EVANGELIO DEL DOMINGO 7.8.2022 AD:
D 7. "No temas, pequeño rebaño,..." (Lc 12, 32-48):
¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (12, 32-48), al que vamos de la mano del Señor: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: (2) «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. (3) Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. (4) Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. (5) Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. (6) Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. (7) Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. (8) Y, si llega la segunda vigilia o la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos. (9) Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.» (10) Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?» (11) Y el Señor le dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas? (12) Bienaventurado el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. (13) Pero si el criado dijere para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y a las criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. (14) El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. (15) Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá.»"
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:"
El mensaje de hoy va dedicado a los discípulos del Señor. Es un mensaje de esperanza y exigencia, en el que según vayamos leyendo os invito a recordar las cuatro palabras con las que comienza hoy a hablar el Maestro, no sea que según vayamos avanzando se nos olviden y produzcan en nosotros un efecto contrario del que Jesús pretendía. Las cuatro palabras tan importantes son: "No temas, pequeño rebaño,..."
(2) "No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino."
¡Sí! ¡Así comienza el Evangelio de hoy, invitándonos a no tener temor, porque Dios quiere darnos el Reino de los Cielos... ¡Para eso ha venido! ¡Para que podamos conseguirlo! Y nos invita a no tener miedo, y a confiar en la recompensa prometida: ¡Una eternidad con Dios! ¡Una eternidad junto al Amor, la Belleza, la Bondad! ¡Una eternidad junto a todos los santos y gracias a la Gracia de Dios y a su fruto, la comunión de los santos!
(3) "Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla."
¡Y aquí ya podemos echarnos a temblar todos! ¡Qué nos quieren tocar la cartera! ¿A nosotros? ¿Qué den mejor los ricos, no? (Y los ricos dirán que mejor den los pobres, que son más...). Pero, bromas a parte, sí se nos invita a que hagamos limosna, y que lo hagamos de una forma contundente, invitándonos incluso a vender bienes... (y algunos santos como San Benito lo hicieron y ganaron la santidad)...
Pero no dice: ¡Vended todos vuestros bienes! Pero sí invita a desprenderse de algunos de ellos. Invita a la generosidad y al desprendimiento... Como decía Santa Teresa de Calcuta: "a dar hasta que duela..."
Por otro lado Lázaro, Marta y María, fueron discípulos del Señor y tenían una buena casa y una posición acomodada. También San Pedro, tuvo su casa, donde vivía su familia y su suegra... Y San Juan acogió a Santa María en su casa en Efeso... ¡Luego tranquilos y no vayamos corriendo a vender nuestra casa!
Luego la invitación parece ser a mantener la atención por las necesidades ajenas, y a base de ayudar y hacer obras de caridad, irnos "pagando" poco a poco una hipoteca en el Cielo... Pues corremos el riesgo de acumular muchos bienes en la tierra, que se quedarán en la tierra, y no tener nada esperándonos en el Cielo...
Y lo bienes en la tierra pueden perderse muy fácilmente: por una expropiación, por una devaluación, porque hagamos una cosa que a lo largo de la historia solemos repetir bastante los seres humanos: ¡Porque nos muramos! Y en este último caso se harán realidad los versos que un anciano entrañable repetía en las puertas del Cielo en el programa de radio: "Estación último destino", unos versos que le enseñaron de pequeño y que el hizo vida: "Lo que guardé no lo tengo. / Lo que tuve lo perdí. / Sólo tengo lo que dí."
(4) "Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón."
¡Esta frase también podría ser buen título para el Evangelio de hoy! Tanto, que bien merece la pena que la volvamos a leer despacio cada uno de nosotros... ¡Vamos allá!
¡Qué gran verdad! ¡Qué bien se nos conoce a cada uno donde tenemos el corazón según empleamos nuestro tiempo y nuestro dinero!
Ya puedo cantar: "¡Arriba los pobres del mundo! ¡En pie los esclavos sin pan!" trescientas veces al día, que si no comparto mi dinero con los pobres, ni les dedico mi tiempo, al final estoy explotando a los explotados para mis propios fines...
