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miércoles, 15 de abril de 2020

MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA: 15.4.2020 AD "¡No se ha ido! ¡Está en el Pan!" (Lc 24, 13-35).

EVANGELIO DEL MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA:

X 15. "¡No se ha ido! ¡Está en el Pan!" (Lc 24, 13-35).



¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy seguimos celebrando algo que ha cambiado el mundo. Que: 

¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!


Y hoy, la Iglesia nos invita a encontrarnos con Dios en el santo Evangelio de Nuestro Señor  Jesucristo  según  San Lucas (24, 13-35).

Y hoy quisiera compartir la reflexión de la hermana Carolina en una charla sobre la oración, en la que, sobre todo, nos dejó muy claro que la oración era un encuentro entre nosotros y Dios en Su Palabra, por lo que lo importante no era aprender cosas nuevas, ni adquirir nuevos conocimientos (que se adquirirán muchas veces), lo verdaderamente importante es ir a encontrarse con Dios y aceptar que Él es el que lleva la iniciativa y estar pendientes a lo que nos quiera decir en cada nuevo rato de oración... ¡Porque aunque el texto fuese el mismo nosotros estamos en un momento muy diferente y puede decirnos algo nuevo! Pero aunque no sea así, lo más importante es haber estado junto a Él. (Y es igual de útil la oración cuando aprendemos cosas nuevas que cuando no lo hacemos, porque no nos relacionamos con Dios sólo con el conocimiento, también con todas las demás potencias)...

Así pues, teniendo esto presente, vamos de la mano del Señor a encontrarnos con Él en Su Palabra: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!! 


(1) "AQUEL mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos setenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. (2) Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?». (3) Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado estos días?». Él les dijo: «¿Qué». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron». (4) Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria». Y, comenzado por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. (5) Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». (6) Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. (7) Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan."

(1) "AQUEL mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos setenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido." 

El Evangelio comienza en Domingo. Y no es un Domingo más, ¡¡Estamos en el mismo día de la Resurrección del Señor!!! Y dos Discípulos de Jesucristo van a Emaús, una aldea a unos 3 kilómetros de Jerusalén, y hablan de las preocupaciones que hay en su corazón... 


¡Cuánto tiempo perdemos cada día en conversaciones intrascendentes, como si nos diera miedo mostrar lo que oculta nuestro corazón! ¿Por qué estamos vaciando cada vez más nuestras vidas de autenticidad? ... ¡Estos dos discípulos, al menos, hablan de lo que de verdad les importa! ¡No podían callar lo que les tenía conmocionados! (Pero a la vez es triste que mientras Jesús ha resucitado ellos estén huyendo de Jerusalén porque han perdido la Fe. Y eso nos recuerda unas palabras del Señor: "El que persevere hasta el final se salvará..."

(2) "Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?». "

 "Jesús en persona"... ¿Tenemos claro que Jesús es una persona? ¡Pues eso es muy importante! ¡Porque en verdad es así, un Dios cercano que nos comprende perfectamente y con quien podemos tratar de persona a persona! No es un dios de piedra lejano, al estilo de los ídolos paganos y no nos pide holocaustos humanos; sino sólo que compartamos con Él nuestro día a día, nuestros planes de futuro, esperanzas, problemas, alegrías... ¿No os lo creéis? Pues mirar este Evangelio, y como se interesa por lo que están hablando y conversa con ellos...


Y a veces no somos capaces de descubrir al Señor. Nos gustaría ver cosas  espectaculares, por ejemplo una legión de ángeles y al Señor en medio de ella con el sol en la mano... 


Pero Él viene caminando y hablando, con sencillez, disfrutando la humanidad que decidió compartir con nosotros para poder redimirla, y viene tan humano que no le conocemos... ¡Porque estamos esperando otra cosa distinta! 


Y es que así es: ¡Jesucristo es el modelo humano a seguir! Y Pilatos, sin querer así lo dijo, cuando tras los brutales azotes lo presentó al pueblo sediento de sangre: "Ecce Homo" (He aquí al hombre)... ¡Sí! ¡Eso es Jesucristo sobre todo! ¡El Hombre! Si es que el Espíritu Santo es capaz de dar luz a las sombras más lúgubres y a las mentes más obtusas... (Lo sé por propia experiencia...)

(3) "Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado estos días?». Él les dijo: «¿Qué». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana la sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron». "

 Cleofás, explica inocentemente a Jesucristo Su propia Pasión...



