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domingo, 5 de abril de 2020

DOMINGO 5.4.2020 AD: "¡No hagáis negocios con el diablo! (Mt 26, 14-27-66):

EVANGELIO DEL DOMINGO 5.4.2020 AD:

D 5. "¡No hagáis negocios con el diablo! (Mt 26, 14-27-66):


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Ya la Pasión del Señor es inminente, y hoy precisamente se nos invita a meditar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según . San Mateo. (Mt 26, 14-27-66).


Y como hoy es un texto muy largo me he buscado unos ayudantes para no tener que hacerlo yo entero... ¿sabéis quienes son? ¡¡¡Vosotros!!! ¡Sí, sí, tú! ¡Tú serás hoy autor también de la reflexión de este Evangelio y así nos repartiremos el trabajo!


Yo haré mi reflexión de unos pocos puntos y el resto se los dejo a vuestra oración y reflexión personal. Y es seguro que el Señor nos dirá a cada uno cosas distintas. Ahora vamos a encontrarnos con Él en Su Palabra: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!


(1) C. En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: /S. «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»/ C. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.


"uno de los Doce"... ¡Jesús elige sólo 12 personas para que sean sus Apóstoles y uno le vende! Y en Judas, vemos reflejados nuestros propios pecados:


a) De idolatría: Porque puso a su ídolo por delante de Dios (el de Judas  era el dinero, pero el mundo esta lleno de ídolos que ocupan el lugar que debería estar en nuestro corazón sólo para Dios) y eso le llevó a vender al Mesías.


b) De autosuficiencia: Es el hombre que de repente piensa que no necesita a Dios, ... Y claro, ¡esto es un suicidio!


c) Hace el trabajo del diablo y quiere tentar a Dios y obligarle a actuar. Así sabrá si es verdad o no todo lo que ha visto y oído.


d) El pecado de acostumbrarse a Dios y a lo sobrenatural y a hacerlo rutina.


f) Pero, sobre todo, EL PEOR PECADO DE JUDAS ISCARIOTE FUE NO ACEPTAR EL PERDÓN DE JESUCRISTO...


... No creer que a pesar de todo lo que había hecho el Amor de Dios  era mucho más grande que sus pecados; y quitarse la vida renunciando a la Esperanza... ¡Pobre Judas!


Y es Judas, el que tentado va a ver a los sumos sacerdotes y venderá al Señor por 30 monedas... ¡¡¡El peor negocio de la historia con diferencia!!! ¡E igual de nocivos son todos los negocios que nos alejan de Dios! ¡Porque son negocios que al final terminamos haciendo con el diablo! (Lo sepamos o no)...


(2) "C. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: /S. -«¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»"


Mientras uno traiciona al Señor otros le sirven y le preguntan dónde quiere que le preparen el banquete Pascual... ¡El que supondrá la institución de la Eucaristía! El Sacramento por el que Jesucristo se quedó para siempre con nosotros... ¡¡¡El momento en el que una persona puede estar más cerca del Cielo en la tierra!!! 


También mientras yo traicionaba al Señor mis hermanos preparaban un sítio para celebrar el banquete con el Maestro, y gracias a ellos yo tuve una Iglesia a la que volver tras mi conversión. Sin embargo, cuando voy a la Iglesia de mi barrio, veo mi parte de mies seca, esa que dejé sin trabajar cuando me fuí... ¡Y siento una pena profunda!


(3) "C. Él contestó: + «Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»"


 Jesucristo, les envía a una casa donde serán bien recibidos. ¡La Divina Providencia les irá dando todo lo que necesitan! ¡¡¡Y también a nosotros la Divina Providencia nos va dando lo que verdaderamente necesitamos!!! (Teniendo siempre presente que son igual de malas  estas dos tentaciones: hacerlo nosotros todo, como si Dios no existiera; y no hacer nosotros nada, esperando que Dios me lo resuelva todo!


(4) "C. Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. /C. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. "


Y los buenos discípulos preguntan y luego obedecen. Porque si no estarían obviando lo principal. Así todo estaba preparado aquella tarde para la Pascua... 


