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martes, 14 de noviembre de 2023

MIÉRCOLES 15.11.2023 AD: "¡Esforzaos! ... ¡Hasta el final! " (Lc 13, 22-30):

EVANGELIO DEL MIÉRCOLES 15.11.2023 AD:

X 15. "¡Esforzaos! ... ¡Hasta el final! " (Lc 13, 22-30):


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a estar con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (13, 22-30), al que acudimos siempre de Su Mano: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!

(1) "En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando. (2) Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» (3) Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. (4) Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. (5) Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." (6) Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." (7) Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. (8) Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. (9) Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»

(1) "En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando." 

El Señor tiene un objetivo claro: Llegar a Jerusalén por Amor y Obendiencia al Padre... ¡Luego es una misión muy importante! Pero la importancia de Su misión no le hace desentenderse de los que ve a su paso... No mira a otro lado y acelera, sino que se detiene en cada aldea a enseñar, comparte su tiempo y les muestra la sabiduría de Dios... ¡Porque también es voluntad de Dios que atendamos lo que cada día nos sale al paso!

¡El mismo Amor de Dios que le urge a llegar a Jerusalén, le urge a detenerse y a hacer que el Reino de Dios llegue a las aldeas! (No piensa "humanamente", ni hace estudios de mercado y por eso no ve que ir sólo a los grandes núcleos de población es más efectivo ... ¡No! Sólo sigue su camino, ora siempre, y Ama y enseña desde el amor a los que encuentra... ¡Y sabe que entran dentro de los planes que la Divina Providencia tiene para Él en ese día).

¿Y yo? ¿Amo y me detengo con quién lo necesita o corro de un sitio a otro esclavo de mi agenda? ¿Doy prioridad a la oración o a la acción? ¿Busco llegar a muchos o llevar de verdad a Dios a algún corazón? ¿Me creo que yo hago algo o sé que todo lo hace Dios? (Aunque quiera contar con cada uno de nosotros)...

El Santo Cura de Ars, nos muestra que lo importante es vivir en Amor y en Amistad con Dios, orar y frecuentar a Dios, y dar mucha importancia a los Sacramentos. Y, entonces, podemos estar en la aldea más alejada de Francia, y tener pocos méritos humanos, que por voluntad de Dios, daremos grandes frutos. (Suyos son semillas y frutos, y ya es un gran regalo estar con Dios y trabajar en Su mies... ¡Y si hay gran cosecha, bienvenida, pero el mérito es de Dios! Y si no la hay ya vendrá cuando Dios quiera, o eso purificará nuestras almas. Nosotros sólo hemos de perseverar en la oración y en el Amor a Dios y a los hermanos. ¡No nos cansemos de visitar aldeas, ni de aceptar visitas!).

Hay que buscar difundir el Evangelio por diferentes vías y no quedarse en los fracasos. Como San Francisco de Sales, a quién nadie de su pueblo calvinista abría la puerta. Entonces introdujo bajo sus puertas octavillas tratando temas de Fe, dialécticamente, y con el tiempo sus pueblos terminaron siendo católicos y dejaron su error... ¡Todo porque el santo no se rindió! Y porque no dijo: "Lo he intentado pero no me quieren... ¡Y casi me comen los lobos! Así que me dedico a rezar y al huerto... ¡Y si Dios quiere hacer el milagro que lo haga!"... ¡NO! ¡Gracias a Diosel santo no perdió la Fe ni se rindió!

Y esto me llama a intentar ver que piensa Dios que puedo hacer y no estoy haciendo... ¡Seguro que muchas cosas! ¡Qué el Espíritu Santo nos dé Su LUX para poder verlas y Su fortaleza para luchar hasta el fin por conseguirlas!

(2) "Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» .

No entiendo porque lo pregunta. ¿Quiere ser parte de un grupo reducido y exclusivo de salvados? ¿Tiene miedo de quedar fuera y por eso prefiere que cuanto más se salven mejor? ¿Tiene miedo por familiares o amigos que viven alejados de Dios? ¿Tiene cosas que le alejan de Dios y prefiere no tener que cambiarlas y si son muchos los que se van a salvar quizá no necesite hacerlo?

¡Qué importante es el motivo que le lleva a hacer esta pregunta! (Más que la pregunta en sí). Y así es con todos y cada uno de nuestros actos, que más importantes que el acto en sí, es el motivo que nos mueve a hacerlos...