Pero en las palabras que elige muestra sus dudas: "que fue", "esperábamos", "nos han sobresaltado"... Cuando debería de haber dicho: "¡qué es!", "¡esperamos!" y "¡nos han devuelto la esperanza!"...


También demuestra su exposición que la crucifixión de Jesucristo no fue un hecho sin interés y marginal, sino que todo el mundo conocía y se extraña de que su nuevo compañero de viaje no lo sepa...


E impresiona ver que perdura sobre todo en su memoria que sus obras y palabras eran poderosas... ¡Cómo serían! ¡Qué bonito sueño poder oírlas algún día! Y Dios quiera que no sea para recriminarnos...

¡Pero como metedura de pata es inmensa! ¡Le cuentan al Señor Su propia Pasión! Y sólo le falta decirle: "¡No te enteras de nada!"

... ¿y no nos pasa lo mismo a nosotros que a estos dos discípulos? ¿No estaremos esperando "un futuro liberador" que nos libre todas nuestras cruces y que nos regale y nos conceda un deseo tras otro, en vez de un Mesías que nos ayude a cargar y a llevar nuestras propias cruces?...


¡Lo malo de que nos pase lo mismo es que puede estar al lado y no nos enteremos!


Creo que fue Gandhi el que dijo, que uno de los grandes males de la sociedad de su tiempo era la religión sin esfuerzo... ¡Y si esto era en su tiempo ¿qué será ahora?!

(4) "Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria». Y, comenzado por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras."

Nosotros también tenemos una absoluta necedad y torpeza para comprender el plan de Dios anunciado por los profetas, como les pasaba a los dos de Emaús. ¡¡¡Y no podemos comprender la Cruz!!!


¡Pero sin Cruz no hay Gloria! ¡Y Gandhi tenía razón en que no puede haber religión sin esfuerzo! (Incluso a veces la Cruz es tan grande que uno está a punto de derrumbarse por su peso... ¡Pero eso es porque hemos cometido un gran fallo! ¡Hemos dejado de mirar a Cristo y nos hemos puesto a mirar a nuestro ombligo! Y eso no nos motiva, por bonito que sea, a dar ni un paso cargados con nuestra Cruz...

Y sería muy bonito poder oír las palabras de Vida surgiendo de la Palabra, del Verbo Encarnado. ¡Poder escuchar a Dios! ¡Poder ver a Dios! (A veces, en medio del cansancio, me da una palabra de ánimo, un regalo, me recuerda algo que me ayuda a seguir y a dar las gracias).


Jesús les explica el plan de salvación de Dios, que los profetas anunciaron y que en Él se cumplió... ¡Y a veces comprender esto bien, nos ayuda a pasar los desiertos!

(Gracias a Dios no todo son desiertos, y los momentos de PAX llenan tanto que uno sabe que eso es lo que nunca quiere perder. Pero tampoco vamos a pensar que toda la vida vamos a caminar cuesta abajo, también hay llanos y cuestas arriba. ¡¡¡Y cuantas más cuestas arriba haya, más alto subiremos!!! ¡Eso es evidente! ¿Verdad?). (Así pues pidámosle al Señor que nos ayude a recorrer el camino que nos toque, y que nos acompañe para poder hacerlo).

(5) "Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». "

 Ellos todavía no le reconocen, pero no quieren que les abandonen... (Una vez más el espíritu y la intuición ven más allá que los sentidos)... ¡Y muchas veces, en esas intuiciones, el Espíritu Santo sopla, y nos muestra el camino...


¡Yo creo, que por muy lejos que estés tú de Dios, Él quiere quedarse contigo! ¿Por qué no se lo pides? ¡No hay que esperar a ser santo para hacerlo! 

Unos versos me encantan: "No te espante el rigor de mis pecados/ pues tan amigos de rendidos eres..." Así que, ser pecador no es excusa para permanecer lejos de Dios... ¡Al contrario! ¡Sólo indica que le necesitamos más que nadie!

Digámosle también nosotros:  "Quédate con nosotros, porque atardece..." ¡y la recompensa será grandiosa!

(6) "Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista."

Y Jesucristo, parte y bendice el pan. Y reafirma la importancia de la Eucaristía que instituyó en la Última Cena... 


¿Y por qué Jesús desaparece? ¡¡¡Porque ya está presente en la especie del Pan bendecido y de esa forma se está quedando junto a ellos...!!! 

