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jueves, 6 de febrero de 2020

VIERNES 7.2.2020 AD: "¡No perdamos la cabeza! ¡Que el mal se destruye a sí mismo!"... (Mc 6, 14-29):

EVANGELIO DEL VIERNES 7.2.2020 AD:

V 7. "¡No perdamos la cabeza! ¡Que el mal se destruye a sí mismo!"... (Mc 6, 14-29):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según  San Marcos , (Mc 6, 14-29); que nos habla del aparentemente trágico final de San Juan Bautista, y del contraste entre Nuestro Dios, (buen Señor lleno de Amor, capaz de humillarse y hacerse Hombre por llegar a nosotros); y un triste tirano, que se cree poderoso y triunfador y que la vida de sus súbditos le pertenece, y que es capaz de matar por la vanidad de una promesa hecha a cambio de una danza... 

¡Siempre ha habido y habrá tiranos! ¡Y siempre ha habido y habrá mártires hasta el fin de los tiempos! Pero como decía una frase en Facebook: "El tirano muere y su reino termina; el mártir muere y su reinado comienza"... (y es muy importante que nos preguntemos: ¿Dónde queremos reinar nosotros? ¿En tierra o Cielo?)


Pero mucha más LUX que la frase anterior me dio leer en el Libro de la Sabiduría 3,5 lo que Dios piensa de las almas de los justos muertos: "Por una ligera pena recibirán grandes favores, / porque Dios los probó / y los encontró dignos de Él."

A afrontar el escándalo que es ver avanzar (aparentemente) el mal nos ayudará las palabras que dijo un sacerdote a Karol, un joven polaco que pensaba meterse en la resistencia armada contra el Nacional socialismo que sojuzgaba Polonia: "No te preocupes por el mal, porque el mal se destruye a sí mismo. Tú Preocúpate sólo de construir el bien, y cuando el mal caiga perdurará lo que hayas construido..."

¡Y así fue! ¡El nazismo fue vencido en Polonia por el comunismo, y el comunismo fue incapaz de sobrevivirse a sí mismo, y el paraíso que iban a construir en la tierra se convirtió en una pesadilla y los que iban a liberar al pueblo se convirtieron en sus amos! Y, sin embargo, el joven deportista polaco se hizo un humilde sacerdote de Cristo, que, aparentemente, no podría cambiar nada, pero luego fue nombrado obispo y finalmente Papa, y después canonizado como San Juan Pablo II... 

¿Dónde está hoy Herodes? ¿Dónde están los genocidas nazis y comunistas? ¿Dónde están esos imperios que iban a durar mil años?

Sería bueno seguir su consejo y no preocuparme por el mal, porque el mal se destruye a sí mismo. ¡Que el Señor nos ayude a construir entre todos el bien! Y vayamos de Su mano al Evangelio de hoy: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!! 

(1) "En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. (2) Unos decían: «Juan Bautista ha resucitado, y por eso los ángeles actúan en él.» Otros decían: «Es Elías.» Otros: «Es un profeta como los antiguos.» (3) Herodes, al oírlo, decía: «Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.»
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. (4) Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?» La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.» Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

(1) "En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él."

La fama de Jesús crece por sus milagros y Su doctrina y llega a palacio. Y esto es lógico en un pueblo que ansía un Mesías (aunque si bien es cierto que cada uno tiene su propia visión de Él: Rey político nacionalista, profeta, sacerdote o jinete del Apocalipsis...) ¡Pero todos esperan al Mesías! Y esta palabra está tan  contaminada que Jesús no la usa para sí y preferirá ser llamado "Hijo del hombre", sacado del libro del  profeta Daniel (7, 13-14) y al usarla se reconoce y proclama Dios:

"13 Yo seguía contemplando en las visiones de la noche: Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. 14 A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno que nunca pasará y su reino no será destruido jamás."

El drama de nuestra sociedad es que ya no espera al Mesías, y aún peor, el Mesías ha venido y lo hemos ignorado o lo hemos querido transformar en un ídolo que someter a sus apetencias. ¡Y ya sólo en nuestros corazones podrá volver a nacer el Mesías que intentan alejar de la vida pública y política! (Eso sí,... ¡¡¡Una vez que nazca en nuestros corazones podrá reinar en el mundo entero!!!)...

(2) Unos decían: «Juan Bautista ha resucitado, y por eso los ángeles actúan en él.» Otros decían: «Es Elías.» Otros: «Es un profeta como los antiguos.»  

