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sábado, 10 de septiembre de 2022

DOMINGO 11.9.2022 AD: "Una ventana abierta al corazón de Dios" (Lc 15, 1-32)

EVANGELIO DEL DOMINGO 11.9.2022 AD:

D 11. "Una ventana abierta al corazón de Dios" (Lc 15, 1-32)


¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (15, 1-32), es una ventana a la que podemos asomarnos para contemplar el corazón de Dios.

Y lo primero que vemos es que Dios no es como nosotros, y no tiene muchas inquietudes que nosotros tenemos. Quizás por eso deberíamos reconsiderarlas y desterrarlas para siempre de nuestro día a día. Veamos algunas de estas inquietudes que Dios no tiene y nosotros sí y que nos alejan de Él:

1ª Obsesión por las matemáticas

Dios no tiene obsesión por las matemáticas ni para bien, ni para mal. Él, Ama, Crea, acepta la libertad, Llama, Busca, Espera... ¡Y no cambia de actitud, porque sabe que es la correcta! Si hay noventa y nueve a Su lado, de cien, no deja de buscar a la oveja perdida; y si hay una de cien, no deja de intentar atraer a las noventa y nueve (Y aquí me viene a la mente Elías y otros momentos de numerosa apostasía que tuvieron que sufrir los profetas y el propio Señor)...

Nosotros sí miramos estadísticas para ver si merece la pena hacer o no una acción... ¡Gracias a Dios ese no fue el criterio del pueblo de Dios! Y reza el Talmud: "El que salva a un hombre, salva a la humanidad". Otro ejemplo es el obispo que iba celebrando por los pueblos el Sacramento de la Confirmación. Tras visitar varios pregunto si quedaba alguno más, y le respondieron: "Queda uno, pero sólo hay una chica en él para confirmar. No va a ir usted allí sólo para una niña..." Y el Obispo respondió: "¡Por supuesto que sí vamos a ir allí sólo por una niña!" Y fueron... ¡Menos mal! ¡Porque esa niña fue Santa Rosa de Lima

Así que me impongo la primera tarea: ¡¡¡Rezar más, Amar más y contar menos!!!

2ª La idolatría del éxito: Muy relacionada con la anterior, pero asocia los éxitos pastorales o los progresos espirituales como una confirmación de su propia valía, de la propia Fe o de la propia vocación: "Si tengo éxito y hago una gran evangelización, soy genial y mi vida espiritual es plena. Sino, soy un fracaso y no valgo para nada."

¿No será al revés? ¿No tendré que velar primero porque arda mi llama y apoyarme en mi relación con Dios y no en los éxitos? 

Si San Francisco de Sales hubiera tenido esta gripe media Francia seguiría hundida en la herejía calvinista... ¡Pero NO! ¡Él estaba seguro de que Su camino era el correcto y se dedicó a orar, a amar y a trabajar por Dios y Su Iglesia! Y cuando un camino se cerraba buscaba otro, hasta que se fueron abriendo puertas...

Santa Teresa de Calcuta dijo esa frase tan impresionante que tanto me ayudó en el camino: "Dios no me ha llamado a tener éxito, Él me ha llamado a ser fiel"...

Me impongo una segunda tarea: ¡Olvidarme del éxito! (Que no es mi objetivo). ¡Si viene será porque Dios lo hace, y sino las semillas de Dios ya están plantadas! Y nadie me ha asegurado que el Señor tenga que dejarme verlas florecer... ¡Si ni  San José las vió!

3º. El corto plazo, la impaciencia y las expectativas: 

Al principio de cada conversión el demonio pone todas sus fuerzas en derrotarnos y hacernos caer, porque sabe que cada paso que demos hacia Dios, él tendrá menos y menos que hacer...

¡No podemos perder la PAX en las caídas! Sólo hay que volver a confesarnos, y dar nuestros pecados a Dios y pedirle que nos ayude a vencernos, porque sólos no podemos... ¡Y algún día funcionará e irán desapareciendo pecados que nos tenían esclavizados! ¡Por gracia de Dios! Pero nadie nos ha dicho que han de desaparecer en una semana, o en un mes o en un año... 

¡No podemos jugar este partido a corto plazo! ¡Sería tan absurdo como querer correr un maratón al sprint! ¡Y no ponernos expectativas demasiado elevadas que nos frustren de no conseguirlas! (Esta será mi tercera obligación... ¡ya tengo mucho trabajo pendiente!).

