EVANGELIO DEL DOMINGO 18.4.2021 AD:
D 18. "Vosotros sois testigos de esto..." (Lc 24, 35-48)
¡¡¡Buenos días hermanos!!! La alegría es un río cuya agua baja dando saltos desde lo alto, y sólo hay que beber de ella... ¡¡¡y es gratis!!!... ¡Y estamos muy alegres! Porque:
¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
¡Y eso sí puede cambiar nuestra vida entera! Y no las nimiedades que hay en las noticias cada día. ¿Queréis una noticia importante?¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
¡¡¡QUÉ JESUCRISTO HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Y celebrándolo seguimos celebrando la Pascua. Y hoy se nos invita a encontrarnos con Dios en el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (24, 35-48), y a él vamos de mano del Señor: ¡¡¡Ven Espíritu Santo!!! ¡¡¡Ven Espíritu Creador!!!
(1) "En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. (2) Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: (3) «Paz a vosotros.» (4)
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.
(5) Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.» Dicho esto, les mostró las manos y los pies. (6) Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. (7) Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. (8) Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.
(5) Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.» Dicho esto, les mostró las manos y los pies. (6) Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. (7) Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. (8) Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»
(1) "En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, ..."
Es normal querer contar nuestros encuentros con el Señor. Y uno no puede evitar decir como el salmista: "Fieles de Dios, venid y escuchad. Os contaré lo que el Señor ha hecho conmigo..."
Y, por encima de datos históricos, de la razón que nos acerca a Dios, de la intuición que nos dice que este universo complejo no nació del azar... ¡Por encima de esto está la certeza de las vivencias compartidas con el Señor! ¡Y de lo que el Señor me ha liberado y me ha sanado! ¡Sobre eso, sólo he de reconocerlo! Y sé de lo que hablo... ¡porque estoy hablando de mi vida! ...
¡Sería muy bonito que cuando estuviéramos hablando y compartiendo viniera el Señor! ¿Verdad? ¡Pues lo hace continuamente en la Comunidad, y Su Espíritu Santo está siempre con nosotros y no deja de contestar y de hablar, por ejemplo, al que hace sólo una hora preguntaba al Señor, o nos compartía sus problemas, y vemos como, una hora después, le responde a través de la homilía de un sacerdote, (otro hermano en Cristo Jesús, y padre en la Fe, que no estuvo presente en nuestra conversación, ni sabía nada de ella)...
¡Sí! ¡Dios no es un ser lejano! ¡Para nada! ¡Y nos quiere acompañar cada día! Pero no siempre nos acompaña en los momentos de Gloria, muchas veces nos acompaña y nos ayuda a llevar nuestras cruces... ¡De hecho es entonces cuando más le necesitamos! Y allí le pedimos que nos saque cuanto antes de esa difícil situación. Ya decía Fray Tomás de Kempis: "Muchos quieren ir con Cristo a la cumbre del Tabor, pero muy pocos quieren seguirlo hasta el Calvario."
(2) "Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:"
Y vuelve Jesús en persona, ¿para qué? Para algo tan sencillo y cercano como hablar y cenar con ellos...
Y que vaya Cristo a ver a sus discípulos no sería algo fuera de lo común, salvo porque había muerto, torturado y humillado en una Cruz, hacía unos días... ¡Y esto ya hace muy especial este pasaje del Evangelio! (Tenemos el peligro de dejar de sobrecogernos ante los milagros... ¡Qué Dios nos libre de ello!).
(3) "– «Paz a vosotros»."
Estas son las primeras palabras que les dice... y la PAX siempre me ha parecido la rúbrica de la obra de Dios...
Al principio de mi conversión sentí una paz que nunca había sentido, y que le llamo la PAX, porque no quiero que se confunda con lo que se entiende por paz (= que no hay guerra). Y supe que no quería perder jamás esa PAX. ¡Y qué merecía la pena intentar conservarla y luchar por ella! Luego me dí cuenta que era más fácil dejar que el Señor lo hiciera por mí y dejarme sostener por Él...
