Vistas de página en total

Vistas de página en total

lunes, 6 de mayo de 2019

LUNES 6.5.2019 AD: "Alimento de Vida Eterna" (Jn 6, 22-29):

EVANGELIO DEL LUNES 6.5.2019 AD: (TIEMPO DE PASCUA)


 L 6. "Alimento de Vida Eterna" (Jn 6, 22-29):


¡¡¡Buenos días hermanos!!! ¡¡¡FELIZ PASCUA!!! En la Alegría de la Resurrección del Señor miramos hacia atrás y seguimos viendo los episodios más importantes de Su vida pública... 

Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan, (Jn 6, 22-29), que nos recuerda, que aunque nuestra vida sea un mar encrespado, podremos (si vivimos en el Señor) caminar sobre las aguas, ya estén en tempestad o en calma... ¡¡¡Pero sólo si vivimos en el Señor!!! 

Y vamos a seguir este paseo diario por los fértiles prados de la Palabra, pidiéndole al Señor que venga con nosotros y nos dé Su LUX, Su PAX; nos aleje de las tentaciones y ensoñaciones del maligno, y de los espejismos del deseo y del temor, y no dé fortaleza para llegar, por Su Misericordia y con Su Gracia al Reino de los Cielos: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!! : 

"(1) Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. (2) Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. (3) Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio, donde hablan comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. (4) Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. (5) Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: – «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» (6) Jesús les contestó:– «En verdad, en verdad os digo, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.» (7) Ellos le preguntaron:– «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» (8) Respondió Jesús: – «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»

(1) Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. 



El Evangelio de hoy comienza comentando dos hechos de los que fueron testigos los discípulos de Jesucristo. Cuando el Señor dio de comer a una multitud de varios millares de personas con 5 panes y 2 peces. Y después el Señor se pondrá a caminar sobre el lago...

Son hechos. No son imágenes ni géneros literarios: caminó por las aguas y multiplicó  panes y peces... y los discípulos lo cuentan y no pueden callárselo: ¡Jesús hace milagros!


Y lo primero que produce un milagro es incredulidad (porque yo no puedo hacerlo) y lo segundo envidia, y para poder reponernos de la impresión miramos al autor del milagro y tratamos de buscar su miseria (que el Señor no tenía) y somos capaces hasta de decir que "expulsa a los demonios con el poder de los demonios"...


Y los milagros de Jesucristo fueron tan reales que fue lo que sobre todo hizo que le siguieran multitudes enteras...

Y yo hoy, recuerdo algunos pequeños milagros que llenaron mi corazón de Alegría: cuando fui testigo privilegiado de una adopción express de un matrimonio de la Comunidad (que llevaba mucho tiempo esperando sin opciones y viendo como se les cerraba una puerta tras otra). Cuando serví de puente entre Dios y una hermana: ¿Os imagináis escribir una carta a alguien, y que la única línea que no habéis escrito, sino que la habéis sacado tras orar abriendo el Evangelio "al azar", resulta que es justo la que hace cambiar de vida a una persona y abrir su corazón al Señor? ¡Pues en un mismo día tuve esos dos regalos, y el corazón se siente desbordado de Amor y de Gracia! Así que guardo estos recuerdos emocionado y alegre: un beso a un bebé y un abrazo de hermanos... ¡Y cómo estas tantas otras cosas que Jesucristo hace nuevas y nos deja ser testigos!

(Sé que esos milagros son muy pequeñitos, pero Dios ha estado inmenso y yo sólo puedo decir una cosa: ¡¡¡GLORIA A DIOS SIEMPRE!!! ¡Y gracias Señor, porque a pesar de nuestra indignidad Tu siempre estás inmenso!)


(2) Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. 


El Señor no está allí. Los discípulos también se marcharon en una barca, ¡pero Él no iba con ellos! Y ellos siguen al Maestro, que es Jesús, y no a sus discípulos... ¡Son muy inteligentes o el Espíritu les lleva por muy buen camino!

Y de eso no debemos olvidarnos nunca: ¡¡¡Seguimos a Jesucristo!!! ¡Porque Él nos llevará a Dios Padre con la ayuda del Espíritu Santo! ¡Qué bonita es esa imagen de San Ireneo, que ve a Dios Padre como el alfarero que va trabajando en nosotros con sus dos manos: el Hijo y el Espíritu Santo,...! 

¡Pues eso! ¡Que sólo a Dios seguimos! Y, teniendo muy claro esto, bendito sea quién nos acerque a Él... pero sabiendo que "¡Sólo Dios basta!" como bien decía Santa Teresa de Jesús. ¡Con los demás hermanos coincidiremos un trecho del camino, y cuando nos separemos nuestra Fe seguirá en quién la pusimos: ¡En Jesucristo! Y así podremos decir con San Pablo: "Sé de quién me he fiado".


(3) Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio, donde hablan comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias.


Llegan unas barcas al lugar donde el Señor bendijo los panes y los multiplicó para saciar nuestra hambre...

Y es que... ¡Qué bonito es volver a aquel lugar en que sentimos profundamente el encuentro con el Señor o fuimos testigos de uno de sus milagros! Es lógico que las barcas volvieran allí. Yo sueño con volver a los lugares donde Dios me tocó el corazón. ¡Suelo hacerlo, e ir a los lugares más cercanos, y Dios dirá si algún día podré volver a los más lejanos! 


(4) Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.