Santo Tomás, decía que: "La reiteración de actos buenos genera virtud, y la repetición de actos malos degenera en vicios"... ¡Así que el camino es fácil! Hay que huir de los último y fomentar los primeros... ¡Cuánto más actos buenos, mayor virtud y más nos estaremos alejando de los vicios!

4º. La visión de las lentes ahumadas: ¡Son todos aquellos que ven todo como perdido y sólo se fijan en lo negativo! A estos les contestaba San Josemaria: "No digas que no se pueda hacer nada, dí más bien que cuanto nos queda por hacer".

Esta visión nos muestra que el pesimismo nos nace de dentro y que nuestra vida espiritual hace aguas... ¡¡¡Un cristiano no puede ser nunca pesimista, porque ya hemos vencido!!! ¡¡¡Ya hemos vencido!!! Y nos recordaba Sebastián Gayá: "Somos soldados derrotados de un ejército vencedor"... ¡A todos nos derrotó el pecado y nos enseñó humildad! ¡Pero si permanecemos en Cristo venceremos con Él, porque Él ya ha vencido!!!

¡¡¡Mi cuarta obligación es quitarme las lentes oscuras y mirar con ojos positivos!!! (Imagino que me deslumbrará el sol al principio, pero la alternativa es terminar siendo un amargado).

5º. El autoaburrimiento proyectado o la teoría del charco: He cambiado de vida, me he convertido. He puesto a Dios en el centro. He luchado contra mis pecados. Y sólo me vivo la Fe para mí... ¡Y al principio me da grandes consuelos, alegrías, paz intensa! Y me siento pleno por fin, y pienso que voy a vivir así hasta el final de mis días...

¡Pero sin darme cuenta estoy dejando que este agua limpia se estanque, porque me la he quedado para mí sólo! ¡Realmente soy un charco! Y el agua se enturbia en contacto con la tierra: Y el sentimiento va decayendo con los años... ¡Pero aún tengo reservas y recuerdo los momentos de esplendor y Gloria!

¡Pero se me han caído hojas de árboles, me han pisado botas y un perro me ha hecho pipí! (Es lo malo de ser un charco... ¡si me hubiera metido dentro del río quizá el final no hubiera sido tan sucio!). Y en este momento empiezo a dialogar con el diablo, me compro un serrucho y quiero recortar mi Cruz, quiero redifinir los mandamientos, y si busco algo en la Palabra de Dios son excusas (quizá una frase sacada de contexto que justifique lo que yo quiero hacer)... ¡¡¡Realmente estoy aburrido de mí, y de estar tanto tiempo encerrado en mí mismo, pero incluso llego a creerme que ya estoy aburrido de Dios!!! 

¡Quinta obligación: llegar a un río o mejor a un mar! ¡Si me junto con otros charcos tendremos más agua y podremos quizá llegar a un arroyo, luego a un río y luego al mar! (Esto no es nada revolucionario... ¡Se llama Comunión de los Santos!). ¡¡¡Cualquier cosa menos que un perro me haga sus necesidades encima!!!

6º. La dictadura del sentimiento o la incapacidad de reconocer el Amor

¡Esto nos pasa hoy a todos! Y consiste en que: "Lo que siento es verdad, y si no lo siento muy intensamente es defectuoso y puedo desprenderme de ello"... ¡Todo es sentimiento! Y en esta búsqueda frenética del sentimiento el sacrificado es precisamente aquel que se dice buscar a toda costa: ¡¡¡El Amor!!!

Da mucha LUX la frase: "Amar no es querer, es querer querer"...

Y es que los sentimientos y las inclinaciones naturales no tienen la última palabra, y no acrisolan al Amor...

Podemos estar en la Iglesia y no sentir nada, que no significará que no amemos a Dios... mientras sigamos queriendo quererle. Y ya estamos allí, buscándole, celebrando la Santa Misa o haciendo oración... ¡¡¡Vamos por buen camino, sintamos lo que sintamos!!!

(Yo particularmente prefiero darme un homenaje espiritual de vez en cuando: ir a un Monasterio, dedicar una tarde entera al Señor o estar tranquilo en una capilla leyendo un buen libro espiritual... ¡Pero sé que puede ser que mi mayor momento de fervor no signifique que es cuando lo estoy haciendo mejor espiritualmente, ni cuando el Señor esté más contento conmigo!)

