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sábado, 21 de marzo de 2020

DOMINGO 22.3.2020 AD: "Él dijo: "Creo Señor"... " (Jn 9,1.6-9.13-17.34-38),...

D 22. "Él dijo: "Creo Señor"... " (Jn 9,1.6-9.13-17.34-38),...

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy, Domingo (Día del Señor), y día 26 de esta Cuaresma se nos invita a contemplar (y a contrastar nuestra vida a su LUX), y a encontrarnos con 
Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan (Jn 9,1.6-9.13-17.34-38).
Y sin más dilación y con la Alegría de ser hijos de Dios y de saber que "en vida o muerte somos del Señor", vamos de Su mano al Evangelio de hoy: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!:

(1) "En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. (2) Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).» (3) Él fue, se lavó, y volvió con vista. (4) Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?» Unos decían: «El mismo.» Otros decían: «No es él, pero se le parece.» (5) Él respondía: «Soy yo.» (6) Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. (7) Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.» (6) Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» (8) Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?» Y estaban divididos. (9) Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» (10) Él contestó: «Que es un profeta.» (11) Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?» Y lo expulsaron. (12) Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?» (13) Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» (14) Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.» (15) Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.

(1) "En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. 


Esta historia sucedió en el siglo I y también sucede ahora mismo en nuestro interior, o nos habla de otra historia que sucedió  ya en nuestras vidas o que tiene que suceder, o que tiene que seguir sucediendo una y otra vez... (Parece que no tiene mucho sentido lo que digo pero espero poder explicarlo mejor)...


En la escena contemplamos a un carpintero, a un hombre normal, pero con palabras y signos que no son de este mundo y con un porte y majestad que ningún rey pudo igualar jamás, que mira con Amor infinito a un ciego de nacimiento. (Al que yo me imagino sentado, apoyado sobre una piedra o pared para no perder su referencia con el mundo, cerca de un camino polvoriento, con la mano extendida mendigando limosna y con el corazón abierto mendigando Amor... ¡y el Señor Jesús le ve y le Ama!).


Pero esto mismo sucede ahora mismo en nuestro interior: el Maestro nos mira tirados al borde del camino, humillados, ciegos, necesitados de Amor, con ese Amor infinito que le llevó a crearnos...


Para algunos es la primera vez que son conscientes de que se está produciendo ese encuentro. Porque el Señor ha venido más veces a verles y no han querido darse cuenta; o muchos le ha parecido verle y han preferido mirar para otro lado: "mañana le abriremos le decía/ para lo mismo responder mañana..." Y nuestra vida sigue avanzando inexorable, hacia la Pasión y la muerte,... y sólo podemos elegir vivirlo todo solos o al lado del Señor.


Otros hemos tenido más suerte: Ya hace tiempo que el Maestro nos encontró al borde del camino: tirados y llenos de fango y polvo, y hasta nos habíamos olvidado de que éramos hijos de Dios, y estábamos ciegos, abríamos la mano mendigando Amor, pero no encontrábamos Amor porque sólo hay Amor donde está Dios. ¡Y ese día jamás lo olvidaremos porque fue el principio de nuestra salvación! ¡¡¡Alabado sea Jesucristo!!!


(2) "Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»"


Jesús no nos cura a distancia, ni siente asco por nuestras enfermedades y úlceras, nos toca con sus manos en el centro de nuestros males y así combina el Aliento y el Agua Viva de Dios con nuestra naturaleza: ¡Somos sólo barro! ¡Barro que en las manos de Dios puede serlo todo!


Pero igual que el Señor lo da todo también espera algo de nosotros,... ¡Quiere que nos pongamos en camino y que nos lavemos en el Agua Viva del Enviado!


Y ese todo que nos da quedará infecundo sino hacemos nuestra parte. Y sería una auténtica tragedia después de encontrarnos con Dios, y de que nos Ame y nos quiera curar, que nosotros no hagamos lo nuestro y no queramos ir a la piscina del Enviado; o no queramos ir a confesarnos y a lavarnos en el Agua Viva de todos nuestros pecados. ¡Cristo quiere sanarnos y nos pide que hagamos sólo una cosa! ¡¡¡Hagámosla!!!


Pero aún habría una cosa peor: Ir, lavarse, recuperar la vista y al poco tiempo volver a la oscuridad, al fango, a la indignidad, a olvidarnos del Amor y querer volver a ser esclavos en Egipto. Que nunca se nos olvide: ¡¡¡Más vale desierto con Dios que oasis con el diablo!!! (Porque estos oasis son falsos y llevan al infierno; y los desiertos con Dios sólo nos llevan a la Tierra Prometida... ¡¡¡Gloria a Dios siempre!!!)