Ya puede decir que soy católico, apostólico, romano, yo y mi familia, desde hace cincuenta generaciones, que si no rezo cada día, no visito al Señor, y no realizo obras de misericordia, y no invierto dinero y tiempo en la mayor Gloria de Dios... ¡Mis ídolos son otros! ¿Cuáles? A los que estoy dedicando mi tiempo y mi dinero, a lo que he convertido en mi tesoro,...
Y no sigo, porque después de escribir este Evangelio voy a tener que releérmelo y examinarme a conciencia, para ver donde esta de verdad mi tesoro. (Y que bien viene para esto una escapada con el Señor: peregrinar en silencio, unos ejercicios espirituales... ¡A ver si el Señor me los regala! ¡O a ver que se le ocurre!).
(5) "Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas."
Recordemos que el Señor dedica este mensaje a sus discípulos, y les invita a estar siempre preparados: con la cintura ceñida y las lámparas encendidas.
(6) "Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame."
(7) "Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo."
(8) Y, si llega la segunda vigilia o la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.
Y nos promete la dicha Eterna a los que nos encuentre preparados para Su venida: Ya sea en la Parusía (en su segunda venida en Gloria y Majestad), o ya sea cuando el beso de la hermana muerte nos invite a ir al encuentro de Aquel para el que hemos sido creados...
(9) Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
(10) "Pedro le preguntó : – Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? "
(11) Y el Señor le dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas?
(12) Bienaventurado el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
(13) Pero si el criado dijere para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y a las criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
(14) El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Y aquí Jesús nos muestra que hay distintos niveles de responsabilidad y distintas penas... (Aunque no dice que esto sea una excusa para vulnerar la Ley Natural que Dios grabó en nuestras almas)...
(15) Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá.»"
(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:"
El mensaje de hoy va dedicado a los discípulos del Señor. Es un mensaje de esperanza y exigencia, en el que según vayamos leyendo os invito a recordar las cuatro palabras con las que comienza hoy a hablar el Maestro, no sea que según vayamos avanzando se nos olviden y produzcan en nosotros un efecto contrario del que Jesús pretendía. Las cuatro palabras tan importantes son: "No temas, pequeño rebaño,..."
(2) "No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino."
¡Sí! ¡Así comienza el Evangelio de hoy, invitándonos a no tener temor, porque Dios quiere darnos el Reino de los Cielos... ¡Para eso ha venido! ¡Para que podamos conseguirlo! Y nos invita a no tener miedo, y a confiar en la recompensa prometida: ¡Una eternidad con Dios! ¡Una eternidad junto al Amor, la Belleza, la Bondad! ¡Una eternidad junto a todos los santos y gracias a la Gracia de Dios y a su fruto, la comunión de los santos!
(3) "Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla."
¡Y aquí ya podemos echarnos a temblar todos! ¡Qué nos quieren tocar la cartera! ¿A nosotros? ¿Qué den mejor los ricos, no? (Y los ricos dirán que mejor den los pobres, que son más...). Pero, bromas a parte, sí se nos invita a que hagamos limosna, y que lo hagamos de una forma contundente, invitándonos incluso a vender bienes... (y algunos santos como San Benito lo hicieron y ganaron la santidad)...
Pero no dice: ¡Vended todos vuestros bienes! Pero sí invita a desprenderse de algunos de ellos. Invita a la generosidad y al desprendimiento... Como decía Santa Teresa de Calcuta: "a dar hasta que duela..."
Por otro lado Lázaro, Marta y María, fueron discípulos del Señor y tenían una buena casa y una posición acomodada. También San Pedro, tuvo su casa, donde vivía su familia y su suegra... Y San Juan acogió a Santa María en su casa en Efeso... ¡Luego tranquilos y no vayamos corriendo a vender nuestra casa!
Luego la invitación parece ser a mantener la atención por las necesidades ajenas, y a base de ayudar y hacer obras de caridad, irnos "pagando" poco a poco una hipoteca en el Cielo... Pues corremos el riesgo de acumular muchos bienes en la tierra, que se quedarán en la tierra, y no tener nada esperándonos en el Cielo...