Y ya tengo una sexta obligación: ¡¡¡Querer querer!!! En desierto, en oasis, o como sea... ¡¡¡Permíteme Señor que siempre quiera quererte!!!

Como decía "El señor de los anillos", lo bueno y lo malo de un camino es que no sabes hacia donde puede llevarte. Yo empecé analizando algunas cosas que Dios no tiene y que creo que no nos ayudan en nada... ¡Y ahora que tengo tanta tarea acumulada, creo que es el momento de ir ya al Evangelio del Día! Perdonad que os haya hecho un prólogo tan largo, cuando lo único importante empezará ahora: ¡¡¡La Palabra de Dios!!! ¡¡¡Qué ella os alimente y os llene de Vida!!!


(1) "EN aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». (2) Jesús les dijo esta parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”. (3) Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. (4) O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”. (5) Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta». (6) También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. (7) No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. (8) Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: «Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. (9) Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. (10) Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. (11) Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete. (12) Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. (13) Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. (14) El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».


(1) "EN aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». "

Hay dos grupos diferentes de personas con Jesús. Y sus movimientos contradicen lo que podríamos prejuzgar de ellos a simple vista: 
Los publicanos y los pecadores son los que en apariencia parecen estar muy lejos de Dios; pero, sin embargo, ¡¡¡son los que se acercan a escucharle!!! Mientras fariseos y letrados no se acercan al Señor, y prefieren criticar a sus hermanos (que no ven como tales porque se sienten superiores).

¿Yo que soy? ¿publicano o fariseo? ¿justo o pecador? Esto no es lo importante. Lo importante es si me estoy acercando a oír al Señor, o estoy inmóvil espiando y criticando a los demás... ¡Eso es lo que me permitirá encontrarme con Él o lo hará inviable!

Ya dice San Agustín"Dios se aleja de ti, sólo cuando tu te alejas de Él." (Porque Él, seamos de un grupo u otro, sólo espera que nos acerquemos, le escuchemos y vayamos conformando con Él nuestra persona y vida, durante toda nuestra existencia;... -y es que la conversión no es sólo un momento puntual-)

(2) Jesús les dijo esta parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.

Cristo, les muestra el corazón de Dios, y como siente y ansía... Dios es como el que tiene 100 ovejas y una se le pierde y deja todo por ir a buscarla... ¡Así muestra el anhelo del corazón de Dios por atraer hacia Él a todos los que le hemos sido infieles! ¡Él no ve a pecadores indignos, sino mujeres y hombres que se han separado de la Fuente de LUX, de Amor, de PAX y de Alegría! ¡Y les sigue buscando hasta que les encuentra o hasta que terminadas sus vidas acepte su libertad (que Él mismo ha querido ponerse como límite) y su elección final! Pero hasta el último momento no nos da a ninguno por perdidos...

Y cuando sí encuentra a una oveja (cuando la oveja se deja encontrar) su alegría es inmensa, y la carga y la lleva de nuevo al redil... ¡Cuántas veces me he sentido cargado y sostenido por el Señor! ¡En el camino recorrido cuantos pasos me ha llevado en brazos y que pocos he dado yo! En el camino hacia Dios, se trata más de dejarse hacer por el Señor que de hacer uno mismo,  (uno no va a Misa o a la oración a hacer algo, sino a dejarse transformar por Dios y a entrar en Su Inmensa Grandeza).

(3) Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

Es una frase que me gusta leer y ser consciente de que, a pesar de todo, le he dado una inmensa alegría a Dios... ¡Y es muy bonito poder alegrar a Dios! ...Es el misterio del pecado, del que Dios puede sacar bien y alegrías; (siempre que uno no quede esclavo de sus pecados)...

Quiero recordar ahora la Iglesia iluminada por la luz de las velas mientras el sacerdote o los monjes cantan a la asamblea en tono gregoriano:"bendita culpa que mereció tan grande Redentor..."

(4) O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.

Así nos muestra que Dios no se conforma con estadísticas. Que aunque de 1000 millones le faltase sólo uno seguiría buscándole y esperándole; porque el Amor solo puede Amar... ¡y celebra con alegría cada reencuentro!