 (3) Él fue, se lavó, y volvió con vista.


El ciego decide ir y lavarse. ¡Y fue porque creyó en Jesucristo! Y no fue ya con vista. Cuando comenzó a caminar seguía ciego, y fue poco a poco tras lavarse cuando recobró la luz. Y eso me recuerda a un hermano que una vez me pedía certezas para creer y poder dar el primer paso. ¡Pero no es así! Es justo al revés, cuando se cree y vamos a la piscina del Enviado es cuando recuperamos la vista... (Sólo podemos usar la razón, -como yo intenté con él-, para ver que es más racional creer que no creer, pero las certezas llegarán según caminemos con el Señor.) El Obispo Munilla lo explicó muy bien comparándolo con un largo pasillo de luces automáticas en el que según se avanza se van encendiendo luces... ¡¡¡Así es!!! Y cómo no demos el primer paso se quedará siempre a oscuras (Eso sí, si podemos dar el primer paso porque Dios nos llama a hacerlo y nos capacita para ello. ¡Y la llamada a la santidad es universal, así que no dudes de que Dios también te llama!)...


 (4) Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?» Unos decían: «El mismo.» Otros decían: «No es él, pero se le parece.» 

Y cuando algo no encaja en nuestros rígidos esquemas mentales preferimos negar lo evidente. ¡Ellos prefieren pensar que no es el mismo y que un ciego no puede llegar a ver! Como cuando un niño, en una estación de esquí, se puso a decir a su madre a voces: "¡¡¡Mamá mira el Papa!!!" Y la madre no le creyó y le mandó callar. Y sin embargo sí era San Juan Pablo II que había subido a esquiar con su secretario,... (y que tras ser descubiertos por el niño tuvieron que regresar).

Y ese es el problema de nuestros ojos ciegos acostumbrados al mal y a que nos digan lo que debemos ver, que se pierden la Verdad cuando está antes sus ojos y que se pierden los milagros.

Es bonito que haya vecinos que ven y no se acobarden de decirlo: "¡Sí, es el mismo hombre y ahora ve!". ¡Es bonito que haya personas que crean en la Verdad y que no dejen de buscarla en toda su vida! ¡Seguro que todos alcanzarán la meta! (Y decir la verdad y no callar puede ser muchas veces una misión para la que Dios cuenta con nosotros).

¿Y nosotros? ¿Preferimos creer una mentira cómoda o seguir buscando la Verdad pase lo que pase?... ¡Cuántas cosas van a depender de que respondamos correctamente estas preguntas! 

(5) "Él respondía: «Soy yo.» "

Y el ciego, agradecido, hace lo único que puede hacer: ¡Dar testimonio! Y contar la verdad de lo que le pasó... ¡Porque en su vida hubo un milagro y no puede callar! (Porque callarse sería robarles a los demás la posibilidad de encontrarse con Dios). Y esto se explica muy bien en Hechos: "No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído..."

¡Qué el Amor de Dios llene tanto nuestros corazones que nosotros también no podamos dejar de hablar nunca de lo que hemos visto y oído!

(6) Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.  (...) Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» 

Y los que no son capaces de ver la Verdad aunque pase ante sus ojos, necesitan que otros, que curiosamente no estaban allí, les digan lo que "de verdad" ha pasado.

Y esto nos muestra el prestigio que tenían los fariseos antes el pueblo, y como eran respetados por ellos,...

Y al menos los fariseos aceptan una parte de la Verdad: ¡El ciego ve! (¡Lástima que eso no termine de acercarles a Dios!), y que una excusa, como curar el sábado, les haga rechazar a Jesucristo y así rechacen su propia salvación. Pero no adelantemos acontecimientos, y le preguntan antes por lo más importante: "¿Cómo ha adquirido la vista?"

(7) Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»

Y este hombre sanado por Jesús, ante este improvisado y hostil tribunal, sigue dando testimonio y contando la Verdad, tal y como fue, y dando detalles.

(8) Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?» Y estaban divididos.

Y es que este es el efecto que provoca Jesucristo, no porque lo busque, sino porque los que no quieren ver la Verdad se sienten atacados por la LUX y prefieren vivir en sus rutinarias tinieblas cotidianas.

Y así "quedará clara la actitud de muchos corazones", como dijo Simeón, y tendrán que decidir si aceptan al Maestro y la salvación de Dios y le reconocen como Mesías; o le rechazan y prefieren seguir como si Dios no se hubiera hecho Hombre por ellos...