Pero, respecto al Evangelio de hoy, los motivos sólo los conoce Dios, y a nosotros sólo nos queda la pregunta que lanzó aquel hombre en el aire: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" Vamos a ver que le contesta el Señor...

(3) "Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha."

El Señor, no le contesta del todo. No le da un "sí" o un "no", ni un tanto por ciento, ni añade al final "tranquilo que vas muy bien y te salvas seguro". ¡NO! ¡No hace nada de esto! (Ni firma cheques en blanco por mucho que se haya hecho. Y no se le apareció a San Jerónimo diciendo: "No te preocupes, que ya has traducido "La Biblia" al latín y ya puedes descansar" ¡NO! ¡No se lo dijo!).

Pero sí le dice (y nos dice a todos a través de la curiosidad de este hermano) algo muy útil, que debemos conocer. Y prueba de que la respuesta es para todos es que responde en plural (y no sólo a él). La respuesta es: "Esforzaos..."

Esa es la primera palabra de la respuesta. Y nos muestra que el camino de la Salvación requiere mi esfuerzo. Esfuerzo que en sí mismo no es suficiente para poder salvarme, porque nadie merece salvarse por sus méritos, pero el Señor nos lo pide.

San Ignacio de Loyola nos decía como concretar este esfuerzo: "Haced todo como si dependiera sólo de vosotros, sabiendo que en realidad depende sólo de Dios".

Pero veamos ahora la frase completa: "Esforzaos en entrar por la puerta estrecha"

La frase es enemiga del "todo vale", o de la mala interpretación del "Dios es infinitamente misericordioso" (Qué quieren llevar el infinito al tiempo, cuando se refiere al número y gravedad de los pecados que Dios quiere perdonar. Y así el perdón de Dios es infinito, pero siempre en esta vida, que es el tiempo que tenemos para decidir si vivir con Dios o sin Él, para siempre. ¡Y luego Dios se limitará a aceptar nuestra libertad!

Vivir eternamente sin Dios es el peor castigo que podamos tener, pero no nos castiga Dios... ¡Lo elegimos libremente!

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos esforzamos por entrar por la puerta estrecha o preferimos los pecados? ¿Peleamos contra ellos como nos pide la Iglesia: "Sin perder la paz, pero sin hacer las paces" o los aceptamos y preferimos creer llenos de soberbia que nosotros tenemos la razón, por encima de toda la Santa Tradición de la Iglesia y su doctrina? ¿Hacemos caso a Cristo o al que justifique nuestros pecados y demonice (mirándose a sí y no a la historia) al que diga lo contrario? 

San Agustín, sabía que el combate se puede ganar con ayuda de Dios y permaneciendo en Él y no aceptaba pactar con nuestros pecados; e invitaba: "Conócete. Acéptate... ¡Pero supérate!". Y motivaba a pelear hasta el final: "Si al morir Dios no os encuentra vencedores, que al menos os encuentre luchando"...

Durante esta vida es tiempo de la Misericordia... ¡Y no hay nunca demasiados pecados! Porque "dónde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia", que decía San Pablo, porque lo había experimentado en su propia vida previamente...

(4) "Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán."

El Señor amplia la respuesta y dice que muchos no podrán entrar en el Reino de los Cielos. ¡Y es un hecho aún más descorazonador, porque no entrarán incluso algunos de los que sí querían hacerlo! ¿Por qué no lo harán? Quizá otras palabras del Maestro lo aclaran: "El que persevere hasta el final se salvará."

Quizá por no perseverar hasta el final, y preferir oir al tentador, al mundo y a la carne. O por cometer ese pecado contra el Espíritu Santo, que jamás será perdonado (como dijo Jesús), y que consiste en pensar "que no tengo remedio y ni Dios puede salvarme" o "que no necesito ser salvado por Dios" (porque soy muy bueno).

¡Qué el Señor nos ayude con sus acciones a huir de este pecado y a pelear hasta el final! Y por mal que nos veamos llegaremos a la meta si mantenemos la Fe, la Esperanza y la Caridad (el Amor), porque "para Dios no hay nada imposible". (Pero acordaos de Su primera palabra: "¡Esforzaos!"). Y a ella le añadiría yo (cogiendo otras palabras del Señor): "¡Hasta el final!"... ¡Y ya hay título para el reflexión de hoy!

(5) "Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y él os replicará: "No sé quiénes sois." 

Esta parábola refleja cuando el tiempo de nuestra vida se haya acabado y cada uno debamos comparecer ante Dios... 