Si todos obedecieramos al Señor, ya estaríamos viviendo el Cielo en la tierra... (Pero vamos retrasándolo todo, y nos agota tanto el sacrificio,... ¡Una pena! -Y, por supuesto lo digo por mi el primero,...-).


(5) "Mientras comían dijo: / + «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»"


El Maestro les va preparando, y está informando a once de la futura traición de un hermano y para Judas, fue un "último" aviso que no quiso escuchar y no quiso pedir perdón y dar marcha atrás...


Muchas veces nos pasa como a Judas, y vamos perdiendo las oportunidades para cambiar y dar marcha atrás,... ¡Y lo más terrible es que si dejamos una pasar puede que no haya ninguna otra! (Porque no sabemos cuanto tiempo nos queda de vida, ni si tendremos otras ocasiones para arrepentirnos. Así pues,... ¡¡¡Aprovechémoslas ahora mismo!!!).


(6) "C. Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro:
S. «¿Soy yo acaso, Señor?»
"


Y aquí surgen las dudas naturales que brotan de la conciencia de nuestra debilidad. Y todos piensan que pueden ser ellos y por eso le preguntan a Jesús... ¡Y yo con ellos! Yo también le pregunto: "¿Seré yo Maestro? ¿Te volveré a traicionar y a vender, una vez más, o me seguirás sosteniendo en tu PAX? (Porque lo dos sabemos que no soy mejor que Judas. Es más, puede que San Pedro tampoco lo fuera, ¡pero él sí acepto el perdón del Señor! ¡Y yo también, Señor,  lo acepté y quiero seguirlo aceptando! ).


(7) "C. Él respondió: + «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»"


Jesús, señala a Judas discretamente, y puede que muy pocos se hubieran fijado entonces quién mojó en su fuente. Así, con discreción le advierte de nuevo,... ¡¡¡Y le hace una nueva llamada a la conversión!!!...


... ¿Cuántas nos ha hecho a nosotros? ¿Le abriremos por fin la puerta o dejaremos que el miedo, la pereza o la comodidad nos paralicen? ¿Escucharemos a los demonios que nos invitan a dejarlo para mañana?


(8) "C. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: / S. «¿Soy yo acaso, Maestro?»/ C. Él respondió: + «Tú lo has dicho.»"


Judas quiere asegurarse de que Jesucristo sabe que es él el traidor, y directamente le pregunta. Y el Señor  directamente le contesta que sí...


Esta era una nueva oportunidad de conversión. Si aquí lo hubiera reconocido todo y se hubiera echado atrás no hubiera acabado en suicidio y hoy sería San Judas Iscariote, igual que otro Apóstol es San Judas Tadeo... ¡Y es que nuestra historia no está escrita aún! ¡Y siempre podemos comenzar a  escribirla de nuevo como si fuera un folio en blanco, gracias al Sacramento de la Confesión! 


 (9) "C. Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: + «Tomad, comed: esto es mi cuerpo.» /C.. Y, cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias y se la dio diciendo: + «Bebed todos; porque ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos para el perdón de los pecados. "


Y con estas palabras llenas de belleza Jesucristo escoge la forma en la que quiere quedarse entre nosotros: ¡¡¡En la Sagrada Comunión!!! ¡¡¡En las especies del Pan Y del Vino!!! (Qué unas vez consagrados por un sacerdote se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo)...


¡¡¡Y no es ningún símbolo!!! No dice "esto es como si fuera mi carne", ni "esto es como si fuera mi sangre! ¡¡¡NO!!! Y lo bueno es que al Señor se le comprende todo, y lo que dice es: "esto es mi cuerpo" y "esta es mi sangre". Y, los que no creen en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, ¡tienen un gran problema de comprensión!


Y alguno podrá pensar,... ¿Cómo se va a quedar Dios en algún tan sencillo y tan cotidiano? ¡¡¡Pues porque quiere llegar a todos!!! ¡Y porque Dios tras su Encarnación fue verdaderamente sencillo y cotidiano! Y si quería acceder a todos nada mejor que el Pan y el Vino, presente en todos los hogares de la Palestina del siglo I,..


