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martes, 18 de febrero de 2020

MIÉRCOLES 19.2.2020 AD: "¡Curación en dos tiempos!" (Mc 8, 22-26).

EVANGELIO DEL MIÉRCOLES 19.2.2020 AD:

X 19. "¡Curación en dos tiempos!" (Mc 8, 22-26).

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (Mc 8, 22-26).


Nada más leer el Evangelio de hoy me ha venido la idea de que es muy curioso que el Señor sanará al ciego en dos tiempos. ¡Sanar en dos fases! ¿Por qué? Pues el fallo no está en el Maestro sino en nosotros, que no somos capaces de asimilar tanta luz de repente. ¡Y por eso nos cierra de nuevo los ojos un poco para volverlos a abrir más despacio y sanarlos del todo! (Algo así quiso expresar Willian Blake cuando dijo: "Hemos sido colocados en la tierra para vivir en ella durante un breve periodo de tiempo. Así podremos llegar a asimilar los "rayos luminosos del amor").


Y en seguida me ha venido la idea de que esto es lo mismo que nos hace el Señor a todos nosotros cuando nos salva del pecado: que nos creemos que hemos llegado a Él y que vemos todo claro... ¡Pero sin saberlo seguimos viendo borroso! ¡Y necesitamos que nos siga imponiendo las manos durante toda nuestra vida para poder sanarnos!


Por eso no tenemos que perder de vista que la conversión no termina jamás en esta vida y que hasta el último aliento tenemos la necesidad de convertirnos una y otra vez. De escuchar a Dios y ver que nos pide... De intentar sentir cual es la respuesta correcta a esa pregunta que le hacemos tantas veces: "¿Qué quieres de mi Señor?"

Y, sería un gran error en nuestra oración, como nos avisa Thomas Merton en su libro "La oración contemplativa", quedarnos encerrados en una zona segura y ficticia, en la que hagamos todo para Dios pero sin escuchar a Dios y sin contar con Dios, porque realmente no queremos oír la respuesta de Jesucristo a nuestra pregunta: "¿Qué quieres de mi Señor?"


Decía San Ignacio de Loyola, sobre el discernimiento de espíritus, que el demonio venía siempre revestido de ángel de luz (salvo cuando tiene que atacar a la desesperada), y trata de disfrazarse dentro de cosas aparentemente buenas pero que nos van separando poco a poco del plan que Dios tiene para nosotros...


¿Cómo podemos descubrir estos regalos envenenados que nos hace el demonio? Me dió la solución Pablo Domínguez Prieto, en unos ejercicios espirituales suyos que "¡El que está en contacto con Dios lo podrá descubrir con claridad!"


Y esa es la receta que nos da: ¡aprovechémosla! Y en ese irnos metiendo en Dios  para que el demonio quede al descubierto, lo más recomendable es la Santa Misa y la Confesión; y la lectura, meditación, oración y contemplación de la Palabra de Dios, ... ¡Por eso vamos ya al Evangelio! ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!


(1) "En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. (2) Y le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase. (3) Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?» (4) Empezó a distinguir y dijo: «Veo hombres; me parecen árboles, pero andan.» (5) Le puso otra vez las manos en los ojos; (6) el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad. (7) Jesús lo mandó a casa, diciéndole: «No se lo digas a nadie en el pueblo.»"
(1) "En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida." 

El Maestro entra con sus discípulos en Betsaida, su lugar de descanso favorito. Donde están sus mejores amigos, los que mejor les acogen y con los que mejor reponen fuerzas, y comparten alegrías y  pesares... 


¡Y qué bonito es saber que Dios tuvo buenos amigos! Pero hay una cosa muchísimo mejor: ¡¡¡sentirse hijo adoptivo de Dios!!! (¡Porque esta es una herencia que yo no cambio por ninguna de las grandes fortunas del mundo! ¿Somos conscientes del inmenso regalo que tenemos todos los bautizados de poder ser hijos de Dios?).


(2) "Y le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase."


Y el Maestro y los suyos están de vacaciones, y nos muestran que hay cosas para las que hay que estar de vacaciones, y otras de las que no se puede descansar... 


¡Y así Jesús estaba en contacto permanente con Dios, unidos por el vínculo del Amor, y nunca descansaba de Él! ¡¡¡Y Jesús nunca descansaba de Dios, porque sabía que el verdadero descanso es Él!!!


Y tampoco descansó de Amar, porque hacerlo sería renegar de Dios, y aunque fuera por unos días sería un grave pecado. ¡Y el Señor jamás pecó!


