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domingo, 13 de septiembre de 2015

13. "¿quién decís que soy?" (Mc 8, 27-35):

 ¡¡¡Buenos días hermanos!!! Hoy la lectura del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos. (Mc 8, 27-35):
 
"En aquel tiempo, (1) Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, (2) preguntó a sus discípulos: –¿Quién dice la gente que soy yo? (3) Ellos le contestaron: –Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas. (4) Él les preguntó: –Y vosotros, ¿quién decís que soy? (5) Pedro le contestó: –Tú eres el Mesías. (6) Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos:(7) –El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días. Se lo explicaba con toda claridad. Entonces, (8) Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. (9) Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: –¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios! (10) Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: –El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, (11) el que quiera salvar su vida la perderá; (12) pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."
 
(1) Jesucristo va de camino con los Apóstoles, ... ¡Igual que nosotros que nos pasamos la vida yendo de camino! ...
 
... Pero hay una diferencia entre Jesucristo y sus discípulos de ayer y de hoy (al menos de la mayoría de ellos): ¡Jesucristo no busca nada para Sí! ¡Todo lo hace por Dios Padre y por sus hermanos! ¡Sólo le mueve Su Amor y Su celo apostólico! ...
 
... Y cuando nosotros consigamos recorrer el camino de la vida sólo por Amor a Dios y a los demás,... ¡Entonces estaremos cerquísima de la santidad! (¡Le pedimos al Señor el milagro de hacer posible que el Amor de Cristo nos mueva en cada tramo del camino! ).
 
(2) Y Jesucristo comienza la catequesis en su seminario itinerante. Pero comienza no enseñando, sino interrogando para mover a la reflexión interna. Y les dirá:
 
"¿Quién dice la gente que soy yo?"
 
Y esta pregunta es muy importante para un Discípulo de Jesucristo que quiere extender la Palabra de Dios. Porque según lo que la gente piense habrá que corregir o reforzar un aspecto u otro de la Fe (Pero no para decirles lo que quieren oír como las sectas, mientras les prometen grandes cosas en la otra vida... ¡NO! Sino para transmitir integro un legado que no es nuestro, y que alterarlo podría ser estar privando al otro de la salvación)...
 
(3) La gente piensa que San Juan Bautista, Elías, u otro profeta...

... Y esto nos muestra una cosa: ¡Qué Jesucristo hacía tan grandes signos y tan claros que la gente le equiparaba a los mayores servidores de Dios! (O sea que los milagros fueron verdaderos milagros y no símbolos o exageraciones: ¡¡¡Jesucristo hacía milagros y por eso las gente sencilla fue capaz de ver en el a un grandísimo servidor de Dios!!! ...

... ¡Pero no todos creyeron en Él! Y muchos de los que vieron sus signos no descubrieron al Mesías, y prefirieron pensar que era el jefe de los demonios, un falso profeta ...etc...

... Y curiosamente, cuanto más prestigio y conocimiento humano y del Antiguo Testamento tenían, más difícil les fue creer en Él... ¡Porque cuanto más apego tengamos al mundo y a nuestros talentos, más difícil será poder oír a Dios!
 
(4) Y la catequesis sigue:

"Y vosotros, ¿quién decís que soy?"
 
Y esta pregunta nos la hace también hoy a nosotros y de lo que respondamos dependerá que al menos conozcamos el camino correcto para llegar a Dios Padre...

 ... ¿Quién es para nosotros? ¿Es el Mesías? ¿Es el Salvador? ¿Es Dios Vivo que se encarnó para redimirnos? ¿Es una persona con la que poder tratar a diario? ¿Es alguien que nos invita cada día a mejorar y a remar mar adentro? ¿Es un Maestro que me llama a combatir mis pecados sin cesar, pero sin perder la PAX? ...

...Podría haber Muchísimas más preguntas, pero en este test, si hay una sola que has respondido que "no" es para preocuparse y para dedicarnos a hacer revisión de nuestra Fe, de arriba abajo...
 
(5) San Pedro es el que tiene más cerca el Espíritu Santo, y por eso será el primer Papa, y responderá:
 
"Tú eres el Mesías. "
 
Así que, el que tenía que venir ha venido, ... ¡alegrémonos! ¡Tenemos un Salvador!

