Vistas de página en total

Vistas de página en total

sábado, 7 de septiembre de 2019

DOMINGO 8.9.2019 AD: "¡Cuidado con los apegos que separan de Dios!" (Lc 14, 25-33):


EVANGELIO DEL DOMINGO 8.9.2019 AD:

D 8. "¡Cuidado con los apegos que separan de Dios!" (Lc 14, 25-33):

¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (Lc 14, 25-33), que nos muestra que en el Camino hacia el Cielo hay algunas cosas que se van adquiriendo, pero que, a la vez, necesariamente, otras deben de perderse... ¡Qué el 
Señor nos ayude con sus acciones a conseguirlo, especialmente para todo aquello cosas que nos parece imposible conseguir o de abandonar! (Pero que, en ambos casos, serán posibles si frecuentamos a Dios y nos vamos conformando con Él... Porque: "para los hombres es imposible, pero no para Dios..."

 Y ahora recostémonos sobre la Palabra y descansemos en ella de todas las fatigas y sin sabores de nuestras vidas: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!:

"(1) En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; (2) él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. (3) Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. (4) Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. (5) Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío». "


(1) "En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús;..."

Jesucristo, al comienzo del Evangelio de hoy, es seguido por mucha gente, que movidos por sus palabras de Vida Eterna, (que sus milagros rubrican), van tras Él convencidos de que es el Mesías que tanto tiempo lleva esperando Israel... 

¡Así que el mensaje de hoy, que es muy exigente, el Señor se lo dice a una multitud entera, con total libertad, y aun a riesgo de perder a todos sus seguidores!

(2) "... él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío."

 Jesucristo, aprovecha ese momento de éxito para recordarlos que el camino no va a ser fácil... (Ya se dice: "Si quieres servir a Dios, prepárate para la prueba")

Y la primera dificultad la vamos a tener dentro de nosotros mismos, en nuestros apegos a personas (o cosas)...

Y les dice a todos sus seguidores, que si quieren ser sus discípulos Él debe ser lo primero: incluso antes que padre, madre, mujer, hijos, hermanos... y que nosotros mismos.

Esta frase se justifica en el Primer Mandamiento: "Amarás a Dios sobre todas las cosas "; y refleja que Jesucristo es Dios, y que se sabe cómo tal y por eso sabe que Él debe ser lo primero en la vida de sus discípulos.

Y esta no es una excusa para huir de las obligaciones familiares, (dice postponer, y no abandonar). Es llevar primero el corazón a Dios, para estando en Él poder Amar de Verdad a nuestra familia... ¡El Amor de Dios es infinito! (El cariño humano es limitado, y bastante parcial e interesado)...

Pero yo me pregunto, ¿puede haber Amor dónde no está Dios? Pues... ¡NO! Sí puede haber cariño humano, ternura, o amistad,... ¡Pero el Amor sólo brota de Dios! (Por eso cuando la sociedad habla de "hacer el amor" a menudo alude a relaciones dónde no hay amor...)

Pero Dios es fiel aunque nosotros seamos infieles, y el Amor de Dios hacia cada uno de nosotros siempre es constante, aunque estemos de fango hasta arriba. Y como nos Ama espera que salgamos del lodo y vayamos a Él, y evitemos el único error que no podemos cometer en esta vida: ¡No ser santos! ...

Si llegamos a Dios y le ponemos en el centro de nuestra vida podremos Amar a los demás como Él nos Ama. Y así podremos Amar al hijo o al marido como es, y no como yo quiero que sea. Y si mi hijo es un perdido yo le Amo primero, y porque le Amo confió en él y trato de ayudarle a salir del lodo... ¡Cómo Dios hace con nosotros! Así Ama el Amor de Dios a través de nosotros...

Pero si amo con cariño humano veré al hijo perdido como un fracaso personal, y le alejaré de mí para que no me recuerde mi propio fracaso. (Y esto, además, es falso, porque yo he visto como de los mismos padres un hijo salía estudioso y educado; y el otro un delincuente; así que no sólo será un fracaso de los padres. El misterio de la libertad humana también está aquí...).

En definitiva, Amar a Dios lo primero, no nos aleja de los demás, ni de nuestra familia, amigos, etc. sino que es la garantía para poder amarles de verdad y no ofrecerle mero cariño humano que es muy limitado e interesado,...

(3) "Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser discípulo mío."

Una pregunta muy importante ¿de quién es la cruz? ¡Fijaos bien! ¡La Cruz es del que la lleva! ¡De cada uno de nosotros! Nos la vamos fabricando nosotros mismos con nuestros errores y pecados. Bien lo decía San Felipe Neri: "Los hombres muy a menudo son carpinteros de sus propias cruces"...