Y lo hace sólo por Amor. Porque sabe que nuestro destino sin Él es terrible. Porque ¿Qué alternativas hay a Dios? ¡Ninguna que no nos destruya! (El vació, la nada, los ídolos a los que agarrarnos e intentar olvidarnos de ese vacío que no podemos llenar aferrándonos a la fama, al placer, al sexo, al dinero, al prestigio social... agarrándonos a otra persona, que no nos puede ofrecer el Amor Eterno, Infinito e Incondicional que todos soñamos y que solo Dios puede dar...

(5) Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».

Me consuela saber que los ángeles de Dios y todos los santos también pelean nuestras batallas, se alegran por nuestras victorias y nos consuelan en nuestras pruebas y derrotas... ¡Ambos forman parte de la Comunión de los Santos y nos ayudan a crecer y perseverar!

(6) También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes.

El menor sólo quería los bienes del padre y no al padre. Y cuando los tuvo se comportó como si su padre hubiera muerto, y se fue muy lejos porque no le importaba no volver a verle... (¡Un acto de desprecio tan grande como hacemos nosotros cada vez que pecamos! ¡Y encima utilizando para hacerlo todos los dones que nos regaló el Señor! ¿Es posible mayor ingratitud?)

Pero también me lleva a preguntarme: ¿Qué busco yo en Dios, que fui tantísimos años un hijo pródigo? ¿Busco sólo mi herencia eterna o sólo me mueve el Amor?

Una vez al principio de mi conversión pensaba que Dios no podría perdonar muchas cosas que había hecho. Y entonces pensé, da igual que ya no pueda salvarme desde ahora sólo quiero servirte y estar contigo, e intentar ayudar a otros a que no cometieran el mismo error... Tenía un Catecismo en la mano y lo abrí por una página "al azar" y salió justo el artículo que dice que la Iglesia puede perdonar cualquier pecado, por grave que sea, mediante la Confesión al que se arrepiente de corazón... (Una buena "casualidad" que saliera justo ese, ¡porque son 2.865 artículos!)

Y hoy le pido al Señor que conserve y alimente ese rescoldo de puro Amor a Él en mi interior y no deje que nunca se apague, y que me ayude a seguirlo sólo por Amor y no buscando la herencia. (Que hace mucho que dilapidé, y si me considera hijo de nuevo es sólo por Su Infinita Misericordia. Y recordemos que es infinita en el número y gravedad de los pecados, pero limitada al tiempo en que vivimos en esta tierra, y entre otras cosas a la sinceridad del arrepentimiento, al dolor de los pecados, y al propósito de enmienda).

(7) No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.

Cuando nos separamos de Dios empieza a crecer el vacío en nosotros. Cada uno lo llena con cosas diferentes: el hijo pródigo lo llenó con alcohol y con sexo sin Amor ni Sacramento. Y cuando alguien hace eso una parte de la sociedad dice de él que "es un perdido"... (mientras la otra le aplaude por el interés concreto que puede sacar de los billetes que caen en su caída).

Pero hay otras formas de llenar ese vacío que Dios deja en nosotros que no producen escándalo social y son también ídolos (una persona a la que convierto en un ídolo ya sea un cantante famoso o mi pareja definitiva de esta temporada, el fútbol, una afición, el trabajo, etc). ... ¡Lo malo de los ídolos es que no nos pueden salvar! Y estaremos poniendo la vida en una mentira...

El hijo pródigo tuvo la dicha de arruinarse, porque si no nunca hubiera vuelto a la casa de su padre. E igualmente, ¡si no se mueren nuestros ídolos no podremos encontrarnos con Dios! (Y os lo digo yo que se me han muerto unos cuántos, gracias a Dios, para poder llegar a Jesucristo)

(8) Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: «Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”.

El hijo pródigo cae lo más abajo que puede caer un hebreo en la escala laboral: cuidando cerdos (animales impuros para ellos) y encima sin cobrar... (Y eso nos muestra que el pecado al final ni siquiera nos da lo que esperamos obtener)...

Pero muchas veces, cuando ya estamos hundidos en el fondo del pozo, es cuando estamos en un hoyo tan profundo que no podemos salir por nuestras fuerzas, y ya sólo nos queda Dios. Y Él hace que nuestra debilidad sea nuestra fuerza porque ese es el flanco de nuestro maltrecho y derrotado ejército que Él cubrirá a partir de ahora... ¡Nuestra debilidad es una gran oportunidad para que actúe y se manifieste la grandeza y la Gloria de Dios!

