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jueves, 16 de abril de 2020

VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA: 17.4.2020 AD: "¡¡¡Dios te espera en esta playa!!!" (Jn 21, 1-14):

EVANGELIO DEL VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA 17.4.2020 AD:

V 17. "¡¡¡Dios te espera en esta playa!!!" (Jn 21, 1-14):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy es el Viernes de la Octava de Pascua. Un Viernes alegre en el que no hay que ayunar ni guardar luto, porque aún se oyen las voces que retumban por todo el mundo estas palabras llenas de Esperanza:


¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Y hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan, (21, 1-14), que nos habla del momento más alegre que puede tener una persona en esta vida: ¡¡¡Su encuentro con Dios!!! Y nos hablará de un encuentro precioso de imaginar (Y más en estos tiempos de confinamiento): un encuentro con Dios en una playa, junto con los hermanos de la Comunidad...

Vamos ya "en la hora de la brisa" y unidos a Él a sumergirnos en Su Palabra: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!:

"(1) En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: (2) Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. (3) Simón Pedro les dice: – «Me voy a pescar.» Ellos contestan: – «Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada.(4) Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. (5) Jesús les dice: – «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: – «No.» Él les dice: – «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» (6) La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. (7) Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: – «Es el Señor.» (8) Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. (9) Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. (10) Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: – «Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. (11) Jesús les dice: – «Vamos, almorzad.» (12) Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. (11) Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. (13) Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos."

(1) "En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:"

Jesucristo se aparece de nuevo a los Apóstoles (y será San Juan quién nos cuente esta tercera aparición)...

Pero me encantaría saber que hacía el Señor, tras resucitar, entre una aparición y otra... Y me lo imagino paseando por un prado sonriendo, dejándose acariciar por los rayos del sol, sintiendo la brisa meciendo sus cabellos... Y si yo fuera un director de cine o un pintor, de repente, me fijaría en sus manos, y cuando mirara sus llagas en las palmas detendría la imagen y miraría el mundo a través del agujero redentor de Su Santa mano... ¡El mundo que Él creó y que Él redimió puede verse desde el dorso o la palma de Su mano agujereada por las heridas del Amor!  ¿No es un cuadro para contemplar y soñar con él? 

(2) "Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos." 

Estaban juntos San PedroSanto TomásSan NatanaelSantiago el Zebedeo,San Juan, "
y otros dos discípulos suyos" ...

Y el "olvido" de sus nombres me dio al principio pena... Hasta que recordé las palabras de San Francisco de Asís: "Tan sólo soy lo que soy ante Dios". Que Santa Teresa de Calcuta trajo al siglo XX: "No soy como yo me veo, ni como los demás me ven. Soy como Dios me ve"...

Así que, bienaventurados estos discípulos si pasaron desapercibidos para el mundo, pero sus vidas fueron agradables a Dios... ¡Porque consiguieron lo que tanto anhelaba San Rafael Arnaiz!: "Quisiera ser santo y que no lo supiese nadie"...

Y esta enumeración de nombres es necesaria por una razón: ¡¡¡Están dando los nombres de los testigos de esta nueva aparición del Señor!!! No es anecdótico, sino que cita a los testigos que darán fe del hecho...


(3) "Simón Pedro les dice: – «Me voy a pescar.» Ellos contestan:– «Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada."

San Pedro, y los Apóstoles van a pescar y la pesca es infructuosa... ¡Y cuántas veces en los fracasos crecemos más pues enseñan humildad!

Si alguien se replantea su misión o su vocación por la falta de éxito... ¡Está convirtiendo el éxito en un ídolo! Y olvidándose de que no buscamos el éxito como lo ansía esta sociedad... ¡Sino hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas y en el mundo, para hacer ambos mucho mejores! Y esto lo vio muy claro Santa Teresa de Calcuta"Dios no me ha llamado a tener éxito, Él me ha llamado a ser fiel."

¡Bienvenido sea el éxito que dé Gloria a Dios! ¡Pero sólo a Dios! ¡Porque todo es don suyo, y nosotros sólo ponemos talentos que Él nos dio! ¿Entonces que le estamos dando? ¡Sólo el Amor con que lo hacemos!