Y también nos muerta aquí Su humildad, de la que quiere que tomemos ejemplo, y da las gracias a Dios Padre por algo tan sencillo como el Pan y el Vino,... ¿Y nosotros? ¿Damos las gracias a Dios también por las cosas más sencillas?


(10) "Y os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta el día que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre.»
C. Cantaron el salmo y salieron para el monte de los Olivos.
"


Y el Señor les está anunciando a todos su muerte próxima, y la próxima vez que beba vino será ya en la Casa del Padre. Y tras hacernos el inmenso regalo de la Eucaristía y alabar a Dios Padre con un salmo, sale en busca de Su próxima Pasión y muerte,... ¡Para poder resucitar y que nosotros tengamos Vida Eterna, y no estemos jamás prisioneros del pecado y de la muerte! 


(11) "C. Entonces Jesús les dijo: + «Esta noche vais a caer todos por mi causa, porque está escrito: "Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño." Pero cuando resucite, iré antes que vosotros a Galilea.»"


Y aquí sigue el Señor mostrándoles que esa noche todos le fallarán y escaparán,... ¡Pero no se lo dice para que se sientan mal cuando esto suceda! Sino que les deja una promesa para que recuerden cuando todo parezca perdido: ¡¡¡Resucitará y volverá a Galilea antes que ellos!!!


Y este es una promesa que ayuda a seguir cuando todo se ve oscuro,... ¡¡¡Pensar en la Resurrección del Señor!!! ¡¡¡Pensar que algún día volverán los tiempos que pasamos juntos en Galilea!!! ¡¡¡Y es seguro que volveremos con Él a Galilea, en la tierra o en el Cielo!!!


(12) "C. Pedro replicó: S. «Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré.»/ C. Jesús le dijo: + «Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.» / C . Pedro le replicó: S. «Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. »"


¡Qué fuertes nos sentimos muchas veces y qué santos! Y eso sólo es señal de que la vanidad se está desbordando y estamos en peligro grave de caer de nuevo en el fango. (Ya sea en los antiguos pecados o en la soberbia espiritual).


Y qué bien nos advertía de ello Fray Tomás de Kempis en su libro "Imitación de Cristo" con una sentencia que era más o menos así: "Por muchos y graves pecados que veas cometer a otros, aunque sean públicos, no te tengas por mejor que ellos, porque no sabes cuánto tiempo te va a perseverar Dios en el bien. Tú tente siempre por el peor y el más débil de todos..."


(13) "C. Y lo mismo decían los demás discípulos."


Y aquí vemos que San Pedro comenzó a replicar al Señor, y se quedó con la fama en la memoria colectiva, pero al final todos los discípulos pensaban igual que él y lo manifestaron igual...


¡Y seguro que nosotros, en el fondo, pensamos también como ellos!... ¡Pero como la vida me ha mostrado tantas veces mi debilidad, yo sólo puedo repetir esta noche al Señor aquella frase que le dije a los pocos meses de mi conversión tras levantarme de una nueva caída en el camino: "Señor, mientras que Tú me sostengas yo seguiré caminando y trabajando en Tu mies, ... ¡Porque yo sólo no puedo!"


(14) "C. Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: + «Sentaos aquí, mientras voy allá a orar.»"


(15) "C. Y, llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: + «Me muero de tristeza: quedaos aquí y velad conmigo.»


(16) "C. Y, adelantándose un poco, cayó rostro en tierra y oraba diciendo:+ «Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.»


(17) "C. Y se acercó a los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro: + «¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación, pues el espíritu es decidido, pero la carne es débil.»


(18) "C. De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo: + «Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.»


(19) "C. Y, viniendo otra vez, los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados. Dejándolos de nuevo, por tercera vez oraba, repitiendo las mismas palabras. 