Y de nuevo esta escena viene hoy a nosotros y nos interpela... ¿Qué partido tomamos? ¿Jesús es un mentiroso que decía ser Dios y era sólo un pecador que curaba en Sábado; o es Dios, y por tanto es el Señor del sábado y del universo, y ha tenido el suficiente Amor y la suficiente humildad de hacerse Hombre y Encarnarse y morir por Amor a nosotros y para salvarnos? (¡Y no hay términos medios! O es verdad o es mentira. Y el ciego ve,... ¿Cómo lo interpretamos?)...

(9) Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» 


Los "sabios" siguen presionando al testigo, a ver si consiguen que rechace que Jesús le ha sanado, porque si él lo hace quizás ellos puedan olvidarlo todo y no tengan que cambiar de vida, y no tengan que comenzar a Amar y se den cuenta de que Dios no es un ídolo que puedan manejar a su antojo; sino que Dios exige y llama a la conversión del corazón y a la "metanoia" (al cambio de mentalidad)...

Y es que al final lo más lógico es que Dios sea mucho mayor que mis opiniones, y que no quepa en mis esquemas mentales, ni en los esquemas con los que la sociedad nos quiere encorsetar, y aceptarle supone tener que abrir nuestras mentes y nuestro corazón y estar abiertos a lo que Dios quiera decirnos,...

(10) Él contestó: «Que es un profeta.» 

Pero el ciego no sólo no da un paso hacia atrás sino que aumenta la apuesta, y dice justo lo que puede decir sin ser lapidado (como habría pasado si hubiera dicho que es Dios, caso de intuirlo), y hace una manifestación valiente de su fe: ¡Jesús de Nazareth es un profeta! (Aunque él aún ni siquiera sabe aún Su Nombre,...).

(11) Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?» Y lo expulsaron.

Pero ellos ya habían sentenciado a Jesús, y sus preguntas no buscan la Verdad... ¡Y cómo la LUX les molesta y les deslumbra expulsan a ese hombre sanado! (Y es que no quieren verle y recordar que un Nazareno inquietante se pasea por sus calles haciendo milagros, porque eso les llevaría a plantearse demasiadas cosas y a salir de sus "comodidades"...

 (12) Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»

La palabra diablo viene de "diabolo" y quiere decir "el separador", (como me enseñó mi hermano JuanLu), y aquí vemos como los fariseos se dedican a separar y le expulsan, y mientras el Señor se preocupa porque no esté sólo y que se una a Dios. (¡Qué bien dijo el Señor: "Por sus frutos los conoceréis"!)... ¡Y por los frutos de cada uno vemos quién viene de Dios y quién actúa como el diablo!


 (13) Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»


¡Qué bonita es la actitud del hombre que busca la Verdad! Como decía Pascal: "Sólo hay dos clases de hombres razonables: los que habiendo encontrado a Dios lo aman, y los que no habiéndolo encontrado lo buscan". ¡Nuestro "ciego" promete y si todos tuviéramos la mitad de vista que él ya seríamos santos!


 (14) Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»

Jesús, una vez más, se autodefine como "El hijo del hombre" título que culmina una profecía de Isaías y que consiste en un "hijo de hombre" que venía sobre una nube y que va al encuentro del Anciano, y que es una profecía preciosa en que se nos muestra a Dios Padre y a Jesucristo, y en la que se nos muestra al Mesías, al Redentor, al Salvador. ¡Y Jesucristo acaba de decirnos que Él es Aquel de quién habla esta visión! ¡Ya no hay que seguir esperando!


 (15) Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.


Y aquí vemos que el ciego que era incapaz de ver al hombre, ¡¡¡ahora es incluso capaz de ver a Dios!!! Y su curación no se quedó sólo en su cuerpo, sino que también llenó por completo su alma... ¡¡¡Y postrándose ante el Misterio es capaz de Adorar a Dios Encarnado!!!


¡¡¡Dichosa ceguera la que nos lleva a Dios, y bendita culpa que mereció tal Redentor!!!


+ Hoy quisiera invitaros a orar por todos los ciegos que caminan sin poder ver con los ojos del cuerpo o con los del Alma (especialmente por los segundos que es muchísimo peor). Y para que los que vemos o creemos ver podamos verle mucho mejor y que tengamos fortaleza para seguir Su LUX hasta el final.


+ Por todos los enfermos de cuerpo y de alma, para que puedan sanar, y por todos los difuntos, especialmente por mi hermano Onofre y todos los del Covid-19...

Tras 112 días seguimos con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 5, 6:

"No digas: "Grande es su misericordia,
perdonará la muchedumbre de mis pecados".
Porque, aunque es misericordioso, también se enfurece
y su furor descarga sobre los pecadores."


¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!



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