Y digo lo mismo que el Salmo 113: "No para nosotros, Señor, no para nosotros, sino a tu Nombre, da toda Gloria..."

(4) "Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús."

 ¡Toda la noche faenando para nada! Pero el amanecer del día les trajo de regalo el Amanecer de la historia de la salvación: ¡JESUCRISTO!

¡Y ya firmaba por tener la misma suerte que estos Apóstoles! ¡Estar toda la noche (o toda la vida) sin coger nada, para un día encontrarme con Jesucristo que me mira con cariño desde la orilla! ¡¡¡Ese sería el mejor premio!!!


(5) "Jesús les dice: – «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: – «No.» Él les dice: – «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» 

El Señor les dice dónde pueden pescar y como hacerlo...

A veces no me entero mucho de lo que el Señor me dice y la pesca va saliendo a pesar de la torpeza del pescador, que no pesca lo que espera, ni de la forma que pensaría hacerlo, que se olvida de coser las redes, y a pesar de eso ve su trabajo bendecido por el Señor... ¡Qué alguna vez le regala ser un pobre puente entre Él y sus hermanos! (Y cuando eso pasa sólo puedo emocionarme y dar las gracias, porque me siento acariciado por el misterio de Dios, y sé que lo que allí ha pasado nada tiene que ver con méritos, sino sólo con la Gracia de Dios ).

(6) "La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. "

 Ellos tienen Fe para echar una vez más las redes cuando todo invita a rendirse, a irse a descansar tras una noche de trabajo perdido, cuando les invita a dejarse llevar por su soberbia y a no hacer caso al "desconocido". Y es en ese último intento, cuando todo parecía perdido, cuando son bendecidos por el éxito...

¿Cuántas veces he dejado la pesca a medias y he dado el día por perdido? Y al final me he dado cuenta que da igual lo vacía o lo llena que esté mi barca, sólo cuenta el Amor con el que lanzo mis redes y que lo haga sólo para mayor Gloria de Dios...

¿Cuántos peces se habrán quedado sin pescar porque les dí por perdidos y no quise tirar la red una vez más? ... ¡Le pido al Señor que remedie esta falta de frutos, y que Su Espíritu Santo llegue a donde mi red, llena de agujeros, no puede llegar!

(7) "Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: – «Es el Señor.»" 

San Juan es quien reconoce a Jesucristo, ¡el más joven! Y él es quien se lo dice "al Primer Papa"...

Me ha recordado a la Regla Monástica de San Benito, que dice que en los capítulos de la orden se escuchen por igual y tengan derecho a dar su opinión también los hermanos más nuevos, porque muchas veces el Espíritu Santo puede comunicarse a través de ellos... ¡Eso hace aquí con San Juan!

Pero comentando este pasaje Don José Manuel, en una homilía, dio en el clavo cuando dijo que en San Juan se cumple la bienaventuranza: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios". ¡Y el más limpio de corazón de todos logra descubrir al Señor!... ¡Qué rico es el Evangelio y cuantas enseñanzas encierra!

(8) "Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua."

San Pedro, recibe la LUX a través de San Juan con humildad. (Podía haberle dicho: "¿Qué sabrás tú muchacho? ¡Calla que el Papa soy yo!" ... ¡Pero no lo hizo! ¡Vio al Espíritu Santo en sus palabras y le creyó! (Y nos muestra lo conveniente que es deshacernos de nuestro prestigio y nuestros prejuicios al hacer juicios de valor,... ¡y qué es más importante buscar la LUX de Dios que confiar en nuestros méritos!)

Y además, Cefas, se deja llevar por el Amor... Podía haber ido en barca, pero prefiere verle cuanto antes y nadará 100 metros movido por la alegría de volver a encontrarse con su Señor... ¡Y seguro que el esfuerzo hizo más grato el reencuentro! (¡Ojalá me lo aprendiera yo, que soy más bien cristiano de retranca, que espera más que busca! ¡Ojalá Dios nos concediera tirarnos más al agua!).