(3) "Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?»"


Así que cuando le traen a aquel ciego sólo puede hacer una cosa: amarle y luego atenderle y sanarle...


Y no lo hace desde la distancia, con un gesto rápido e indiferente. ¡NO! Primero le toma de la mano y camina con él, y le saca de la aldea, del entorno en el que estaba, de las mundanidades, de todo lo que pueda distraerles...


Y le da su propia saliva, que es lo que más en contacto está con el aire del Maestro... ¡y le limpió con aquel fluido lleno del Aliento vital de Dios y sus ojos comenzaron a limpiarse! Y depués le impuso las manos para proseguir con su sanación... ¡Y, paso a paso, nosotros estamos siendo testigos de un verdadero milagro!

Y por último quiere dialogar con aquel hombre,... ¡necesita que él mismo le diga que está ya curado!


(4) "Empezó a distinguir y dijo: «Veo hombres; me parecen árboles, pero andan.»"


Y el Señor se da cuenta por la respuesta de que no está aún curado. (Imagino que al oirnos orar ve como va nuestro proceso de sanación,... ¡Por eso es importante orar!)


A veces los hombres pueden parecernos árboles,... ¡pero no importa! ¡Porque si estamos en las manos de Jesús, estamos en el camino que lleva a Dios y Dios está en nosotros! Y estando en las mejores manos terminaremos en el mejor de los finales,... ¡si no nos alejamos de ellas!


(5) "Le puso otra vez las manos en los ojos; ..."

Y el Señor insiste y no reprocha... ¡Sabe que Él ha hecho todo bien y que Dios le ha sanado por completo, y que si no ve es sólo porque aún no puede asimilar tanta LUX!

Pero ha pesar de todo no le dice nada y con humildad y Amor infinitos vuelve a insistir y de nuevo lleva Sus santas manos a sus ojos sin LUX...


(6) "... el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad."


Y pasa lo único que le puede pasar al que permanece en las manos del Señor: ¡¡¡Qué queda completamente sanado y obtiene finalmente la Salud y la Salvación!!!


Podría haberse asustado y retirado cuando veía borroso, y pensar: ¡Jamás podré ver! Podría no haber acudido a Jesús por falta de Fe. Podría haber hecho que Dios no pudiera actuar en él, si le hubiera cerrado el corazón aún estando en su presencia... ¡Pero gracias a Dios no lo hizo y fue totalmente Sanado y Salvado!

Y estar con Dios y vivir en Él, y quedar sanado por Él da el don de verlo todo con claridad... Y a mayor contacto y presencia de Dios, ¡¡¡muchísima mayor claridad!!!


(7) "Jesús lo mandó a casa, diciéndole que no entrase en la aldea."


Las intenciones de Jesús sin duda fueron no alterar a las masas y poder seguir su descanso y enseñar tranquilo a sus discípulos; o enviar al recién sanado a compartir el éxito con sus seres más queridos y no con multitudes para los que sólo era un espectáculo...


Pero, ¿qué puede decirnos esto en el plano espiritual con el ejemplo que estamos viendo en el que comparamos al ciego con el converso o con el pecador redimido? Pues, en mi opinión, le invita a ir directamente a recogerse en su castillo interior, para dar allí las gracias a Dios por el milagro recibido. (Y para eso debe dejar el diálogo con todo lo mundano, y no buscar la fama, el éxito, ni la opinión ajena. ¡Luego, cuando sea el momento oportuno, ya saldrá al mundo a dar testimonio! ¡Pero ahora es necesario ese momento íntimo entre el Salvador y el salvado, que tanto bien hace en nuestra vida espiritual!)

+ Hoy quisiera invitaros a que orásemos para pedir al Señor que nos muestre lo que de verdad quiere de nosotros, a pesar de los trampantojos del maligno y de nuestras cobardías, que tantas veces se refugian en las seguridades de un ego que teme que Dios pase hasta el fondo de su vida y la ponga por entero patas arriba... ¡Qué el Maestro nos muestre que quiere de todos nosotros y nos dé fortaleza para poder cumplirlo hasta el final! Porque ya nos dijo Jesús que "el que persevere hasta el final se salvará"... ¡¡¡Alabado sea Jesucristo!!!


+ Porque el Señor con sus acciones sane a todos los ciegos del mundo, incluso a los que no siempre queremos ver.... ¡Amén!



Y, tras 80 días, seguimos con el Libro del Sirácida (o del Eclesiástico). Hoy 4, 3:


"No irrites al corazón exasperado,
no retardes tu don al menesteroso."

¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!






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