Y lo bienes en la tierra pueden perderse muy fácilmente: por una expropiación, por una devaluación, porque hagamos una cosa que a lo largo de la historia solemos repetir bastante los seres humanos: ¡Porque nos muramos! Y en este último caso se harán realidad los versos que un anciano entrañable repetía en las puertas del Cielo en el programa de radio: "Estación último destino", unos versos que le enseñaron de pequeño y que el hizo vida: "Lo que guardé no lo tengo. / Lo que tuve lo perdí. / Sólo tengo lo que dí."
(4) "Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón."
¡Esta frase también podría ser buen título para el Evangelio de hoy! Tanto, que bien merece la pena que la volvamos a leer despacio cada uno de nosotros... ¡Vamos allá!
¡Qué gran verdad! ¡Qué bien se nos conoce a cada uno donde tenemos el corazón según empleamos nuestro tiempo y nuestro dinero!
Ya puedo cantar: "¡Arriba los pobres del mundo! ¡En pie los esclavos sin pan!" trescientas veces al día, que si no comparto mi dinero con los pobres, ni les dedico mi tiempo, al final estoy explotando a los explotados para mis propios fines...
Ya puede decir que soy católico, apostólico, romano, yo y mi familia, desde hace cincuenta generaciones, que si no rezo cada día, no visito al Señor, y no realizo obras de misericordia, y no invierto dinero y tiempo en la mayor Gloria de Dios... ¡Mis ídolos son otros! ¿Cuáles? A los que estoy dedicando mi tiempo y mi dinero, a lo que he convertido en mi tesoro,...
Y no sigo, porque después de escribir este Evangelio voy a tener que releérmelo y examinarme a conciencia, para ver donde esta de verdad mi tesoro. (Y que bien viene para esto una escapada con el Señor: peregrinar en silencio, unos ejercicios espirituales... ¡A ver si el Señor me los regala! ¡O a ver que se le ocurre!).
(5) "Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas."
Recordemos que el Señor dedica este mensaje a sus discípulos, y les invita a estar siempre preparados: con la cintura ceñida y las lámparas encendidas.
Nos invita a vivir recordando que no hemos sido creados para vivir unos pocos años en este mundo y luego desaparecer... ¡Qué estamos creados para algo muchísimo más grande! Y para merecer tal regalo debemos estar preparados...
Los ateos dicen que el hombre crea a Dios por el miedo que tiene a la muerte; pero San Pablo decía: "por el miedo que tiene a la muerte el hombre es esclavo del demonio durante toda su vida"... y por eso vino Cristo, para vencer a la muerte, mostrarnos un camino de Vida y quitar el poder que el demonio tenía sobre nosotros...
Al final las reglas del juego nos las dice San Agustín: "Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti ", ... ¡Ya deberíamos saberlo! (No porque yo he repetido la frase 30 veces, sino porque Jesucristo nos los dice bien claro en este mismo Evangelio y en muchos otros...).
(6) "Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame."
Y para lo que nos estamos preparando es para cuando el Señor venga (o para cuando nosotros vayamos a Él); para ese momento en que tengamos que ver con Su LUX que elegimos con nuestras obras: si acercarnos a Él, o alejarnos de Dios para siempre...
Y es que el momento del Juicio llegará, y ya no podremos añadir méritos a nuestra vida, ya no podremos pedir perdón por nuestros pecados; y estemos como estemos, estaremos toda la Eternidad...
¿De verdad qué queremos jugarnos todo a una carta? ¿De verdad queremos dejar para el último momento una Confesión in extremis? ¿O preferimos comenzar a pelear ya contra nuestro hombre viejo, y hacer lo que San Agustín invitaba a hacer? : "Si al morir el Señor no os encuentra vencedores, que al menos os encuentre luchando"...
(7) "Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo."
Hay que soñar siempre con metas altas, y no conformarnos sólo con seguir luchando. Hemos de intentar, con la ayuda de Dios, ir directos al Cielo. Y para esto, ¡Qué importante es la vida de Gracia! La oración y la Misa frecuentes (diarias mejor), la Confesión frecuente, las obras de Caridad y de Misericordia, no pactar nunca con ningún pecado por pequeño que sea, e intentar ganar indulgencias plenarias por nuestros pecados ya perdonados y por los demás difuntos...