(9) Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.

El padre le vio venir a lo lejos porque lo estaba esperando y lo buscaba. ¿Cuántas veces antes habría salido en vano al borde del camino?...

Dios es ese padre amoroso que sigue esperando cada día a sus hijos apartados al borde del camino...

Le dan igual las ofensas pasadas y le besa y le abraza, y tiene un Amor tan grande que no puede ni reprochar sólo le ama... (¡Lo que hace Dios en cada confesión!)

¡Dios no se escandaliza por mis pecados! (Ya sabe perfectamente que los tengo, mejor que yo mismo) ¡Pero sí se alegra muchísimo cuando se los doy y me regala Su PAX y el regalo de escribir mi nombre en el Libro de la Vida! ¡Y no hay nada que podamos hacer hoy mejor que eso!

(10) Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.

El hijo suelta su discurso cargado de humildad. Quizá por interés o quizá por verdadero arrepentimiento, o a veces quizás aquel lleva a este... ¡Pero se pone ante el padre y se lo dice, y estando ante él y sintiendo su abrazo se da cuenta de verdad de lo que perdió! (¡Igual pasa en la Confesión, cuando uno se siente amado y perdonado por Dios, es cuando puede empezar a cambiar el rumbo!)...

(11) Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete.

El padre apenas oye sus palabras se deja llevar por el Amor intenso que le abrasa. Sacia primero las necesidades del hijo y luego le da una fiesta con lo mejor que tiene... 
¡También Dios quiere darnos lo mejor que tiene y nos alimenta con ello cuando volvemos a Él! ¡Con Su Cuerpo! Para que comiéndolo podamos entrar en Su Grandeza). Ya sentenció el Santo Cura de Ars"No ir a recibir la Comunión es como alguien muriendo de sed al lado de un manantial". 

Por supuesto, siempre que no se esté en pecado mortal, porque lo contrario sería una profanación o un sacrilegio, y no daría ninguna gloria a Dios, ni haría ningún bien al que lo recibe... 

Y la situación de pecado mortal no depende de mi opinión, ni de mis sentimientos, son datos objetivos y claros: como cuando dice Jesucristo: "el que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio en su corazón"... ¡Y el adulterio es pecado mortal! (Muy recomendable dárselo cuanto antes a Dios en la Confesión si lo tengo). Y tampoco depende de las leyes vigentes: el aborto será siempre un asesinato a los ojos de Dios, y el divorciado y vuelto casar (si su primer matrimonio fue un Sacramento válido) comete adulterio a los ojos de Dios... 

¿Y qué hago si estoy en estas situaciones? ¿Espero tranquilo la hora de mi muerte y la condenación eterna? ¡No! ¡Desde luego que no! ¡¡¡Buscad a Dios que ya os está buscando!!! E iros acercando poco a poco a Él. Hablar con un sacerdote, darle vuestros pecados a Jesucristo en la Confesión y comenzar una nueva vida... 

A veces no es tan fácil en el caso de estructuras de pecado, como el caso de los divorciados vueltos a casar... ¡Pero muchas veces sus matrimonios son nulos y no lo saben! ¡Otras veces dan auténticos testimonios de Amor y fidelidad a Dios aunque no puedan recibir la Comunión! Yo he tenido la alegría de conocer un caso que tras encontrarse con el Señor comenzaron "conviviendo como hermanos", luego varios meses después la Iglesia declaró que su matrimonio no había existido. Después tuvieron el noviazgo cristiano que no tuvieron en su día, y finalmente se casaron ante Dios, siendo plenamente conscientes de lo que hacían... ¡Y fue un regalo conocer su historia de Amor!

(12) Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.


El hermano mayor siente envidia de su hermano pequeño, y en el fondo también de sus pecados y derroches. Tampoco ama de verdad a su padre. Quizá esperaba sólo la herencia o quizá le tuviera un cariño tibio. Desde luego que le tenía mucho más respeto que cariño, porque no ponía el corazón. Y su amor no pasa la prueba del retorno de su hermano y del banquete...

El padre sale también a buscar al hijo mayor para que no se aleje. (Es Jesucristo que va a buscar a los fariseos y escribas, a los que se creían justos pero les faltaba justo lo que es Dios: ¡el Amor!)