(6) Pero Jesucristo les prohíbe que se lo digan a la gente,... ¿Por qué? Quizá porque busca que la Fe y el Amor le vayan descubriendo poco a poco...
 
(7) Y Jesucristo sigue Su enseñanza. Y les habla a los Apóstoles de dolor, de Cruz, de humillación,... ¡Y eso no nos gusta! ¡Los milagros Sí! A todos nos gustaría poder curar, expulsar demonios, llevar LUX y Esperanza a la gente; ... Pero pocos o ninguno, en principio, queremos saber nada de la Cruz...

 ... Ya lo decía San Pío de Pietrelcina (que sabía mucho de cruces y de milagros): "Muchos vienen a que les quite su cruz, pero muy pocos quieren que le enseñe a llevarla"...
 
(8) Y a San Pedro tampoco le gustaba la cruz... ¡Y menos que le tocara llevarla al Mesías, al único Santo, a aquel que había entregado su vida! Y se rebela contra la cruz,... ¡Y no se da cuenta de que haciéndolo se rebela contra los planes de Dios! (Cosa muy peligrosa)...
 
(9) Y la respuesta del Maestro es inmediata:
 
"¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!"
 
Y estas palabras nos muestran como el mundo tiene muchas enseñanzas que nos alejan de Dios... Y que cuando seguimos sus voces y no la voluntad de Dios estamos haciendo el juego al maligno, al separador,... (¡Qué el Señor nos libre de las insidias diabólicas y de las seducciones, vanidades y opiniones del mundo!)
 
(10) Y ahora el Señor habla a sus discípulos y a toda la gente:
 
"El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga".
 
Y ¡¡¡Atención!!! ¿De quién es la cruz? ...

... ¡¡¡La Cruz es nuestra!!! (No nos la manda Dios, como muchos se empeñan)... Y es que como decía San Felipe Neri: "A menudo los hombres son carpinteros de sus propias cruces"...

... Así que para seguir a Jesucristo hay que negar nuestro ego, coger nuestra Cruz y seguirle... ¡Y haciéndolo Él hará posible que podamos llevar nuestra Cruz! Y no sólo lo hará posible, nos dará Esperanza, PAX, Alegría, ... ¡Pero la cruz generalmente no desaparecerá!
 
(11) "el que quiera salvar su vida la perderá"
 
Y es que todos vamos a perder la vida, antes o después, y centrarnos en intentar conservarla y aislarnos de los demás no nos dará ni un segundo más de vida,... ¡Pero nuestro egoísmo puede hacernos perder la Vida Eterna!
 
(12) "pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará."
 
Y Jesucristo nos invita a hacer como Él y a que nuestra Vida sea un sacrificio de entrega y de Amor, por Jesucristo y por el Evangelio... ¡Esta es la única forma de salvar nuestra vida! Salir de nosotros, coger NUESTRA Cruz y seguir a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida Eterna,... ¡A Él todo Honor, toda Gloria y Majestad por los siglos de los siglos! ... ¡Amén!
 
Hoy os invito a orar porque el Señor acalle con sus acciones las voces del mundo en nuestro interior, y nos ayude a llevar y a Amar las cruces que nosotros nos hemos ido fabricando, porque serán las que un día nos ayuden y nos sirvan como puente para pasar al Reino de los Cielos,...
 
Y me despido recordando el momento de una Eucaristía, que viví hace unos meses, con varios padres y hermanos franciscanos, cantado:
 
Crucem tuam adoramus Domine,...
Resurrectionem tuam
 laudamos Domine,...

Laudamos et glorificamus.
Resurrectionem tuam
laudamus Domine,...
 
Y en la imagen del recuerdo dejo al hermano Juan Felipe y al resto de hermanos menores y les encomiendo a vuestras oraciones... y a las del Santo que hoy celebramos: ¡San Juan Crisóstomo, Ora Pro Nobis!
 
¡ Feliz día del Señor hermanos! ¡Besos y abrazos DE COLORES!

Pd: Y no olvidéis nunca que cualquier semilla puede ser el origen de un bosque, (si Dios lo quiere).

 

1 comentario:

  1. Primera lectura

    Lectura del libro de Isaías (50,5-9a):

    El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?

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