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lunes, 11 de marzo de 2019

MARTES 12.3.2019 AD: "¡El día en que Dios nos enseñó a hablar con Él!" (Mt 6, 7-15):"

EVANGELIO DEL MARTES 12.3.2019 AD

M 12. "¡El día en que Dios nos enseñó a hablar con Él!" (Mt 6, 7-15):"

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (Mt 6, 7-15), en el que, además del encuentro reparador de cada día, sucederá una cosa curiosa: Dios nos va a enseñar a hablar con Dios, y de paso dejará sentado que la oración vocal es imprescindible...

Recuerdo un día en el refrectorio con los monjes benedictinos: todos estábamos comiendo en silencio mientras un monje leía, y se me quedó grabada una frase del texto: "llamad con la oración, y se os abrirá con la contemplación..."

Y si esos encuentros con los benedictinos compartiendo su vida, su comida y el rezo de la liturgia de las horas con ellos, me llenaron de "PAX", no puedo ni imaginarme como será el encuentro con Dios... 

Aunque sí tenemos tres formas de estar lo más cerca posible de Dios en la tierra: En la Eucaristía, en la Confesión y descansando en la lectura de la Palabra... ¡Vamos pues a esta última de la mano del Señor! ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. (2) No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. (3) Vosotros orad así: (4) "Padre nuestro que estás en el cielo, (5) santificado sea tu nombre, (6) venga a nosotros tu reino, (7) hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, (8) danos hoy nuestro pan de cada día, (9) perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, (10) no nos dejes caer en la tentación, (11) y líbranos del mal." (12) Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.»"

(1) "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso."

El Señor nos dice que no es necesario usar muchas palabras para orar; quizás porque si tenemos que argumentar mucho algo, es porque estamos más preocupados en tener la razón que en buscar la verdad,... ¡y Dios es la Verdad!... ¿Cómo vamos a usar razones para llegar a la Verdad si estamos frente a ella?

Sin embargo, en la parábola del amigo importuno, nos dice el Señor que pidamos hasta que se nos conceda... ¿Se contradicen ambos textos? ¡NO! El pedir muchas veces lo mismo muestra nuestro deseo de que suceda y nos predispone a confiar más en Dios,  crece nuestro deseo por tenerlo y valoramos más lo que nos ha costado trabajo conseguir... Pero no hay que hacer largos discursos a Dios... ¡Son innecesarios! ...

(2) "No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis."

Dios conoce nuestras necesidades y las del mundo antes de pedírselas. Pero sí quiere que recemos e intercedamos unos por otros... ¡Y es que, un mundo que no reza, es un mundo que ha dado la espalda a Dios! ¡¡¡Por eso la oración no sólo es muy importante, sino que es absolutamente vital!!!

Y leí una frase en Facebook que me encantó, que la comparto y que merece la pena reflexionar un poco sobre ella: 

"Cuando necesitas algo, Dios lo sabe...
Cuando pides, Dios escucha,...
Cuando crees, Dios obra,..."

(3) "Vosotros orad así:"

Y aquí nos va a enseñar, Dios, una forma de hacer oración agradable a Dios... ¡Así qué mucha atención! Porque no hay una clase mejor sobre la oración:

(4) "Padre nuestro que estás en el cielo,..."

¡Esta línea es una completa revolución! ¡Llamar "Padre" a Dios! A ese cuyo nombre no se podía ni pronunciar, ¡de repente nos revela que quiere que le llámemos Padre! Y esto es una ruptura tan radical con cualquier tradición anterior, que la única explicación que se me ocurre: ¡es que tiene que ser cierto y que Dios mismo nos lo esté revelando! ¡Pasar de no poder ni nombrarle a llamarle "Papá"! ¡Impresionante!

Pero si meditamos la parábola del hijo pródigo entendemos que así es: ¡Dios es mi Padre! Y así uno afronta la vida de una forma mucho más positiva: Y es que Dios no es ni policía, ni fiscal, ni juez, (y, por supuesto, no me meto con estas profesiones muy necesarias)... ¡Dios es por encima de todo Padre! ¡Y siempre podemos contar con Él!

Y si de un padre humano debemos esperar amor, ... ¡mucho más del Padre del Cielo que es el único que lleva a la perfección la palabra Amor! Y así  queda resuelta la duda sobre como debemos acercarnos a Dios,... ¡Cómo a nuestro Padre! (Va a ser que Dios no es un Dios lejano, ¡en absoluto!)...


¿Por qué a veces se me olvida cuando todo es tan fácil como decir: "¡¡¡Padre, abrázame!!!"?

 (5) "... santificado sea tu nombre,..."

Nosotros debemos santificar y glorificar el Santísimo Nombre de Dios... ¡No porque eso le dé a Dios más santidad o Gloria! Sino porque nos ayuda a nosotros a participar cada vez más de ambas... ¡Nosotros somos siempre los verdaderamente beneficiados cuando oramos, alabamos a Dios o le damos gracias! 