Y aquí Jesucristo es lo primero que les desea (y sus deseos son realidades porque es Todopoderoso) y les da: ¡Su PAX!
Y quiere darte esa PAX a ti en tu realidad concreta. ¿Qué hay que hacer para tenerla? ¡Volver a Dios! Darle nuestro tiempo, cariño, ¡y nuestros pecados!... ¡Consultar con Él nuestro planes! ¡Visitarle en Su Iglesia! ¡Abrazar Sus Sacramentos! ¡Pedirle ayuda para dejar los ídolos! Y servir en Su Corte. Y me vienen las palabras de Santa Teresa de Calcuta, meciéndose en el canto gregoriano que escucho mientras escribo, y que nos recuerdan: "...y el fruto del servicio es la paz"...
(4) "Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu."
Pero una cosa es que el Señor esté deseando darnos Su PAX y otra que nosotros la aceptemos. Y somos capaces de imaginar cosas muy complicadas (como fantasmas) siendo más fácil abrir las manos y el corazón y decir: "¡¡¡Muchas gracias Señor!!!"
De verdad ¿por qué no lo intentamos en vez de crear fantasmas? (Medio mundo pendiente de zombies, que no son reales, y no aceptan a Cristo, que es el único que les puede liberar de sus demonios, ¡qué Sí son reales! ¡XXI siglos después "la vida sigue igual"! (Bueno peor, porque ahora con el cine y los mejores efectos especiales, para muchos el límite entre realidad y ficción cada vez es menos nítido).
De verdad ¿por qué no lo intentamos en vez de crear fantasmas? (Medio mundo pendiente de zombies, que no son reales, y no aceptan a Cristo, que es el único que les puede liberar de sus demonios, ¡qué Sí son reales! ¡XXI siglos después "la vida sigue igual"! (Bueno peor, porque ahora con el cine y los mejores efectos especiales, para muchos el límite entre realidad y ficción cada vez es menos nítido).
(5) "Él les dijo:– «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.» Dicho esto, les mostró las manos y los pies. "
Y Jesús es tan humilde que razona con ellos y le muestra en sus manos y pies que es real y no un fantasma...
Este pasaje nos muestra que nuestra carne no es un error en la que estamos prisioneros, y que no es algo malo... ¡Al contrario! ¡Es algo tan bueno que algún día formará parte de nuestro cuerpo glorioso tras la Resurrección de los Muertos!
Y cuando uno es consciente de que su cuerpo es Templo del Espíritu Santo, y no un objeto de consumo, ni de disfrute ocasional, no hace de él un ídolo (de algo condenado a morir y a pudrirse antes de resucitar y de ser glorificado)...
Por eso nuestro Cuerpo está hecho para ser puesto al servicio del Amor (que es el bendecido por Dios dentro del Sagrado vínculo del matrimonio, y que no puede ser temporal, sino para siempre mientras haya vida. Porque si uno piensa que puede querer a alguien, pero no para siempre, ¡eso no es Amor! Porque la total entrega de la persona, debe hacerse totalmente, también sin límite temporal.)
(6) "Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: – «¿Tenéis ahí algo de comer?» Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos."
Y como es un buen Maestro les tiende un puente y les deja que le den una ayuda que no necesita, sólo para acercarse a ellos: y cena su medio pescado... (Y es verdad que: "¡Sólo un trozo de pez asado les bastó para terminar de creer!")
¡Qué cutres somos! Jesús hace un milagro y derrama Su Amor sin medida y sobran canastas de panes y peces... ¡Nosotros no le damos ni un pez entero! ¡Sólo un mísero trozo!
¡Sí! ¡Ventiún siglos después seguimos igual! Desconfiando de Nuestro Salvador y dejándole las sobras de nuestro tiempo, de nuestros peces; y Él sigue queriendo comer con nosotros. ¡Qué gran Amor jamás correspondido! (Lo triste es que en corresponderle y entregarnos está nuestra felicidad. ¡Pero el diablo sabe hacernos sentir vértigo y miedo!).