 (9) "Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. "

Los otros Apóstoles van en la barca con la pesca milagrosa...

Si se hubieran tirado todos al mar hubieran perdido la barca y la pesca...

También en la Iglesia se puede ir nadando, remando o sujetando las redes. Y las distintas formas de llegar al Señor no deben ser motivo de discordia. Que cada uno vaya según el Espíritu Santo y la Santa obediencia al Señor les dicte. (Así no vivirán igual la pobreza evangélica unos padres de familia, que una carmelita descalza... ¡Y lo importante es que todos lleguen a la meta que Dios dispuso para ellos!).

(10) "Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: – «Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.""

¡Al final todos llegan hasta Jesucristo! ¡Eso es lo importante!...

...Y ven unas brasas esperándoles para cocinar su pesca...

... Y es que, Jesucristo, no es tan ruin como el pedazo de pez que le "dimos" ayer, ¡Él da 153 peces y encima prepara las brasas...!

En la misma homilía mencionada antes explicó que 153 era el número de naciones del mundo conocido en tiempo del Señor... Y esto nos va a venir muy bien para entender el punto 12...

 San Pedro aprende del Amor servicial del Maestro y él va a por las redes repletas... ¡El Amor es felizmente contagioso!

Un último detalle: ¡El Señor ya tenía su cena y no necesitaba a los apóstoles ni a su pesca! Y esto muestra que Dios no tiene necesidad de nosotros ni de nuestras acciones, mas, por Amor, nos regala trabajar en su mies, y por amor nos invita a lanzar nuestras redes... ¡Él, que es el único autosuficiente de verdad, por Amor quiere contar con nosotros! (¿Qué hacemos? ¿Nos vamos de pesca?).

 (11) "Jesús les dice: – «Vamos, almorzad.» ". (...) "Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. "

 Jesús les invita a almorzar y Él mismo les sirve... ¡Y es que van a necesitar fuerzas y energías para entregarse en el apostolado de esas 153 naciones que aún no han aceptado a Jesucristo como Salvador!

... ¡Y también a mí me ha dado de comer! Por ejemplo cuando algún día de ayuno Él fue mi único alimento, ¡me ha alimentado! Y así he podido entrar yo en Su Infinitud mientras Él entraba en mí... ¡Otro precioso Misterio de Amor!

(12) "Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. "

 La certeza hace innecesarias sus palabras. ¡Y el corazón de cada uno de ellos les fue más útil para llegar a Jesucristo que sus sentidos!

(13) "Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos." 

 Y así fue la tercera aparición del Señor tras vencer para nosotros a la muerte. 

Y, sobre todo, no hay que olvidar que:


¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Que Misterio es el tamaño de Dios capaz de contener el universo en sí y de caber en un pedazo de pan...

Y recuerdo la historia de un ilustrado ateo francés que pensó en reírse de un labrador que a las 12 se quitó el sombrero y se puso a rezar el Angelus... Se acercó y le dijo: "¿Cómo es tu Dios, grande o pequeño?". A lo que el labrador respondió: "Mi Dios es tan grande como para no caber en una mente tan privilegiada como la suya. Y tan pequeño para caber en el corazón de alguien tan ignorante como yo..."

+ Mi oración hoy por todos los que no tienen pescados que comer, para que puedan ser saciadas sus necesidades (y en eso todos tenemos la obligación ante Dios de ayudarles). Pero sobre todo por todos los que no tienen el alimento del Pan de Vida... ¡Qué es algo mucho más terrible, porque su sombra llega hasta la vida eterna!

+ También quiero invitaros a rezar por los que no han descubierto o que han perdido la Fe y no creen que Jesucristo sea capaz de esperarles en la playa con las brasas encendidas. ¡Pues así es! ¡Todo un Dios te espera (¡¡¡a tí!!!) para compartir contigo el resto de tu vida! ¡Sólo tienes que remar hasta la orilla!

Tras 136 días sigue con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 6, 18:

"Hijo, desde tu juventud ponte a aprender,
y hasta encanecer hallarás sabiduría."

¡Feliz PASCUA DE RESURRECCIÓN hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcir Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!

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