Y allí algunos que se creen con derechos ante Dios, comprobarán, trágicamente, que tuvieron otros ídolos en sus vidas antes que a Jesucristo... (y otros verificarán, desgraciadamente, que el "infinitamente misericordioso" no se refería al tiempo y que debieron aprovechar mejor esta vida y esforzarse)...

¡Qué el Señor nos permita llegar a la meta y nos ayude a liberarnos de las miserias que nos lo impiden, una y otra vez, durante toda nuestra vida, hasta el final, para llegar sin cargas a la Vida Eterna!

(6) "Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." 

El Señor no tuvo problemas en comer con pecadores, ni conversar o beber con ellos. Pero no para compartir pecados, sino para llevarles a la Conversión y acercarles al Padre.

Y tras encontrarse con el Señor, cada uno fue libre de cambiar de vida y aceptar a Dios, o de despreciar a Dios y seguir aferrado a su vida y a sus pecados...

Da mucha LUX la frase de San Agustín"Dos amores construyeron dos ciudades: El amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios, y el Amor a Dios hasta el desprecio de sí mismo." ... ¡Esta es la batalla que se libra en el interior de cada uno de nosotros!

Y sólo hay dos banderas... ¡no hay más! ¡Ahora nos toca elegir! Pero el Señor nos avisa de que no basta haber compartido mesa con Él ... (¿Ni siquiera la Santa Eucaristía?)

¡Que Dios nos ayude a convertirnos hasta ser agradables a sus ojos! ¡Qué Él nos vaya transformando y sanando, y nosotros nos esforcemos!

(7) "Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera."


Y aquí el 
Señor define en verdad (y no como esta sociedad) las palabras derrota y fracaso. ¡Esta es la verdadera derrota! ¡El que vive de modo que se autoexcluye del Reino de los Cielos! Y un día descubre que ha quedado fuera... ¡para siempre!

Y si es terrible estar lejos de AbrahánIsaac y Jacob... ¡Mucho peor será vernos para siempre lejos de Cristo! ¡Una vida siempre lejos de Dios y de Sus Frutos: Amor, PAX, LUX...; sin ver realizadas la Fe y la Esperanza que despreciamos; compartida con los demonios con que vivimos y con el resto de condenados (todos los que eligieron vivir libremente lejos de Dios)... ¡Qué asfixiante será esa Eternidad! ¡Qué el Señor nos libre de ella a todos nosotros, a nuestras familias y seres queridos! ¿Cómo no pelear para huir de un destino tan terrible?

(8) "Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. "

¡Qué ilusión me hace leer esta frase! ¡Porque va destinada a nosotros, que no nacimos hebreos, pero que Dios también nos Ama! Y este Señor que nos Ama y nos invita a Su Banquete, espera con anhelo vernos llegar un día a Su Reino... ¡Porque para eso nos creó a cada uno, para vivir eternamente junto a Él!

(9) "Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»"

Y esta frase puede tener varias lecturas:

En este contexto la interpretación más acertada parece ser pensar que algunos gentiles adelantaremos a algunos de nuestros hermanos mayores en la Fe cuando gracias a Cristo entremos en el Reino de Dios, (pues alude a pueblos venidos de los diferentes puntos cardinales).

Don Ángel, en la homilía de los trabajadores que siendo contratados a diferentes horas del día cobran el mismo denario, lo interpretó como algunos que llevan toda su vida siendo creyentes serán adelantadas por los que se conviertan a última hora...

Yo con llegar ante Dios me conformo, y no me conformo con menos. Sé que no seré parte de los primeros, pero a la vez soy consciente de que si no consigo llegar a ser santo, habré cometido el único error que no podemos cometer en esta vida,... ¡El único error imperdonable e irreparable!

+ Pidamos al Señor por la santidad de todos los que han leído, compartido o colaborado con este blog, y que siempre estáis en mis oraciones. Me sorprende que se lea en puntos muy lejanos y con otras lenguas: Singapur, Pakistán, Arabia Saudi, Irak, Rusia, Emiratos Árabes... ¡Gracias por el cariño con que lo leéis y que seáis tierra fértil para acoger las semillas del Evangelio! ¡Qué el Señor como una gran familia nos reúna un día en el Reino de los Cielos, junto a nuestras familias y seres queridos! ¡Amén!

¡Feliz y Santo día hermanos!  ¡Besos y abrazos  DCOLORES!!! 


Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid sus semillas!!! ¡No os la quedéis sólo para vosotros!









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