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sábado, 27 de agosto de 2022

DOMINGO 28.8.2022 AD: "El que se enaltece será humillado" (Lc 14, 1.7-14):

EVANGELIO DEL DOMINGO 28.8.2022 AD:

D 28. "El que se enaltece será humillado" (Lc 14, 1.7-14):


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (14, 1. 7-14), nos muestra que la humildad como forma de vida y vía para llegar a Dios no sólo fue una ocurrencia de San José de Calasanz, o de San Francisco de Asís. Sino que es el único camino que podemos seguir para llegar a Dios, y Jesucristo es Quien nos lo enseña...

Santa Teresa de Jesús decía: "Humildad es vivir en verdad,... ¡Y la verdad es que somos muy poca cosa!"...

Y es que, ¿Qué es el ser humano ante Dios? ¿Qué somos nosotros: mortales, débiles, con fecha de caducidad, pecadores,... comparados con Dios Todopoderoso y Eterno? ¡¡¡Pues somos Sus hijos Amados!!! ¡Ocupamos el centro del corazón del Señor, cuya locura de Amor se desbordó en nosotros! ¡Jamás hubo Amor tan grande y jamás encontraremos otro igual! ...

Así pues, podemos buscar en las creaturas lo que sólo nos puede dar nuestro Creador... ¡Pero fracasaremos! ¡Jamás encontraremos en otra persona un Amor Infinito, Eterno, perfecto y pleno que nunca nos defraude! Pero, si primero llegamos a 
Dios y Él bendice nuestra unión con el sagrado vínculo del matrimonio y ponemos a Dios en el centro, nuestra limitada capacidad de Amar irá creciendo más y más hasta parecerse cada vez más al Amor de Dios...

Y para terminar esta introducción un recuerdo: Paseaba por Alcalá de Henares y pasé por delante de una Iglesia muy pequeña (al lado mismo de la casa de Cervantes), había un pobre en la puerta y yo había pasado de largo, pero me di la vuelta y le di una ayuda, y ya que estaba en la puerta de la Iglesia pasé, saludé al 
Señor y vi al sacerdote en el confesionario (solía estar allí más de una hora al día, y se le echa mucho de menos, porque falleció) y aproveché para dar de nuevo mis pecados al Señor a través de este consagrado...

Y entre mis pecados, por desgracia, están la soberbia y la vanidad: ¡Dos grandes enemigos de la humildad a la que el 
Señor nos llama! Y le dije que incluso en lo que hacía por el Señor no estaba seguro de que no estuvieran en ellas manchándolas...

Era un sacerdote anciano, con la cara alegre y los ojos brillando de Amor y Alegría, y me respondió sonriente: "pues eso tiene muy fácil solución. Antes de hacer cualquier cosa ofrécesela al 
Señor, y pídele que Él la haga por ti. Y cuando la termines le das las gracias por haberla hecho y le ofreces los frutos y le recuerdas que son sólo suyos..."

Intentaré ponerlo en práctica y le doy las gracias a 
Jesucristo por la vida de este sacerdote (y de todos ellos) y de ese pobre que me llevó directo a Jesucristo... (¿Quién ayudó a quién?).

Me quedo con la imagen grabada de la sonrisa de este sacerdote diciendo: "¡Ánimo! ¡Qué me parece que a usted el 
Señor le quiere mucho!" ...

¡ Sí! ¡Así es! Y me mostró una realidad que no por saberla a veces tenemos suficientemente en cuenta... ¡¡¡Todo lo que nos quiere 
Dios!!! ...

Pero vamos por fin al Evangelio, que es lo importante de la mano del Señor: ¡¡¡Ven 
Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

"(1) Un sábado, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. (2) Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola: (3) –Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. (4) Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. (5) Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. (6) Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; (7) te pagarán en la resurrección de los justos.»

"(1) Un sábado, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.

"Este escenario" sale más veces en las Sagradas Escrituras: En una casa y con el mismo procedimiento: "invitar para espiar"...

Esto es tan hipócrita, que sólo puede superarse si el invitado espía al anfitrión tras abrirle las puertas de su casa... ¡Una pena!

Al final la crítica muestra la gran inseguridad del que critica, su vida aburrida, su necesidad de autoafirmación o de ascender hundiendo a otros ya que no puede hacerlo por sus méritos. ¡Lo peor es que es una ciénaga en la que todos caemos, y hay que hacer verdaderos esfuerzos para salir de este lodazal tan extendido! (Y al criticar somos nosotros los que nos enfangamos. Ya dice el refrán: "Lo que Juan dice de Pepe, me dice más de Juan que de Pepe"...).