Y la gente se da cuenta de que allí ya no pintan nada. No está el Maestro, (que es a Quien siguen); y tampoco están sus discípulos que son los que le pueden llevar hasta Él... ¡y se van a buscar a Jesucristo! ... 

¡¡¡Qué importante es no dejar de buscar a Jesucristo hasta encontrarle!!! Y aún después de que se le encuentra (tranquilos que no voy a volver a resumir las meditaciones de "Las dos banderas" y de "Los 3 binarios" (que vienen muy bien, pero están recién comentadas hace un par de días)... ¡Pero Sí os invito a releerlas y a recordarlas!)


(5) Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: – «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» 


Me sorprende que después de buscarle le hagan esa pregunta... Tienen al Señor delante y sólo se le ocurre preguntarle como ha cruzado el lago... ¡Qué tontería! ¿Verdad? ...

¿Y yo, Qué le preguntaría a Dios si estuviera ante Él?

Aunque bien pensado, sí que entiendo su pregunta. Verdaderamente le están preguntando si ha hecho un nuevo milagro,... ¡Y eso que acaban de ser testigos de uno hace sólo unas horas! ¡Pero los milagros son así, uno desearía poder ver uno cada cinco minutos! (¡Yo sigo dándole las gracias a Dios por todos sus milagros!)


(6) Jesús les contestó:– «En verdad, en verdad os digo, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.»

Y la respuesta de Jesucristo es aún más sorprendente. Y es que el Señor es tan libre, que es capaz de aludir a lo importante saltándose los preliminares. ¡Va directo al grano! Y nos interpela sobre nuestras intenciones: ¿Por qué le buscamos para conseguir los bienes de este mundo o para lograr los eternos? Y nos invita a trabajar por el alimento que perdura para la vida eterna...


¿Quién nos dará este alimento que perdure aún en la vida eterna? ¡Jesucristo! (Ese de quién hablaba el profeta Daniel que vio en una nube venir como un hijo de hombre...)

¿Y por qué puede Jesús darnos ese alimento que nos lleve a la eternidad? Porque es el Ungido de Dios Padre: "pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios."... 

¡Jesucristo es sello y es Símbolo! Y la palabra Símbolo no tiene el significado que nosotros le damos comúnmente. Para explicar la palabra: "Símbolo" hay que explicar antes la palabra diablo, que viene de "diabolo" y significa "el separador", "el que separa". Y frente al "diabolo" está el "Símbolo", que es "El que une"... 

Y así el diablo nos separa primero de Dios por el pecado, de nuestros hermanos a los que convertimos en objetos, de la naturaleza que exprimimos sin pensar que habrá un mañana, ... y eso nos lleva a una ruptura interna con nosotros mismos y con la creación. A intentar huir de nosotros mediante drogas, o apoyándonos en una agenda saturada o en una continua conquista de metas, que nos traigan endorfinas o placer para creer que estamos vivos... Pero no nos damos cuenta de lo importante. De que: ¡¡¡SÓLO PUEDE RESCATARNOS EL SÍMBOLO!!! ¡¡JESUCRISTO QUÉ HACE NUEVAS TODAS LAS COSAS!!! 

Él es el único capaz de devolvernos nuestra unión con Dios Padre, con nuestros hermanos, con la naturaleza, con nuestro interior,... ¡¡ABRACEMOS EL SÍMBOLO!! Y huyamos del diabolo. (Por supuesto, no digo que Jesucristo, sea el equivalente opuesto al diablo. Jesucristo es Todopoderoso y el diablo una desgraciada creatura. Es bueno recordar que el diablo tiene su contrario en el Árcangel San Miguel y no es rival para Dios... ¡Ah! Y, por cierto, el demonio ya ha sido derrotado... ¡No nos olvidemos!).

(7) Ellos le preguntaron:– «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» 


Y los Discípulos esta vez si hacen la pregunta correcta... ¿Qué tenemos que hacer...?


(8) Respondió Jesús: – «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.»


Y lo primero que nos pide Dios es que creamos en Jesucristo. Que es lo mismo que creer en Dios Padre, y en Su unión de Amor en el Espíritu Santo... ¡Porque como vamos a decir que amamos a Dios si rechazamos Su plan de salvación para nosotros!...

Y una última reflexión, incluso buscando sólo los bienes eternos podemos tener apego a los consuelos del Camino y por eso San Francisco de Sales dirá: "No busquéis los dones del Señor, buscad al Señor de los dones."


+ Hoy os invito a orar por un mundo que ha dejado de buscar los bienes eternos y se ahoga en su egoísmo y en su división a todos los niveles. Porque este mundo acepte a Jesucristo el único Símbolo capaz de devolverle la Unidad y la PAX...

+ Quiero pedir por todos los niños, por su inocencia, pureza y santidad... (y por la detención y conversión de todos los enfermos que intentan corromperles)... ¡Porque sólo ellos podrán construir un mundo más santo y mejor! 

+ Por los próximos Cursillos de Cristiandad que se están preparando y por los frutos de los que se han celebrado... 

Y seguimos tras 126 días con el Libro de la Sabiduría, que nos exhorta a buscar la sabiduría de Dios, y que sigue con el discurso de Salomón, que nos sigue hablando de la Sabiduría. (Hoy 8, 4):



"Ella está inicia en la ciencia de Dios
y es directora de sus obras."



¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN HERMANOS!!!  ¡¡¡Besos y abrazos  
DE  COLORES  !!!


 Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcir Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!

No hay comentarios:

Publicar un comentario