Y sólo puedo decir como San Agustín: "Tarde te amé, belleza infinita" y pedirte Señor que no te canses jamás de mis medios pescados y mis deudas. Pero, como yo sí me canso de ellas, ¡por favor líbrame de mi mediocridad! Ayúdame a entregarme por fin por entero y sin condiciones... ¡Ayúdame a quemar las naves!
¡Sí! ¡Ventiún siglos después seguimos igual! Desconfiando de Nuestro Salvador y dejándole las sobras de nuestro tiempo, de nuestros peces; y Él sigue queriendo comer con nosotros. ¡Qué gran Amor jamás correspondido! (Lo triste es que en corresponderle y entregarnos está nuestra felicidad. ¡Pero el diablo sabe hacernos sentir vértigo y miedo!).
Y sólo puedo decir como San Agustín: "Tarde te amé, belleza infinita" y pedirte Señor que no te canses jamás de mis medios pescados y mis deudas. Pero, como yo sí me canso de ellas, ¡por favor líbrame de mi mediocridad! Ayúdame a entregarme por fin por entero y sin condiciones... ¡Ayúdame a quemar las naves!
(7) "Y les dijo: – «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí.» Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras."
Y cuando nos rendimos y dejamos que Jesucristo venza nuestros miedos es cuando puede enseñarnos y dar LUX a nuestras vidas...
¡Sólo el Señor puede abrir el entendimiento y disipar dudas! Así que, ¡pidamos estos dones! ¡Si Él está deseando enseñarnos porque es el Maestro!
Nos muestra que el entendimiento es un don poder entender las Sagradas Escrituras, y no sólo fruto del estudio y del esfuerzo. Y por eso uno ve en documentales teólogos y supuestos expertos en "Biblia" o en lenguas antiguas, que están mucho más lejos del conocimiento de Dios que un niño de siete años, que comprende la Palabra de Dios mejor que ellos, que sólo tienen estudio sin sabiduría. (¡¡¡Por eso pidamos al Señor que nos abra el entendimiento!!!)
(8) "Y les dijo: –«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»"
En Jesucristo se cumplen las profecías y los Salmos y el plan de salvación de Dios que culmina con Su Resurrección al tercer día y con el envío posterior, en Pentecostés, del Espíritu Santo...
Y la Salvación se perfecciona y se extiende a "todos los pueblos, comenzando por Jerusalén". ¡Así el verdadero Dios llega también a nosotros los gentiles!
Pero, ¡Hay una misión! ¡Ser testigos de Cristo! Aunque, en realidad, ¡ser testigo del Señor es el mayor regalo! Y poder gritar al mundo:
¡¡¡ JESUCRISTO, EL SEÑOR, HA RESUCITADOOOOOOOOOOOOOO!!!
+ Hoy os invito a que oremos porque la salvación de Dios llegue a toda la tierra y porque dejemos de fabricar fantasmas y doctrinas raras y aceptemos la realidad y abramos el corazón al Dios del Amor, de la sencillez y de la humildad... ¡Qué nuestra existencia se funda en un permanente abrazo de Amor con Él, y que no nos suelte hasta haber llegado a la casa del Padre..." ¡¡¡Amén!!!
Tras 467 días sigue el Libro del Sirácida (o Eclesiástico). Hoy 20, 4:
"Como eunuco que desea desflorar a una doncellaes el que impone la justicia por la fuerza."
Tras 467 días sigue el Libro del Sirácida (o Eclesiástico). Hoy 20, 4:
"Como eunuco que desea desflorar a una doncella
es el que impone la justicia por la fuerza."
¡Feliz PASCUA DE RESURRECCIÓN hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!!!
Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios así lo quiere)... ¡¡¡Esparcir Sus semillas!!! ¡No os las quedéis sólo para vosotros!
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