Así que mucho cuidado con echar la culpa a Dios de nuestras cruces. (Dios no tiene la culpa si nos fumamos 3 paquetes de tabaco al día, ni si un empresario o un empleado sin escrúpulos ponen un condimento cancerígeno porque es más barato; ni si el hombre invitó a entrar al demonio y al pecado en su vida y sufrió por esta caída sus dramáticos frutos: dolor, muerte, angustia,...)

Y para ser discípulo de Jesucristo, hay que coger nuestra Cruz e ir tras de Él... Y esto conviene recordarlo cuando queremos tirar la toalla y dejar la cruz... ¡Sin ella no somos discípulos de Jesucristo! ...

Y cuando no podamos o más sin fuerzas nos veamos, más debemos acudir al Señor: "cansados y agobiados venid a mí que yo os aliviaré..."

(4) "Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar”. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz." 

 Y aquí el Señor invita a la reflexión. A prepararnos para poder terminar la casa, y para vencer la única batalla importante para nuestra vida: ¡La santidad! Y si no somos conscientes de que va a ser una batalla difícil, ...¡nunca lo conseguiremos! 

Pero ¿y si antes de empezar veo que no tengo materiales suficientes para terminar la casa? (Os diré un secreto: ¡Yo sé que tampoco los tengo! Pero sé que el Señor, me los irá dando. .. ¡Cómo ha ido  haciendo hasta ahora! Vosotros comenzad la casa, y no dejéis nunca a Dios, y veréis que es verdad lo que dice el Salmo: "Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles..."

Porque me temo que el que piense esperar a estar completamente seguro de poder terminar la casa jamás dará el primer paso,... (Será algo así como el que espere a comprarse una casa a tener todo el dinero ahorrado, desde mi experiencia, lo más fácil es que nunca se la compre y que el precio de la casa suba mucho más que lo que nosotros ahorremos)... 

Por eso el Señor no se refiere a que cambiemos de vida y que cuando ya seamos santos ya podemos ir y confesarnos... ¡Desde luego que no! ¡Porque eso es imposible! ¡Cómo vamos a poder ser santos sin la ayuda de Dios! (Sólo hay que desear con el corazón cambiar de vida, arrepentirse de los pecados cometidos, y una vez confesado comenzar a vivir en la amistad del Señor, y Él nos irá dando poco a poco la Gracia para que no volvamos a pecar. Y aunque caigamos, nos levantaremos y seguiremos andado porque el Amor De Dios ya es lo más importante en nuestra vida. Y cada vez que caigamos Él tapara nuestra miseria con Su Misericordia... Y con el tiempo, gracias a Dios, cada vez caeremos menos, y menos, y menos...).

El Señor se refiere aquí en que el que quiera seguirlo debe concentrar todos sus anhelos, potencias, deseos, con tanta intensidad como el que va a construirse una torre y antes se asegura de que podrá hacerlo. Así pues, en los principios necesitamos toda la ayuda posible de Dios... ¡Toda! ¡Cómo si intentásemos llenar de agua un desierto! Y si hacemos vida de oración, vamos a Misa cada día, nos confesamos frecuentemente, huimos de lo que nos causa tristeza o nos incita al pecado, leemos La Biblia o libros santos... ¡Estaremos haciendo de manera excelente todos los cálculos necesarios para construirnos la torre! ¡Estas son las piedras que sostendrán nuestro castillo, y esto es lo que el Señor nos pide!

(5) "Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío». "


Y lo mismo que las personas también podemos convertir en ídolos a objetos, y sacrificar por ellos nuestras vidas, (y esto todavía es mucho más triste que convertir en ídolos a las personas, porque de las cosas no podemos sacar ni cariño)

El Señor no se refiere a que tengamos que abandonar todas nuestras posesiones y a llevar una vida itinerante; sino a que ningún objeto, casa, dinero, etc... nos pueda alejar de Dios, ni nos impida hacer Su voluntad...

Tampoco podemos hacer un absoluto de nuestros bienes, y olvidar la obligación de socorrer al pobre y al necesitado... ¡qué son el mismo Jesucristo! ¡Nuestros bienes no son solo nuestros!

+ Hoy me gustaría orar porque el Señor nos dé el don de la pobreza espiritual, y nos libere de los apegos a las personas y cosas de este mundo que puedan alejarnos de Él para siempre. Y porque nos libre a todos (a los pobres o ricos de este mundo) de la miseria, del cuerpo y del alma... ¡¡¡Amén!!!



Y seguimos tras 250 días con el Libro de la Sabiduría, que nos exhorta a buscar la sabiduría de Dios, y que sigue con el discurso de Salomón, sobre la Sabiduría, su historia y sus frutos, y cuenta lo absurdo que es adorar y construir ídolos en vez de amar y Adorar a Dios. (Hoy 15, 6):

"Amantes son del mal y dignos de tales esperanzas
los que las hacen, los que las desean y los que las veneran."


¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡¡¡No os las quedéis para vosotros solos!!!






No hay comentarios:

Publicar un comentario