Y así cada forma de acercarnos a Dios es mucho más un regalo que una obligación... ¡Bendito sea este Padre que tanto Amor nos tiene! ... ¿Cómo no intentar al menos corresponderle y frecuentarle, si somos nosotros siempre los más beneficiados al hacerlo?

(6) "... venga tu reino,..."

Si amamos a Dios debemos desear estar para siempre en Su Reino y que venga pronto (y comenzar a vivirlo aquí y ahora, ... ¡y hasta pedirle fuerzas y luz para ayudarle a edificarlo!).

¡Este mundo esta lleno de belleza que nos transmite el inmenso Amor de su Creador! Sin embargo, que no se nos olvide que estamos hechos para el Reino de los Cielos, y no para quedarnos esclavizados en la belleza del mundo, del progreso o de las creaturas, porque como dijo San Gregorio Magno"Que no nos seduzca el halago de la prosperidad, porque es un caminante necio aquel que ve prados deliciosos y se olvida de allá donde quería ir".

Así indicamos que queremos estar cada vez más cerca del Reino de Dios; y que Él esté cada vez más cerca de nosotros. Y que, queremos estar cada vez más preparados para poder llegar al Reino de Dios (aunque sólo Su  Misericordia lo hará posible), y a la vez queremos que Su Reino de Amor esté cada vez más implantado en esta tierra... ¡¡¡SÍ, Señor, venga a nosotros Tu Reino!!! (Y esto implica que también esperamos con anhelo Su Segunda venida en Gloria y Majestad, en ese día que todo parecerá terminar, pero que será el comienzo).

(7) "...hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,..."

Significa que queremos sumarnos a la voluntad de Dios, para los planes que tenga para Cielo y tierra (y conviene tener muy claro que la voluntad de Dios se hará en la tierra o en el Cielo, queramos o no).

Sin embargo sí tenemos una llave (porque Dios así lo quiere) para poder cerrar nuestra puerta a la voluntad de Dios, y no dejarle entrar en nuestra vida, e incluso vivir toda la vida sin Él; y después toda la eternidad lejos de Su Amor... ¡Por eso decimos estas palabras! ¡Para decir que sí a Dios y un NO rotundo a los demonios! Además, seguir la voluntad de la Persona con más Amor del mundo parece una total garantía de que vamos por el mejor camino... ¿no os parece?

Y es muy bueno seguir la voluntad de Dios, que nos ha creado y nos conoce mejor que nosotros mismos. Y el pecado no es pecado porque ofenda a Dios, sino porque ¡lo que es malo para nosotros Dios lo convierte en pecado!... (Dios no es un ser caprichoso, sino un Padre que nos conoce completamente y quiere prevenirnos de lo que nos hace daño).

Y, como nosotros estamos dentro de la tierra, si decimos estas palabras es porque también queremos que sea dueño de nuestra voluntad y dejarnos guiar por Él en nuestro día a día, y en la cada una de las llamadas que nos haga para nuestra vocación o misión,... ¡¡¡Qué así sea siempre!!!


(8) "... danos hoy el pan nuestro de cada día,..."

¿Cuál es el pan nuestro? ¿Qué pan nos da Dios más directamente? ¿Por qué pan y no carne o agua, mucho más necesaria?...  

Aquí Jesús no se refiere a que Dios nos dé la ración de comida diaria ¡No! Para mí, el pan nuestro de cada día ¡¡¡es la Eucaristía!!! Jesucristo, sabe la forma en que se quedará junto a nosotros Sacramentado. (Por eso también dijo a la muchedumbre, que terminará abandonándole, que quién no coma su carne no se salvará).


¡¡¡Aquí le pedimos que venga cada día a nosotros en el Sacramento de la Comunión!!!...

Esto lo corroboran algunos teólogos apreciando la redundancia que hay entre "de cada día" y "hoy". Y explican que es una palabra mal traducida y debería decir algo así: "nuestro pan del Cielo dánosle hoy"...

La frase que mejor señala la importancia de recibir al Señor la dice San Juan María Vianney, "el santo cura de Ars": "No ir a recibir la Comunión es como alguien muriendo de sed al lado de un manantial"...

Pero para recibirla hay que estar en Gracia de Dios, y la Confesión es la forma de recibir primero el abrazo de Dios y limpiar nuestra alma antes de recibirle a Él...

En un video un sacerdote explicaba que un amigo suyo pastor luterano decía que si él creyera de verdad que Jesucristo se hacía presente en la consagración iría a recibirlo de rodillas y que hasta por lo menos 15 minutos después no hablaría con nadie, y que mucha gente en Misa no parecía que lo creyera de verdad por sus actitudes...


¿Valoramos de verdad el Pan de la Eucaristía? ¿Sabemos que Dios está entrando en nosotros y que fue el mismo Jesucristo quien dijo: "Esto es mi cuerpo"? ¿Sabemos que nunca más vamos a estar más cerca de Dios en la tierra que cuando lo comemos? ... ¡Ojalá lo sepamos y nunca lo olvidemos y deseemos recibir siempre el Pan Nuestro de cada día!