(20 ) Luego se acercó a sus discípulos y les dijo: + «Ya podéis dormir y descansar. Mirad, está cerca la hora, y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega.»


(21) C. Todavía estaba hablando, cuando apareció Judas, uno de los Doce, acompañado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. El traidor les había dado esta contraseña: S. «Al que yo bese, ése es; detenedlo.»/C. Después se acercó a Jesús y le dijo: S. «¡Salve, Maestro!» /C. Y lo besó. Pero Jesús le contestó: + «Amigo, ¿a qué vienes?» 


(22) C. Entonces se acercaron a Jesús y le echaron mano para detenerlo. Uno de los que estaban con él agarró la espada, la desenvainó y de un tajo le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús le dijo:+ «Envaina la espada; quien usa espada, a espada morirá. ¿Piensas tú que no puedo acudir a mi Padre? Él me mandaría en seguida más de doce legiones de ángeles. Pero entonces no se cumpliría la Escritura, que dice que esto tiene que pasar.»


(23) C. Entonces dijo Jesús a la gente: + «¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como a un bandido? A diario me sentaba en el templo a enseñar y, sin embargo, no me detuvisteis.»


(24) C. Todo esto ocurrió para que se cumpliera lo que escribieron los profetas. En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. 


(25) Los que detuvieron a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los escribas y los ancianos. 


(26) Pedro lo seguía de lejos, 


(27) hasta el palacio del sumo sacerdote, y, entrando dentro, se sentó con los criados para ver en qué paraba aquello. 


(28) Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecían. Finalmente, comparecieron dos, que dijeron: / S. «Éste ha dicho: "Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días."» /C. El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: / S. «¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levantan contra ti?»


(29) C. Pero Jesús callaba. 


(30) Y el sumo sacerdote le dijo: S. «Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.»


(31) C. Jesús le respondió: + «Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: Desde ahora veréis que el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo.»


(32) C. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: S. «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?» //C. Y ellos contestaron: S. «Es reo de muerte.»


(33) C. Entonces le escupieron a la cara y lo abofetearon; otros lo golpearon, diciendo: S. «Haz de profeta, Mesías; ¿quién te ha pegado?»


(34) C. Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercó una criada y le dijo: / S. «También tú andabas con Jesús el Galileo.»/ C. Él lo negó delante de todos, diciendo: S. «No sé qué quieres decir.»/ C. Y, al salir al portal, lo vio otra y dijo a los que estaban allí: S. «Éste andaba con Jesús el Nazareno.» / C. Otra vez negó él con juramento:S. «No conozco a ese hombre.»/ C. Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: S. «Seguro; tú también eres de ellos, te delata tu acento.»/ C. Entonces él se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo: S. «No conozco a ese hombre.»


(35) C. Y en seguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.» Y, saliendo afuera, lloró amargamente. 


(36) Al hacerse de día, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron para preparar la condena a muerte de Jesús. Y, atándolo, lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador. Entonces Judas, el traidor, al ver que habían condenado a Jesús, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y ancianos, diciendo: S. «He pecado, he entregado a la muerte a un inocente.» // C. Pero ellos dijeron: S. «¿A nosotros qué? ¡Allá tú!»


(37) C. Él, arrojando las monedas en el templo, se marchó; y fue y se ahorcó. Los sumos sacerdotes, recogiendo las monedas, dijeron: S. «No es lícito echarlas en el arca de las ofrendas, porque son precio de sangre.»


(38) C. Y, después de discutirlo, compraron con ellas el Campo del Alfarero para cementerio de forasteros. Por eso aquel campo se llama todavía «Campo de Sangre». Así se cumplió lo escrito por Jeremías, el profeta: «Y tomaron las treinta monedas de plata, el precio de uno que fue tasado, según la tasa de los hijos de Israel, y pagaron con ellas el Campo del Alfarero, como me lo había ordenado el Señor.» 


(39) Jesús fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntó: / S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»/ C. Jesús respondió: + «Tú lo dices.»/ C. Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos, no contestaba nada. Entonces Pilato le preguntó: S. «¿No oyes cuántos cargos presentan contra ti?»/ C. Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado. 


