vida en que mejor vimos, en que nuestra Fe fue más pura y nuestra vida más agradable a Dios! Y yo también quiero pedirle con Bartimeo: "Señor, que vea otra vez. " Que pueda ver mejor, que pueda ver a Dios, porque así sé que seré bienaventurado y que eso mostrará que mi corazón, ¡por fin! , estará limpio...

Yo por fin puedo ver la silueta del Señor, como si mi ceguera selectiva se recuperara un poco. Y sólo consigo ver dos cosas: ¡¡¡Su mirada llena de Amor Infinito y Su sonrisa!!! Y pronto dejo de verlas por las lágrimas de agradecimiento que han llenado mis ojos,... ¡¡¡Por un instante, un pecador como yo ha podido ver a Dios!!!

(9) Jesús le contestó: «Recobra la vista, tu fe te ha curado.» 


 ¡¡¡Y Jesucristo se lo concede!!!

¡Y este es el milagro que a todos nos admira y que nos muestra el poder sanador de Dios! Pero sigo diciendo que no es lo más importante que sucede en este día...

(10) En seguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. 


¡Y esto sí es lo más importante que sucede en nuestra historia! ¡Bartimeo se hace cristiano y convierte su corazón a Jesucristo! Y eso salva su alma...

¿Qué queda hoy de los ojos de Bartimeo? ¡Nada hasta que vuelvan a ser resucitados y glorificados! ¡¡¡Pues su alma permanece y sigue dando Gloria a Dios!!!

Yo sigo detrás de él, y le escucho con alegría. Mi corazón arde y estoy tentado de pedirle yo también al Maestro: "¡¡¡Señor, haz que pueda ver!!!" Pero me callo después de ver la mirada fija e intensa del Señor, que sabe más que ve y muestra más sondea. Y sin mover los labios sé que me dice: "¡Ya me ves cada noche a través de mi Palabra!" ... ¡Y aunque no me reprocha nada sé que no puedo pedirle nada más que eso! (E incluso eso ya es demasiado don para mí)...


Le sonrió, mientras mis ojos se llenan de nuevo de lágrimas y dejo de verle de nuevo. Cuando consigo liberarme de ellas ya no están  Bartimeo ni el Señor. Sólo veo las espaldas de la multitud que canta alabanzas. ¡Respiro hondo y le doy las gracias porque al menos puedo verle unos minutos cada noche en Su Evangelio! Es una pena que cuando termino la reflexión no le vea muchas veces en mi día a día, y cuando le veo, por fin, nunca consigo tratarle como se merece... (Y me agarro con fuerza a unas palabras que seguro que pueden ser la llave para la Vida Eterna: ¡¡¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí, que soy un pecador!!!)...

(11)Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

...¡Y esto también es muy importante! ¡Qué la curación de Bartimeo, mueve las almas hacia Dios, y produce conversiones!

+ Oremos hoy porque estemos dónde estemos sintamos que  Jesús está pasando a nuestro lado... ¡Y gritemos para que nos oiga! (Con el corazón, o con los labios). Y pidamos volver a ver... ¡ Pidamos volver al momento en que nuestra Fe era más pura y nuestra alma más agradable a Dios! Y confiemos en Jesucristo, ¡¡¡Qué hace nuevas todas las cosas!!!

Y seguimos tras 321 días con el Libro de la Sabiduría, que nos exhorta a buscar la sabiduría de Dios, y nos habla de la Sabiduría, su historia y sus frutos, y lo absurdo que es adorar y construir ídolos en vez de amar y Adorar a Dios, y del fin triste que aguarda a los malvados... (Hoy 19, 1-2):

"Pero sobre los malvados descargó hasta el fin una ira despiadada,
porque Dios sabía de antemano su conducta futura:
después de haberlos consentido marchar
y de haberlos despedido con prisas, 
cambiarían de opinión y los perseguirían."

¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!


Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid sus semillas!!! ¡No os la quedéis sólo para vosotros!

(El pintor quizás no me vió, pero yo estaba justo detrás de Bartimeo).


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