¡Y de la misma forma se ha quedado junto a nosotros hoy en día en la Eucaristía! ... ¡Y es que Jesús no desapareció! ¡¡¡Estaba en el Pan!!! ¡Y comprender esto hace que me recorra un escalofrío la espalda! Dios hila tan fino que nunca llegaremos a entender ni una milésima parte de sus gestos, guiños y bromas... ¡Qué grande es Dios! ¡Bendito sea!

Y por eso dijo: "Tomad y comed todos de Él porque esto es mi Cuerpo..." Y usa el verbo ser. "esto es"... que alude a su esencia más íntima: Yo soy varón, yo soy español, yo soy alto, yo soy bajo,... ¡Así soy! ¡Eso es lo que soy!  

Podría haber dicho "Aquí está mi cuerpo..." Y eso hubiera sido algo más pasajero, menos estable: él está enfermo, ella está embarazada, él está insoportable, él está gordo,... ¡Son estados pasajeros! Y durarán más o menos tiempo, pero pasarán o al menos pueden pasar,...

¡¡¡El Pan de la Eucaristía es Dios, y lo será siempre!!! El Pan de la Eucaristía ES SU CUERPO... ¡¡¡ES JESUCRISTO!!! ¡ALABADO SEA POR SIEMPRE!


Y como dijo un día Don Paco en la homilía sólo pudieron reconocer al Maestro después de haber hecho una buena acción movidos únicamente por la Caridad. ¡Sólo podrán reconocerle tras preocuparse sólo por Él y darle posada! Y señalaba que la mejor preparación antes de cada Misa es acudir a ella con una multitud de actos de Amor realizados... ¡Qué el Señor nos ayude a que así sea!

(7) "Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan."



Solemos darnos cuenta después de un momento especial de encuentro con el Señor de lo que hemos vivido. En ese momento no nos damos aún cuenta... Y casi seguro que Él mismo o Su Santo Espíritu tiene que intervenir en la sedimentación de nuestras ideas...

¡Su corazón ardía! Y arde tanto que se van en medio de la noche, sin que eso les importe (a pesar de que esa fue la razón que dieron al Señor para que se quedara junto a ellos). Y como en la antifona del Rezo de Completas parecen decir: "Al amparo del Altísimo, no temo el espanto nocturno."...

Y van a ver a los once Apóstoles, y se cuentan sus encuentros con  Jesucristo  VIVO. Ya se ha aparecido a Simón y a ellos... ¡Todo ha cambiado en unas horas! ¡El hijo del carpintero resultó ser el  Hijo de Dios y por eso ha vencido a la muerte!

¡¡¡HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Y la Comunión de los Santos funciona, y cada uno comparte su propia experiencia, y da testimonio de lo que conoce... ¡De lo que ha sido testigo! Y de estos testimonios de testigos directos, a la LUX del Espíritu Santo, se empieza a narrar la tradición oral, que sólo unas pocas décadas después se grabará en los Evangelios... ¡Y así llegará a nuestros días! (¿Recordamos que la Palabra de Dios la componen la Santa Tradición y las Sagradas Escrituras, y que si quitamos a la primera no podemos explicar de donde nacen las segundas?)

+ Hoy os invito a orar porque siempre veamos al Señor en el Pan de la Eucaristía, y jamás pensemos como Cleofás y su compañero que Jesucristo ha desaparecido de nuestra vida: ¡¡¡Porque está siempre presente en ese trozo de Pan!!! Y si así es,  ¿Qué es tan importante que nos impide ir a confesarnos y recibir a Dios en nuestra casa, en este cuerpo siempre indigno de Su Majestad, pero en el que Él sin embargo desea morar? 

Y si no desapareció el Señor en este episodio, tampoco ha desaparecido hoy de nuestra sociedad en todos los países en que estamos recluidos por el Covid-19... ¡Y si no pueden llegar a nosotros los Sacramentos, la Gracia de Dios puede usar el camino que quiera para llegar a nosotros! ¡¡¡Y al Señor nadie le gana a Creativo!!! ¡¡¡Qué el Espíritu Santo nos abra los ojos y el corazón para hacer bunes acciones y poder verle llegar!!!

Tras 134 días sigue con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 6, 16:

"Un
 amigo fiel es bálsamo de vida,
los que temen al Señor lo encontrarán."

¡Feliz PASCUA DE RESURRECCIÓN hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcir Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!


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