(40) Por la fiesta, el gobernador solía soltar un preso, el que la gente quisiera. Había entonces un preso famoso, llamado Barrabás. Cuando la gente acudió, les dijo Pilato: /S. «¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?» / C. Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y, mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: /S. «No te metas con ese justo, porque esta noche he sufrido mucho soñando con él.»


(41) C. Pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran el indulto de Barrabás y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó: S. «¿A cuál de los dos queréis que os suelte?» //C. Ellos dijeron: S. «A Barrabás.»


(42) C. Pilato les preguntó: S. «¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?»/ C. Contestaron todos: S. «Que lo crucifiquen.»/ C. Pilato insistió: S. «Pues, ¿qué mal ha hecho?»/ C. Pero ellos gritaban más fuerte: S. «¡Que lo crucifiquen!»


(43) C. Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos en presencia de la multitud, diciendo: S. «Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!»


(44) C. Y el pueblo entero contestó: S. «¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»


(45) C. Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. 


(46) Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía; lo desnudaron 


(47) y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él, diciendo: S. «¡Salve, rey de los judíos!» 


(48) C. Luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza. Y, terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar. 


(49) Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz. 


(50) Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir: «La Calavera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. 


(51) Después de crucificarlo, se repartieron su ropa, echándola a suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. 


(52) Encima de su cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Éste es Jesús, el rey de los judíos.» 


(53) Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban lo injuriaban y decían, meneando la cabeza: S. «Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz.»


(54) C. Los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban también, diciendo: /S. «A otros ha salvado, y él no se puede salvar. ¿No es el rey de Israel? Que baje ahora de la cruz, y le creeremos. ¿No ha confiado en Dios? Si tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora. ¿No decía que era Hijo de Dios?»


(55) C. Hasta los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban. 


(56) Desde el mediodía hasta la media tarde, vinieron tinieblas sobre toda aquella región. 


(57) A media tarde, Jesús gritó: + «Elí, Elí, lamá sabaktaní.» / C. (Es decir: + «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»)


(58) C. Al oírlo, algunos de los que estaban por allí dijeron: S. «A Elías llama éste.»/ C. Uno de ellos fue corriendo; en seguida, cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio a beber. Los demás decían: /S. «Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo.»


(59) C. Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu.


(Todos se arrodillan, y se hace una pausa)


(60) C. Entonces, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se rajaron. Las tumbas se abrieron, y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron. Después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a muchos. 


(61) El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, el ver el terremoto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados: S. «Realmente éste era Hijo de Dios.»


(62) C. Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderlo; entre ellas, María Magdalena y María, la madre de Santiago y José, y la madre de los Zebedeos. 


(63) Al anochecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Éste acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. 


(64) María Magdalena y la otra María se quedaron allí, sentadas enfrente del sepulcro.


(65) A la mañana siguiente, pasado el día de la Preparación, acudieron en grupo los sumos sacerdotes y los fariseos a Pilato y le dijeron: /S. «Señor, nos hemos acordado que aquel impostor, estando en vida, anunció: "A los tres días resucitaré." Por eso, da orden de que vigilen el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: "Ha resucitado de entre los muertos." La última impostura sería peor que la primera.»/ C. Pilato contestó: S. «Ahí tenéis la guardia. Id vosotros y asegurad la vigilancia como sabéis.»// C. Ellos fueron, sellaron la piedra y con la guardia aseguraron la vigilancia del sepulcro.


+ Hoy quiero rezar al Señor por todos los enfermos, de cuerpo, de mente y de alma. Y porque todos los que acudan a Dios en este tiempo de Gracia sean sanados para siempre, por Aquel cuyos brazos siempre están abiertos para perdonar... ¡Jesucristo! ¡Bendito sea nuestro Dios, que solo por Amor se hizo hombre!



Tras 126 días sigue con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 6, 6:

"Que sean muchos tus amigos,
pero uno entre mil tu consejero."


¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

 Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcir Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!




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