A mí me ayuda, cuando miro atrás y veo mis muchos pecados recordar las palabras que se dicen al Sagrado Corazón de Jesús: ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío! ... ¡Sólo en Él, en Su Gracia y en Su Misericordia pongo mis Esperanzas...
Mientras trabajo como nos pedía San Ignacio de Loyola, como si dependiera de mí, aunque sé que todo depende de Él... ¡¡¡Bendito sea este Dios que no sólo come con pecadores, sino que incluso nos sueña santos y nos invita a luchar en su ejército!!!
(8) Y, si llega la segunda vigilia o la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.
Y nos promete la dicha Eterna a los que nos encuentre preparados para Su venida: Ya sea en la Parusía (en su segunda venida en Gloria y Majestad), o ya sea cuando el beso de la hermana muerte nos invite a ir al encuentro de Aquel para el que hemos sido creados...
(9) Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Lo primero que se ve es que es una enseñanza para el futuro, porque Jesús está junto a ellos y sin embargo habla de Su venida. De una venida inesperada, (tan inesperada como un ladrón en la noche)...
Y si yo fuera uno de los Apóstoles no hubiera entendido nada (nosotros siempre jugamos con ventaja porque conocemos el final de la historia, y porque la conocemos a la LUX del Magisterio de la Iglesia,... sino estaríamos mucho peor que los Apóstoles).
En definitiva Jesucristo habla a sus discípulos avisándonos de que tenemos que estar preparados para Su llegada... ¿Y yo? ¿Lo estoy? ...
Creo que fue San Alfonso María de Ligorio, quién decía que las cosas verdaderamente importantes de la vida, son las que lo sigan siendo cuando hallamos muerto, ... y todo lo demás es vanidad... Y recomendaba recordar cada día que algún día moriremos...
¿Y si muriera ahora como estaría? ¿Tendría las manos llenas o vacías? ¿He amado de verdad? ¿Hay a alguien a quien no perdono? ¿Tengo algún pecado mortal sin confesar? ¡¡¡Eso será lo único importante!!! Dará igual si mi coche es nuevo o viejo, mis estudios, si me hecho un nuevo peinado, o si mi equipo ha ganado la Liga o el Mundial... ¡Todo esto dará igual! ... pero parece que las cosas superfluas son lo único importante... La gente guarda largas filas para conseguir entradas para un concierto de música, o compra con antelación de meses butacas para la nueva película de moda. Y el Papa Francisco convocó un Año de la Misericordia, y la Iglesia sigue dando indulgencias plenarias y muchos aún no aprovechan tan inmensos regalos... ¡Qué pena!(10) "Pedro le preguntó : – Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? "
¡Y es que hay una gran diferencia! Si lo ha dicho por los demás podemos suspirar tranquilos y pensar que somos los mejores del mundo, y que podemos relajarnos y quedarnos tranquilos esperando al Señor...
Pero si lo dice por los discípulos, es que no podemos relajarnos ni perder de vista que el Señor ha de volver, y seguir viviendo en clave de eternidad, en tensión y sin vivir instalados del todo en este mundo temporal... ¡Veamos cual es la respuesta del Maestro!
(11) Y el Señor le dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas?
Vamos, que acaba de decirles con otras palabras: "¡Lo digo por vosotros, por mis discípulos!"...
...Y confía en que seamos fieles y solícitos, para atender las necesidades de los que están a nuestro cargo: un sacerdote a sus parroquianos, un laico fiel a Jesucristo a su familia, amigos, compañeros... ¡ Ningún bautizado queda excluido de este regalo-obligación! ... Así pues, quedémonos con la idea del Señor respondiendo a San Pedro: "¡Por vosotros, Pedrito, por vosotros!"...
(12) Bienaventurado el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Y si Jesucristo cuando llegue nos encuentra realizando esta tarea con solicitud y fidelidad, nos premiará poniéndonos al frente de todos sus bienes. (Y esto lo dice el mismo que dirá después: "Mi Reino no es de este mundo. "...