(2) Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola: 

Los fariseos van cogiendo los puestos de honor según llegan. Y si esto en relaciones humanas es arriesgado, estando 
Dios presente ¡es un gran desatino! Y el Señor se lo mostrará en seguida...

Y me duele ver que yo también caigo en esto. Quizá no en un banquete, pero que difícil es no intentar demostrar uno lo que sabe si tiene la respuesta, o callar lo que uno ha hecho bien... ¡Qué difícil es acallar los ídolos del ego, la vanidad, la soberbia!

Cada vez estoy más convencido según leo de que este Evangelio es un regalo del 
Señor para mi... (¡Hazme ya, Señor, el regalo entero y líbrame de todos los pecados de los que estoy lleno! Aunque, si somos conscientes de nuestros pecados, la solución siempre es acercarse más a Dios y confesarnos, y pedirle Su Gracia para vencerlos y vencernos. Ya he repetido esa frase que le dijo un sacerdote al que hoy es monseñor Munilla, Obispo de Alicante (España): "Contra el pecado se lucha sin perder la paz, pero sin hacer las paces."...).

(3) –Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. 


Esta es una buena enseñanza en caminos humanos: tener humildad y comportarse siempre humildemente. Una enseñanza que todos entendemos muy fácilmente, así que no insisto en ella y paso a ver otras posibles enseñanzas dentro de ella:

a) En nuestro banquete interior: ¡Qué gran error sería ponernos nosotros en el puesto principal, y dejar al 
Señor los lugares secundarios! ¡Qué gran error sería sentar a ídolos en los lugares principales y descuidar el lugar que dedicamos a Dios! ...

¡
Dios debe ser siempre el centro!, y si es Él es el centro de verdad es cuando podrá desde allí santificar nuestra vida, llenarla de PAX, Amor y Alegría plenos!

Y sabemos que 
Dios es (o no) el centro, porque allí donde invertimos nuestro tiempo y dinero está nuestro corazón...

Cuando alguien dice ser cristiano pero no encuentra tiempo para 
Dios, me imagino a un novio diciendo a su novia: "cariño, te quiero tanto, tanto, tanto,... ¡Qué no me hace falta verte! "... ¿Se lo creería la novia? ¿Y nosotros? ¿Y Dios?

Y el primer mandamiento es: "Amarás a 
Dios sobre todas las cosas"...

Y también recordar el Shemá, que compartimos con nuestros hermanos judíos: "El 
Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas..."

¡Y el error que cometen hoy los fariseos lo podemos cometer nosotros! ¡Sentarnos y acomodarnos mientras 
Dios sigue de pie! (Que Él nos ayude a no caer de nuevo en ese error).

b) En las asambleas y vida de la Iglesia: ¡Cuánto daño hace creerse mejor que otros! ¡Cuánto daño hacen las expectativas! (Y esperar mucho más de mí, de los demás, del 
Señor, o buscar más reconocimientos y consuelos humanos o divinos)...

¡Y en eso podemos caer todos! Cae el fiel que quiere ser siempre el niño en el bautizo y la novia en la boda (y ser más protagonista que ellos); puede caer el sacerdote que desearía ver más frutos en su parroquia; el laico fiel a 
Jesucristo que quisiera sentir más consuelo al rezar, o estar mejor considerado en su comunidad... Y yo me pregunto: ¿No pasa esto porque nos hemos puesto a nosotros en el centro y no a Dios? ¿O quizá hemos puesto en el centro a los ídolos del éxito y de la eficacia? ¿No dejaría de pasar todo esto si devolvemos el puesto de honor a Dios? Pero eso sí, ¡seguir soñando alto en todos los frentes! Al estilo de San Juan de la Cruz"Tanto se obtiene, cuanto se espera"...

(4) Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. 

Aquí el 
Señor nos llama al camino de la humildad, a sentarnos en el último lugar, a pasar más desapercibidos o donde mejor podamos servir a la asamblea...

El servicio es el camino de la humildad. El llamado a ser presbítero o religioso o monja será humilde si de verdad asume la obediencia y acepta el encargo; y es soberbia y falsa humildad desoír la llamada de 
Dios, por creernos indignos de merecer tal premio...

Todos somos indignos de servir al 
Señor, pero el primer camino de la humildad es la obediencia a Dios... (¡Qué bien me enseñó esto Jordi, un sacerdote de Cursillos de Cristiandad, cuando le dije que me sentía indigno de hacer un servicio que me encomendó la Comunidad. Con toda naturalidad me respondió: "¡Pues claro que eres indigno! ¡Tú de realizar ese servicio y yo de ser sacerdote!" ¡Ante Dios, todos somos indignos! Y una hermana me recordó: "Por eso en cada Misa oramos diciendo: "Te damos gracias, Señor, porque nos haces dignos de servirte en tu presencia").