¡Y yo, que he sido el hijo pródigo, muchas veces soy también el hermano mayor! Por ejemplo si no confío en que una persona pueda cambiar, y le estoy juzgando y condenando, como si dependiera de mi hacerlo y no a Dios,... ¡Entonces yo también me alejo de Dios! (Y eso lo hago a pesar de ser consciente de mi prodigalidad pasada,... ¡Una pena! ¿Cómo no voy a ir mucho a Misa?)

(13) Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”.

El hijo mayor no había leído a San Francisco de Sales, y esa frase tan llena de LUX: "No busques los dones del Señor, busca al Señor de los dones." ¡Y por eso le reprocha no haber tenido su recompensa!

¡Y esto mismo hacemos en la vida espiritual!: Vamos a la oración y nos ponemos nerviosos si no hay sentimiento y pensamos que tenemos que dejar de hacerla. Vemos que nuestro apostolado no tiene éxito, y nos entran las dudas y la flojera... ¡Dudamos de nosotros mismos! Yo en esos momentos recuerdo las palabras de Santa Teresa de Calcuta"Dios no me ha llamado a tener éxito, Él me ha llamado a ser fiel".

Y es que el éxito puedo llegar a ser un ídolo, incluso en lo que hacemos por Dios, y puede que nos busquemos nosotros mismo, y nuestra vanidad, en vez de buscar a Dios...

(14) El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

Y aquí me imagino a Dios diciéndonos: ¿Qué más te puedo dar si me he dado a ti todo entero? ¿Qué cosa puede haber en el universo que valga más que yo? ¡Alégrate por el retorno de tu hermano MUERTO! (Y debería preocuparnos mucho que el Señor use las palabras "perdido" y "muerto" como sinónimos).

Reflexión: A veces este comentario del Evangelio me da tanta LUX que sólo me muestra mis muchas sombras. Y entonces la tentación es: "¿No sería mejor dejarlo a alguien más capaz, con más doctrina y más santo que tú?" ... ¡Pero no! ¡Como tarea que creo que viene de Dios y que me llama a realizarla, no cuenta mi capacidad, ni con mi sabiduría,  ni la santidad que no tengo, ni mi presente, ni mi pasado, ni mi futuro! 

Sólo cuenta una cosa, como dijo Jaime, en una homilía: ¡Que yo me presente ante el Señor con la humildad de un trozo de barro para que Él pose en mí Sus Divinas manos y trabaje sobre mí! Porque el Señor trabaja a todos los que se saben barro, pero no quiere hacer nada con los que se ven como hombres de acero brillante y pulido...

+ Oremos porque todos volvamos a la casa del Padre, en especial por los más alejados y por los que más les cuesta... Y se lo pido al Señor a través de La Madre, de Santa María, la Virgen Poderosa que pisará un día la cabeza de la serpiente, para que vaya así pisando el pecado en nuestras vidas, y nos cubra con su santo manto para no oír las insidias diabólicas

+ Por todos los conversos, (que un día el Señor nos sacó de los riscos y nos llevó a prados fértiles), ¡por nuestra santidad y perseverancia final! Porque ayudemos a hacer grande la Iglesia que nos acogió con cariño a pesar de nuestros pecados...

+ Por los futuros conversos, que día tras día buscan con ansía una felicidad que el pecado no les dará, e insisten en beber de fuentes que no les saciarán, pero es donde la sociedad y sus propias esclavitudes les dicen que han de buscar... Por ellos que un día vendrán o volverán a la Casa del Padre... ¡Por todos ellos! Porque pronto se dejen coger por el Buen Pastor, que les cargará y les llevará a pastos fecundos donde disfrutar en Su PAX...

Tras 940 días seguimos con el Libro del Sirácida o del Eclesiástico, que habla del "culto a los muertos". Hoy 38, 16:

"Hijo llora sobre el muerto

y, como corresponde a quien sufre, entona lamentaciones,

amortájale según le corresponde,

y no te olvides de enterrarlo." 

¡Feliz día hermanos! ¡Besos y abrazos DCOLORES!!!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcid Sus semillas!!! ¡¡¡No os las quedéis para vosotros solos!!!


Pd: Dedicado con mucho cariño y respeto a todos los hermanos mayores que abandonaron el camino,... ¡Por favor, volved, os necesita un hijo pródigo!

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