Así pues no esperemos la Gloria, el triunfo o la recompensa en este mundo, (y que si llegan no nos despisten); y estemos bien seguros de que llegarán cuando crucemos el umbral de la muerte y lleguemos al Reino de los Cielos...
Y no hay que pensar que porque estos frutos lleguen a más largo plazo son menos importantes, sino todo lo contrario, porque ¡serán los frutos que tengamos en la Vida Eterna!
(13) Pero si el criado dijere para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y a las criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
Y esto es un aviso a los discípulos de Jesucristo: ¡No tenemos firmado un cheque en blanco! Y podemos caer, en este mundo y en la Vida Eterna...
Y un peligro puede ser pensar precisamente: "mi amo tarda en llegar"... y entregarse a los abusos y placeres mundanos, olvidándonos de que hemos sido elegidos para servir y no para servirnos de los demás...
El gran problema de que el Señor nos encuentre así es que nos despedirá y nos condenará a la pena de los que no son fieles: ¡una pena terrible! Porque implica estar siempre lejos de Dios, y en compañía de todos los que están lejos de Dios: personas, demonios... ¿Con quién me gustaría compartir la eternidad con Santa Teresa de Calcuta y San Juan de la Cruz, o con los que han decidido seguir a sus demonios y no a Dios? ¡Yo lo tengo muy claro! ¿Y tú?
(14) El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Y aquí Jesús nos muestra que hay distintos niveles de responsabilidad y distintas penas... (Aunque no dice que esto sea una excusa para vulnerar la Ley Natural que Dios grabó en nuestras almas)...
(15) Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá.»"
Jesucristo nos muestra que cada don conlleva implícito una responsabilidad y un mayor grado de exigencia... y al que más dones o cualidades tenga, más alto cargo ocupe ... ¡Dios le va a exigir más!
Pero una mayor responsabilidad no debe preocuparnos más; sino hacernos confiar más y más en el Señor. Y dejar en Sus manos la solución de lo que no podemos lograr (si ya hicimos humanamente todo lo posible)...
Y no debemos rechazar una mayor responsabilidad si puede venir de Dios, y estar completamente tranquilos, porque como dice San Pablo: "Dios no llama a los capaces, capacita a los que llama"; y también dice: "Donde abundó el pecado sobreabundó la Gracia"... ¡Así pues, ni nuestros pecados pasados, ni nuestra supuesta falta de capacidad son excusas que alegar ante el Señor! (¡Qué es precisamente el único que puede sanarlos!)...
+ Oremos por el alma de todos los familiares, amigos y conocidos que han muerto en estos últimos meses y porque nuestras oraciones les ayuden a llegar a Él muy rápido.
+ Y por todos los hermanos que nos precedieron en la Fe, y que nos dieron su ejemplo, testimonio y enseñanza... (Para muchos son su padre y su madre)... ¡¡Por todos ellos! ¡Y por todos vosotros y vuestras familias y amigos! Porque nos ayudemos unos a otros a tener las lámparas encendidas y las cinturas ceñidas! Yo, desde mi debilidad y miseria sigo rezando por vosotros y vuestras batallas; aunque sé que ya habéis vencido porque habéis elegido el bando vencedor: ¡El de Jesucristo! ¡Nuestro Dios y Señor! ¡El Rey del Universo! ¡A Él todo Honor y toda Gloria, por los siglos de los siglos, y aún después de todo tiempo! Amén.
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!
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Si no queréis las cookies de google, sólo se me ocurre que no entréis... (Si algún día me hago informático ya pongo un enlace para que me déis un consentimiento personalizado (y otro por si me queréis invitar a comer)... Mientras tanto, espero que este mensaje cumpla las leyes de la UE, de España, de internet y de los amigos de mantón de Manila... dicho sea con todo respeto y bastante cansancio por tanto mareo... ¡Gracias!).
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Tras 906 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla de la eleción de la mujer. Hoy 36, 25:
"Donde falta la cerca, la posesión será robada;
y donde no hay mujer el hombre va gimiendo a la deriva."
¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!!!
Tras 906 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla de la eleción de la mujer. Hoy 36, 25:
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