(5) Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. 

Y aquí 
Jesucristo muestra la humildad en el camino y unidad con que se nos medirá para ver que puesto tendremos que ocupar en el Reino de los Cielos... ¡Así que debe ser esencial!

(6) "Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte;"

¡Aquí el escándalo es total!... Y el Maestro nos pide que invitemos a los que no podrán devolvernos el favor... ¿Lo hacemos? Pues he de reconocer que no... ¡Nunca les he dado un banquete! Pero seguro que sin dárselo en un salón de bodas todos colaboramos con Caritas, o Hermanitas de los Pobres, etc... y a través de ellas sí damos de comer,... ¡Por supuesto que el inmenso mérito es de ellas, pero al menos les ayudamos!

Y un recuerdo bonito me ha venido, de esos que te hacen dar las gracias a 
Dios porque seguro que de Él salió la LUX en esta historia... Debió ser cuando cumplí 43 o 44 años, y estaba en mi parroquia dando gracias a Dios por haber llegado a cumplirlos, y me vino un pensamiento: "¡Qué pena que no pueda celebrarlo también con los pobres!". (Iba a haber tarta para el trabajo, para la familia, etc... ¿Y para los pobres?)... Y entonces pensé: ¿Cómo que no puedo invitarles a mi cumpleaños? Y me fui a ver la lista de los productos que Caritas necesitaba, fui al supermercado y les hice una compra,... ¡Y seguro, que como el pobre de la Iglesia de la puerta de Alcalá, fueron ellos los que me hicieron el favor a mí!

(7) te pagarán en la resurrección de los justos.»

¿A qué después de leer esta línea merece la pena abrir el corazón y la cartera y tratar de ayudar a quién lo necesita? A los que no podrán devolvernos la invitación. (Aunque hasta en esto uno se lleva sorpresas y una vez me invitaron a ir a visitarles a "su casa" dos señores que pedían en mi parroquia. Y yo pensaba: "¡Si 
Dios quiere algún día iré!" Pero ya nunca iré, porque uno falleció y el otro volvió a su país).

+ Oremos por los pobres, de los que tanto aprendemos, que tantas heridas tienen y nos sorprenden por su gran corazón... ¡Pocos he visto alegrarse tanto de verme como a algunos de ellos! Como 
Paula, a la que durante años veía los lunes antes de un encuentro de hermanos y charlábamos y me contaba como le iban las cosas... O como el hermano africano que en la puerta del supermercado le traía a mi madre las bolsas que ella con 85 años no podía cargar, y tuvo que insistir para que le aceptara una propina porque decía que no hacía falta porque siempre le daba algo. ¡Sí! ¡Los que menos tienen son los que más dan! Sólo hay que sentarse diez minutos con uno de ellos y podremos ver que la gente tiene muy buen corazón! (Y muchos pasan sin verles o se sorprenden de que un tío con corbata esté sentado al lado, pero muchos les visitan, charlan con ellos, les aconsejan y socorren... ¡Y creo que muchos de ellos leen el Evangelio!) ¡Por todos ellos porque la pobreza les acerque a Dios, porque puedan salir de la miseria y porque sus corazones no sean esclavos de lo que no tienen!

+ Porque el 
Señor nos dé el don de la Santa humildad, y purifique nuestros actos y anhelos. Y por todos los que buscan su vocación, para que sigan caminos de humildad y obediencia a Dios... ¡Siempre Adelante, hermanos! ¡¡¡Siempre Adelante, para mayor Gloria de Dios!!! ¡Amén!

Tras 927 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla de la verdadera y falsa sabiduría. Hoy 37, 25-26:

"La vida del hombre dura poco,

mas los días de Israel son innumerables.

El sabio en medio de su pueblo adquiere la confianza,

y su nombre vivirá para siempre."


¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!


Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡¡¡No os las quedéis para vosotros solos!!!


"...y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo" (Jesucristo a San Pedro)


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Así que os informo de que no uso más cookies que las galletas de comer,... Lo que use google no lo sé, pero seguro que es legal. Y yo no uso nada más,... :) ¡Ya estáis avisados! ;) ... 

Si no queréis las cookies de google, sólo se me ocurre que no entréis... (Si algún día me hago informático ya pongo un enlace para que me déis un consentimiento personalizado (y otro por si me queréis invitar a comer)... Mientras tanto, espero que este mensaje cumpla las leyes de la UE, de España, de internet y de los amigos de mantón de Manila... dicho sea con todo respeto y bastante cansancio por tanto mareo... ¡Gracias!).

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