Y al pastor luterano, con cariño fraterno, habría que preguntarle que ya que ellos sí creen en la presencia real de Jesucristo cuando está reunida la asamblea, (fue el mismo  Jesucristo quien dijo: "Donde estén dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo"), si él actúa  como dijo que lo haría si creyera en la transubstanciación,... ¡Porque en medio de la Asamblea de Fieles también está Jesucristo! ... (¡Dios quiera y haga posible que todos los cristianos podamos estar juntos en una Iglesia! Y para eso hay que volver a las fuentes, a los santos de los primeros siglos, y avanzar cada uno en santidad y en obediencia a Dios).

(9) "...perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,..."

 Si no perdonamos ¿Cómo vamos a pedir que nos perdone Dios? A veces hay que pedir a Dios  fuerzas para poder hacerlo; pero hay que perdonar. ¿Cómo no vamos a perdonar 100 si se nos ha perdonado 10.000? (¡y aún más!).

Para pedir perdón a Dios debemos acercarnos a Él con humildad y con arrepentimiento confiado, porque el Amor de Dios es siempre mayor que nuestros pecados... (Recordemos que Judas Iscariote también se arrepintió y eso sólo le llevó a la muerte, porque no confió en la Misericordia de Dios... ¡No caigamos en su error! )

Pero antes de pedir perdón tenemos que perdonar a los demás, que también pecan... (nuestros pecados nos parecen más lógicos, pero cualquier pecado mortal nos aleja de Dios, y todos son malos. También los veniales son dañinos, y aunque no nos llevan a la muerte eterna, sí debilitan y enferman nuestra vida de Gracia, y nos impiden empezar a volar, que diría San Juan de la Cruz).

(10) "... no nos dejes caer en la tentación,..."

No pedimos no tener tentaciones, sino no caer en ellas. (Y no deberíamos ser tan tontos de  fabricárnoslas)... Sobre la tentación ya dijo San Bernardo, que: "Las batallas se libran mejor lejos del castillo"... (¡Así que lo mejor es alejarnos lo más posible de todo lo que nos ponga en peligro de caer en pecado!).

Lo cierto es que ante la prueba de la tentación las virtudes crecerán (sino caemos). Y en ese momento de máxima debilidad y que más nos asomamos al precipicio, es cuando Dios más nos Ama, y nos pide que tengamos fortaleza. Ya dijo San Francisco de Asís"Cuánto más tentado, sábete más amado"...

(11) "...y líbranos del mal." 

Y le pedimos que nos libre del mal, del maligno, del demonio, del separador... Que es el que intentará separarnos del Camino que nos lleve a Dios. Y se lo pedimos a quien tiene fuerzas para hacerlo, ¡al único Todopoderoso! (El demonio sólo es más poderoso que nosotros cuando consigue apartarnos de Dios).

... ¡¡¡Sí, Señor, líbranos del demonio ahora y por siempre!!! ¡¡Amén!!


Maligno se pone con mayúsculas porque es un ser personal, un ángel que prefirió seguir a su soberbia y no a Dios y se convirtió en demonio (no porque Dios le creara malo, sino porque él se alejó voluntariamente de la fuente de todo bien). 


(Y cuando yo lo pongo con minúsculas habitualmente, es porque no quiero darle ningún protagonismo,... ¡Es el Amor a Dios, y no el miedo, el que debe movernos a anhelarlo y a no querer perderlo para siempre! ¡El demonio es sólo un personaje muy secundario! ¡Qué Dios nos libre de tener que compartir con él la Vida Eterna!).

(12) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.»"


Vuelve a señalar la necesidad de perdonar. Y la reiteración nos muestra que debe de ser lo más importante para Dios, y también porque Él sabe que nos cuesta mucho perdonar. ¡Y si no perdonamos Dios no nos perdonará! ¿Y qué ofensa podemos haber recibido que merezca la pena alejarnos para siempre de Dios?


Os invito a orar hoy por:

+ El perdón, la reconciliación y la paz entre todas las personas, en las familias, en la política, en la sociedad, entre naciones... ¡Perdón, Amor, Justicia y PAX para todos!

+ Porque seamos conscientes de la fuerza de la oración y porque siempre recemos con Fe el Padre Nuestro. Decía San Juan de la Cruz, que "tanto se obtine cuanto se espera"... (Y esto lo decía para que pidiéramos con mucha Fe, cosas muy grandes)... ¡Qué así sea!

Sigue tras 72 días el Libro de la Sabiduría, que nos está hablando de lo rápido que pasan los placeres fugaces y los éxitos mundanos (orgullo, riquezas...) y de como se dan cuenta de ello los injustos tras  morir y ver al justo vencedor. (Hoy 5, 12-13):
 

"O como tras una flecha lanzada hacia el blanco,
el aire por ella hendido vuelve al instante a juntarse,
hasta no poder ya conocerse su camino.
Así nosotros; apenas nacidos, ya morimos
sin dejar una huella de virtud
y consumidos en el vicio."


¡Feliz y Santo día hermanos! ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!!


Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios  así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!

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