¿San Juan Bautista ha resucitado? ¿Es Elías? ¿Es otro profeta? Curiosamente todos tenían parte de razón. San Juan Bautista, sin duda "resucitó" en la casa del Padre y resucitará. Sabían que tenía que venir Elías para señalar al Mesías y vino junto con Moisés en la Transfiguración. Y Jesús era un profeta y mucho más: era El Profeta, el Hijo de DiosDios Encarnado que comienza Su redención desde su concepción en el seno de Santa María Virgen. 

(3) "Herodes, al oírlo, decía: «Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.»
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano."

Los remordimientos hacen que Herodes acepte la idea más difícil. Pero no le llevan a cambiar de vida, sino a recrearse pensando en lo que hizo. ¡Un paso más le habría salvado! Pudo dejar el pecado y buscar a Jesús... ¡Pero no! El primer paso es el más difícil de dar y él se quedó preso en sus lujos, su poder y con una mujer ajena...

El primer paso es el más difícil de dar, y bien sabe el demonio que si lo damos ya tiene mucho perdido. Y es en esos primeros momentos de la conversión cuando se empleará más a fondo... ¡Intentado disuadir al que se lo esté plateando! Y es que una vez que se vuelve a Dios y se siente Su abrazo, si la persona persevera en la oración y en la vida de Sacramentos y se aleja de las ocasiones de pecado... ¡el demonio no tiene nada que hacer ante la Gracia de Dios! Como muy bien le dijo el Señor a San Pablo: "Mi Gracia te basta"...
 


(4) "Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?» La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.» Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre."

Herodes, reconocía la santidad de San Juan Bautista y en algunas cosas sigue su enseñanza. Porque no hay nadie tan perdido incapaz de escuchar la voz de Dios en su interior, ni que no sepa distinguir el bien del mal, (al menos por un instante o en algunas parcelas de su vida)...

Y aunque es necesaria nuestra respuesta y voluntad, cualquier mérito es de Dios: El que jamás pecó gravemente es por don de Dios, el que se convierte de una vida de pecado es también don de Dios, y si ambos perseveran y llegan a la santidad también será por don de Dios... ¡Así que no nos cansemos de pedir siempre sus dones! ¡Y la perseverancia final es de los más importantes!

¡Cuántas personas hacen el bien, aman mucho y viven dignamente, pero no dan ese primer paso que sí les hará volver a Dios! Y sólo neesitan cambiar algunas pequeñas cosas (porque de verdad que son gente buena) y están sobre una tierra húmeda, pero incapaces de beber el agua del río de Dios que baja clara y pura muy cerca de ellos. (Los que venimos del desierto valoramos muchísimo Su agua y el don que nos hizo abrazar la conversión y salir de esa tierra estéril)...

Y dejo que termine este punto por mí "el Santo Cura de Ars", San Juan María Vianney: "No ir a recibir la Comunión es como alguien muriendo de sed al lado de un manantial". ¡¡¡Acudamos a la Confesión y comamos el Pan del Cielo, y bebamos el Agua de la Vida!!!

(5) "Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron."

 Y ahora tenemos que elegir nosotros: ¿Preferimos compartir con Herodes sus grandes festejos, sus atajos y violaciones a la Ley de Dios y su desgraciado destino eterno; o el de San Juan Bautista? O preguntado de otro modo: ¿Vamos a recoger y a honrar el cuerpo decapitado del Bautista, junto con sus discípulos, o vamos a quedarnos admirando la belleza del baile de la hija de Herodías, como si nada hubiera pasado y como si nada tuviéramos que cambiar en nuestra vida?

+ Mi oración hoy por todos a los que el Señor les haya movido a leer este mensaje y que tengan la Santa paciencia de hacerlo. Para que Jesús les ayude a salir del desierto, grande o pequeño, que todos tenemos. Y que todos demos gracias a Dios por Sus regalos, ¡porque desde nuestro primer aliento de vida a ese primer paso todo es don de Dios! Por nuestra conversión, santidad y perseverancia final...

+ Por todos los enfermos de cuerpo, de alma y de mente, especialmente los que nos han encomendado y por los que nos hemos ofrecido a rezar...


Y, tras 67 días, seguimos con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 3, 21

"Lo que sea muy difícil para ti no lo busques,
y lo que está sobre tus fuerzas no lo investigues." 


¡Feliz y Santo día hermanos!  ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!! 

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid sus semillas!!! ¡No os la quedéis sólo para vosotros!



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